Dieciocho: verdades al descubierto

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– ¡Me engañasteis! Eres un mentiroso y un tramposo Nicholas— dije cruzándome de brazos.

–Tu eres la causante de mi locura Sofía, me volviste loco, no podía esperar a tenerte de nuevo en mis brazos, y hacerte mía.

–¿ En serio?—pregunte sonrojada.

–Por supuesto, no sé que me has hecho Sofía carson, pero me vuelves loco, no se que me pasa cuando estoy contigo,

–Entonces deberías de denunciarme con la policía— dije mientras le le seguí el juego que pierdo el control, eres un peligro para mí salud emocional y mental, nublas mi mente y no me permites ver las cosas con claridad.

– Quizá debas de denunciarme a las autoridades— respondí jugando.

–Eso haré, pero tú condena será estar encerrada en una habitación conmigo, sin derecho a finanza ni apelación.

–Eso si me da miedo, exclamé mientras me abrazo a mi misma.

– Deberías tenerlo, encerio ya no se que otra locura podría cometer, eres una hermosa tentación andante.

–Definitivamente deberían encerrarme, en una torre alta sin acceso.

– Yo te iría a rescatar— dió la vuelta en la siguiente esquina, cuando dijo algo que me dejó sin palabras y a la vez me dió esperanzas de que él también sentía por mí lo mismo que yo–ya no puedo imaginar mi vida sin ti, definitivamente  me hechizastes.

Mi corazón se aceleró ante estás palabras y no supe que decirle, solo coloqué mi mano encima de la de Nicholas, sobre la palanca de velocidad y él me sonrió, en un semáforo en rojo, se acercó a mí y me beso dulcemente, seguimos el trayecto en silencio, yo quería preguntarle tantas cosas, pero no sabía cómo hacer las preguntas, no quería arruinar el momento era un momento mágico,. Llegamos a la casa, Nicholas metió el carro a la cochera, me ayudó a bajar y me dio un beso en los labios yo lo miré asustada.

– ¡Nicholas!  que rayos te pasa, nos pueden ver.

–Tranquila Sof, todavía siguen viendo el partido —respondió y volvió a besarme, pero después de unos segundos lo separe.

– Basta Nick, no es bueno tentar a la suerte, lo entiendes verdad — toqué su mejilla, mientras nos veíamos a los ojos.

Me sonrió y tomo mi mano, la cuál beso, nos soltamos  y él bajo las últimas bolsas de la cajuela y entramos a la cocina, dejamos todo ahí, en efecto Katherine y Carlos, seguían viendo el partido,. Carlos me preguntó por las  cervezas y le dije que se me olvidaron, sólo esperaba que no notarán que nos tardamos más de la cuenta, pero al verlos tan emocionados siguiendo el partido descubrí que no había sentido el tiempo pasar.

Subí a darme una ducha y cuando baje ya había terminado el partido, Katherine y Nicholas estaban cocinando y no no pude evitar sentir celos de esa escena, pero cuando él se dió cuenta de mí presencia me guiñó un ojo y se me aceleró el corazón, olvidandome del molestia, Carlos estaba fuera de la casa hablando por el celular otra vez, así que me puse a preparar el flan.

Era una situación muy extraña, Nicholas partía la lechuga, mientras Katherine preparaba la pasta y yo estaba poniendo los ingredientes en el molde, entonces pude darme cuenta que la actitud de Katherine está algo distante con Nicholas, no estaba tan efucivamente con Nicholas y por primera vez escuché que lo llamo por su nombre y no por baby, que porciento, odiaba que le dijera así.

Carlos finalmente entró y también se puso ayudarnos, metió el vino al refrigerador y comenzó a separar las uvas de los racimos, parecíamos cuatro mejor amigos de toda la vida compartiendo un agradable momento culinario, incluso las cosas entre Nicholas y Carlos estaban más relajadas, se habían olvidado del acalorado partido de ping pong y si le sumamos que mi novio estaba distante conmigo, Nicholas se estaba compartiendo tranquilamente, como a las seis de la tarde estaba lista la cena, Katherine  y yo pusimos la mesa y después nos sentamos los cuatro a comer mientras seguimos platicando.

Descubriendo la pasión con un desconocido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora