Enamorando a Yuri Yamada

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| Capitulo trece.

Japón
12 de mayo de 2013

➳ Suzuka.

— Te dije que aprobaría, soy una genia. — Alardee poniendo mis manos atrás de mi espalda simulando inocencia.

— Una genia en las trampas. — Me contestó Yuri volteando los ojos.

— Aún así me amas ¿verdad?

— Como no hacerlo, eres tan adorable. — El tono sarcástico se notó, haciéndome reír.

— Llegaremos tarde, mueve tu trasero. — Agarre su mano para así correr a la siguiente clase.

Empujábamos a gente y nuestros zapatos sonaban por los pasillos, nuestras medías estaban sucias y el sudor corría por nuestra frentes, abrimos la puerta encontrándonos con nuestros compañeros quienes nos miraban fríamente.

— Disculpe profesor. — Dijimos al mismo tiempo haciendo una reverencia varias veces e ir a nuestros asientos.

— Como decía. — El profesor volvió a caminar de aquí a allá haciendo sonar sus zapatos en el camino. — A la serotonina también se la conoce como la hormona de la felicidad, ya que cuando aumentan sus niveles en los circuitos neuronales genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumenta la concentración y la autoestima.

Empece a sacar mis cuadernos y mis lápices para empezar a escribir, en eso dirigí mi vista hacia Yuri quien miraba con felicidad una nota ¿que le habrán mandado? ella me miró y asintió dándome a entender que me lo diría después de la clase.

Empece a sacar mis cuadernos y mis lápices para empezar a escribir, en eso dirigí mi vista hacia Yuri quien miraba con felicidad una nota ¿que le habrán mandado? ella me miró y asintió dándome a entender que me lo diría después de la clase

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— ¿Ya me vas a decir? muero de la curiosidad. — Agarre su brazo para que no se escapara de mi.

Teníamos alrededor de 30 minutos por el receso no creo que el chisme sea tan largo.

Ella tomó de su jugo de cajita y suspiro para darme la nota con alegria.

Te quiero así, mujer: sencillamente,
como quiere el pastor a sus ovejas,
el caminante a las encinas viejas
y el río matinal a su corriente.

Te amo como las casas a la gente
y como la colmena a las abejas,
y los ojos dormidos a las cejas
que vuelan en el cielo de la frente.

Voy a tu corazón como las olas
a los buques cargados de amapolas
y de maderas claras y sencillas.

Doy con tu beso al fin, con tu ternura,
como el río con toda la llanura
y la sed con el agua sin orillas.

𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 | 𝐒𝐮𝐳𝐮𝐤𝐚.𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora