𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐰𝐨𝐦𝐚𝐧 | 𝐒𝐮𝐳𝐮𝐤𝐚.𝐊

El regalo perfecto

13 de octubre del 2022
02:30pm

El fastidioso ruido de la alarma hizo despertar a Yuri que con mucho pereza logró apagar, se froto los ojos un momento, llovía poco y el sol casi salía. Se volteó observando por un momento a Suzuka y por amabilidad la tapó con la manta para que no sufra de frío, estaba desnuda y no pudo evitar observar los rasguños en su espalda y en su cuello.

¿Tan necesitada estaba? Se preguntó.

Miro su celular con varios mensajes de Ben en el buzón de entrada.

> Bubba 💙

En unos 30 minutos salgo del trabajo, avísame cuando estés lista para irte a buscar.

Se maldijo mentalmente, lo había olvidado por completo.

Yiyi 🔆;
Me acabo de despertar lo siento, ya me preparo.

Se levantó de inmediato de la cama sin hacer muchos movimientos para no despertar a la muchacha.

Se miro al espejo del baño, se veía destruida y las marcas de las sabanas quedaron en sus brazos y un poco en su cara. Solo se arregló el cabello por ahora ni siquiera tenía ganas de tomar una ducha.

— Base verde para los moretones, naranja para las ojeras. — Se repitió a sí misma. Aplico lo dicho para tratar de ocultar las marcas de pertenecía de la pelinegra.

Una camisa blanca para que no le dé mucho calor y marrón para abrigarse, una chaleco grande la cubría y zapatos negros con pantalones anchos para terminar. Dio un suspiro largo preparándose mentalmente y salió del baño en busca de su celular.

Lo agarro con cuidado y le escribió a su acompañante.

> Bubba 💙
Ok;)

Yiyi 🔆;
Ya estoy lista.

Guardó su teléfono en su bolsillo y acaricio el cabello de Suzuka quien respiraba de manera calmada para así dejarle un beso en la frente.

Salió de su habitación para buscar un bocadillo, encontrándose con las fresas con crema de la bella durmiente. No lo pensó más, solo las comió sin culpa.

— ¿Donde estabas? — Pregunto Rin llegando junto a ella.

— Durmiendo.

— ¿Con Suzuka?

Pensó un rato, rebobinando sus recuerdos. — Ajá... Aún está durmiendo, no la despiertes.

— Claro. Recuerda que tenemos que ensayar mañana, tenemos un concierto aquí en la ciudad.

— ¿Cuando?

— La otra semana.

— Genial, ¿quieres? — Le ofreció de la taza con la fruta.

Tomó una y se chupo sus dedos, la atención de Yuri se dirigió al sonido del claxon que venía desde fuera.

— ¿Esperas a alguien?

— Es Benjamin. — Canturreo sonriendo. — Nos vemos.

— Adiós.