— Rin, ¿has visto mis audífonos? — Pregunté terminando de empacar mis cosas.
— No, lo siento ¡Kanon, las llaves!
— ¡Aquí!
— Donde deje esos malditos audífonos. — Murmure por lo bajo, buscando entre los sofás.
— Ten. — Suzuka me los dio, estaban perfectamente organizados.
— Gracias ¡vámonos!
Afuera se escuchó el claxon cosa que nos alborotó como cucarachas cuando le echas veneno.
Baje primero, Ben nos separaba abajo ya que prometió que nos llevaría al aeropuerto, puse mi equipaje en la maletero y me subí, después de mi vino Rin luego Kanon, Suzuka pero sólo faltaba Mizyu.
— ¡Mizyu, mueve tu trasero!
— ¡Ya dije que ya voy! — Sus maletas no la dejaban caminar bien pero aún así pudo entrar el equipaje en la guantera.
— ¿Listas? — Preguntó Ben encendiendo el auto con Mizyu ya dentro.
— ¡Si! — Gritamos al unísono.
El viaje fue un poco largo pero no tanto para quedarme dormida, me recosté en la puerta viendo el paisaje, los árboles era precioso y el viento le hacía soñar, aún no salía el sol pero eso no quitaba el hecho la vista tan preciosa que admiraba ahí me di cuenta de lo mucho que iba a extrañar Japón, sus calles, su gente, su naturaleza pero lo bueno es que iba a llevarme a mis personas favoritas conmigo.
Me despedí de mis padres unos días antes, sería su última visita en nuestro departamento, Bubba no estaba preparado para dejarnos ir pero aún así nos llevo al aeropuerto donde partiríamos. Dibujaba en mi cuaderno cuando pararon en seco, habíamos llegado pero una parte de mí no quería irse, de que no sería para siempre pero igual extrañaría todo.
— Adios Ben. — Lo abrace para tratar de dejar mi cariño con el, para darle todo mi amor que pueda dejar. Le di un beso en la mejilla y agarre mis maletas para así entrar al edificio.
Unos minutos después las chicas se reunirían conmigo, sentándonos a esperar el vuelo perdiendo el tiempo ya sea comiendo o viendo el celular. Kanon grababa todo con gran alegria.
— Dile hola al mundo Yurii. — Me dijo poniéndome la cámara cerca de mis ojos.
— Hola al mundo. — Salude con mi mano.
Ella rio y empezó a grabarse junto a Rin, se presentaron e hicieron un corazón con sus manos. Suzuka se sentó a mi lado y me dio un café acompañado con una sonrisa.
— Gracias, salud. — Chocamos nuestros vasos y empezamos a beber.
Ya estaba a punto de salir nuestro vuelo así que agarramos nuestras maletas y nos dirigimos al avión.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
