Capítulo 669 - Doncellas Furiosas

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Haruna miró al horizonte con una mirada preocupada en su rostro.

"Comandante Haruna... Normalmente, no cuestionaría su decisión; después de todo, siempre ha demostrado pensar mucho más allá de lo que parece... Pero... Pero... ¿Es esto realmente necesario?" Kuroka comentó con una voz sorprendentemente tranquila, confundida y nerviosa.

'... Por primera vez, me pregunto si esto es realmente una buena idea.' Haruna pensó para sí misma. Ella estaba bastante indecisa en este momento.

La vista frente a ellos dos era simplemente... irreal.

Un mar de Llamas Negras, seguido de otro mar de Llamas de colores naturales.

Varios Demonios flotando en el aire, claramente vivos y retorciéndose como cerdos esperando ser sacrificados.

Varias estatuas de piedra de Demonios que antes vivían.

Seguido por hordas de Ghouls hambrientos que devoraron a cualquier Demonio visible y crecieron el número.

Lo que los dos estaban viendo se parecía a la 'visión del Infierno' de la que tanto hablaban esos Seres no Sobrenaturales.

"... Nunca pensé que esas chicas fueran tan peligrosas..." Comentó Shuten Doji mientras tragaba saliva. Había venido como respaldo, pero aparentemente, su fuerza no era necesaria.

"... En cierto modo, este es el resultado esperado; después de todo, todos llevan el nombre de Alucard", respondió Haruna mientras una expresión solemne apareció en su rostro al pensar en el hombre que llamó su atención.

Un hombre que actualmente estaba desaparecido en el Infierno, en ningún lado.

'Espero que estés bien, Víc...' Pensó gentilmente.

"...H-Haruna, ¿Qué es eso?"

Haruna y Shuten Doji miraron hacia donde miraba Kuroka.

Y lo que vieron hizo que ambos ojos se abrieran.

Una maldita serpiente gigante se deslizaba por el campo de batalla mientras la Doncella, Roberta Alucard, se colocaba encima de la cabeza de la serpiente con el pelo moviéndose como si estuviera viva.

"B-Basilisco." Shuten Doji tartamudeó en estado de shock.

Haruna compartió su sorpresa: '¿Cuándo apareció esa criatura?'

Haruna, Kuroka y Shuten se limitaron a observar incrédulos cómo el Basilisco se deslizaba por el campo de batalla mientras engullía Demonios con sus fauces llenas de colmillos venenosos y utilizaba sus ojos para petrificar a todo aquel al que miraba.

"Bien, mi niño~." Las voces de Roberta y Medusa hablaban en un tono sonoro como si dos personas estuvieran hablando simultáneamente.

Honestamente, fue desconcertante.

"Mata a todos... a todos los que pusieron una mano sobre nuestro Esposo." Un brillo cruel apareció en los ojos de la mujer.

Claramente estaba descargando sus frustraciones con los Demonios.

"Este resultado es natural."

Al escuchar la repentina voz, los tres miraron hacia un lado y vieron a Morgana y Mizuki acercándose mientras miraban el caos que estaban causando las Doncellas.

Nadie se pararía frente a una mujer enojada, especialmente aquellos que son sobrenaturalmente poderosos.

Eve, Kaguya, Roberta y María estaban completamente irritadas y frustradas consigo mismas; los Demonios eran la excusa perfecta.

Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora