Capítulo 767 - Fenrir. 2

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Tras un rugido que infundió un profundo miedo existencial en toda la ciudad y sus alrededores, Fenrir se abalanzó hacia Víctor, con sus afilados colmillos brillando con intención letal. Sin embargo, Víctor estaba preparado. Esquivó los rápidos movimientos del lobo con una gracia sobrenatural. Su técnica de lucha era una sinfonía de movimientos precisos y fluidos, que combinaban a la perfección con el feroz salvajismo de Fenrir.

Cada golpe y patada de Víctor mostraba una fuerza y habilidad impresionantes. Sus puños, cubiertos de Energía de color rojo sangre, golpeaban a Fenrir con una intensidad abrumadora.

Fenrir, por otro lado, no era un oponente fácil de derrotar. Su notable agilidad y velocidad le permitían evadir muchos de los ataques de Víctor. Sus garras rasgaron el aire, enviando ondas de Energía hacia su oponente. Sin embargo, Víctor respondió con ágiles movimientos, esquivando hábilmente los golpes.

A medida que se desarrollaba la batalla, un aura imponente rodeaba a Víctor. Parecía estar en perfecta armonía con la Energía de color rojo sangre que lo envolvía, convirtiéndose en una figura intimidante y magnética. Sus movimientos eran calculados y precisos, demostrando una profunda conexión la fuerza Natural que fluía dentro de él.

Fenrir, a su vez, era una fuerza de la naturaleza. Su presencia majestuosa y salvaje imponía respeto y miedo. Sus músculos se contrajeron y se movieron con poder y agilidad mientras luchaba con feroz determinación.

"Sólo... ¿Qué estoy viendo?" Tasha comentó con incredulidad.

Tasha simplemente no podía creer lo que estaba presenciando. ¡Alguien estaba luchando contra Fenrir en igualdad de condiciones y completamente desarmado!

Tal pensamiento habría sido imposible para ella. La mera consideración de que alguien luchara contra Fenrir nunca se le había cruzado por la mente. Después de todo, aunque fuera amable con Tasha, el Lobo seguía siendo El Lobo del Ragnarok, el Ser que, junto con sus hermanos, provocaría el fin del reinado de Los Dioses Nórdicos.

"Ni siquiera Thor sería capaz de luchar contra Fenrir sin su confiable martillo o su armadura completa." La razón de esto era simple: las garras de El Lobo del Fin, así como sus colmillos, eran extremadamente peligrosos. Un solo mordisco o rasguño podría causar daños graves al cuerpo.

"... Este hombre, pelea como un Hombre Lobo... No, es incluso más feroz que un Hombre Lobo. Es como un Dios de la Guerra que se deleita en el conflicto que causa." Evaluó Hassan.

Maya observaba la batalla entre Fenrir y Víctor con una mezcla de admiración y excitación prohibida, sus ojos fijos en el Rey Demonio mientras una variedad de emociones fluían en su interior.

La admiración que Maya sentía por Víctor era innegable. Ella se maravilló de su coraje implacable, su capacidad de lucha y la forma en que enfrentó desafíos aparentemente imposibles sin dar marcha atrás. Cada movimiento poderoso y preciso de Víctor despertaba un profundo sentido de respeto en Maya, cautivándola con su fuerza y ​​determinación inquebrantables.

Sin embargo, había algo más en la admiración de Maya. Una excitación prohibida, una atracción que trascendía los límites impuestos por la razón y la lógica. Se sentía magnetizada por el Poder de Víctor, su imponente presencia y su enigmática aura. Era una excitación que la empujaba al borde de lo desconocido, una llama que ardía intensamente en su interior.

Maya sabía que estos sentimientos eran peligrosos. Era consciente de las consecuencias de dejarse atraer por él, de entregarse a la excitación prohibida que le rodeaba. Sin embargo, esta conciencia sólo aumentó el brillo de esta atracción prohibida, amplificando su intensidad.

"Él es..." Maya tragó saliva con fuerza, como si tuviera mucha sed. "Es increíble."

Mientras sus brillantes ojos azul celeste permanecían fijos en Víctor, Maya luchaba internamente por controlar estas emociones contradictorias. Sabía que no podía dejarse distraer por la excitación prohibida y que tenía que centrarse en la situación que tenía entre manos. Pero era una batalla difícil, ya que Víctor seguía luchando con una fuerza y una presencia abrumadoras que enloquecían sus instintos. Quería a ese hombre para ella ahora mismo.

Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora