Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』

Capítulo 729 - Un Proyecto Ambicioso

"Volvamos al tema." Scathach comenzó a hablar.

"Conociendo a ese viejo, no dudo que ya lo estaba haciendo desde el momento en que vio la nueva fuerza de Víctor, pero decidió actuar ahora porque anunciamos nuestra alianza."

"Eso es algo que realmente haría." Jeanne asintió.

"¿Qué debemos hacer entonces? ¿Vamos a dejar que haga lo que quiera?" Morgana preguntó.

"No vamos a hacer nada."

"... ¿Eh?" Morgana miró confundida a Víctor.

Víctor sonrió ligeramente: "No importa si está aumentando su fuerza o no. No importa si esto es un plan para que él gane más poder o no."

"Esto no tiene nada que ver con nosotros."

"..." Las mujeres en la habitación entrecerraron los ojos.

"No creo que sea sabio quedarse de brazos cruzados. Si Vlad aumenta aún más su poder, podría ser problemático en el futuro." Agnes habló.

"Mi querida Agnes, tienes toda la razón."

Agnes frunció el ceño al sentir la sensación de diversión que provenía de Víctor. Sin saber cómo interpretar esos sentimientos, decidió continuar la conversación:

"... ¿Verdad? Entonces deberíamos..." Ella no pudo terminar de hablar porque Víctor la interrumpió, diciendo.

"Decidme, Chicas. ¿Quién está frente a ti?"

Natashia no perdió el tiempo e inmediatamente habló: "Víctor Alucard, el Segundo Progenitor de los Vampiros y Rey del Infierno - Oh..." Sus ojos se abrieron de par en par al comprender lo que quería decir.

"Morgana, querida, dime, ¿Cuántos Demonios había en el Infierno cuando tú eras un Demonio?"

"Incontables..." Morgana respondió, el número era tan grande que ni siquiera podía contarlo.

"E incluso con las guerras que han ocurrido, el número de Demonios no ha disminuido significativamente." Los ojos violetas de Víctor brillaban con un poder abrumador que hizo estremecer a las chicas, y Scathach tenía una gran sonrisa en la cara:

"Soy el Rey del Infierno más Grande. En mi Infierno, todavía hay miles de millones de Demonios a mi disposición. Todo lo que necesito es dar una orden, y las Hordas Infernales de Criaturas Demoníacas harán lo que yo quiera."

"Por no mencionar que tengo a mis encantadoras Esposas, que no sólo son hermosas, sino también muy competentes en lo que hacen y son lo suficientemente fuertes como para aplastar a cualquier tonto que vaya en contra de nuestra Familia."

Vale la pena mencionar que Víctor ganó algunos puntos de afecto cuando pronunció la última oración. Las mujeres en la habitación lo miraban como si estuvieran a punto de atacarlo en cualquier momento. Las sonrisas en sus caras eran muy similares a las de Scathach.

"Vlad no es una preocupación en este momento", habló Natashia.

"Deberíamos centrarnos en aumentar nuestras influencias en los Mundos Mortal y Divino en lugar de preocuparnos por Vlad", añadió Agnes.

La sonrisa de Víctor creció en satisfacción. Obviamente, ésta era la respuesta correcta que intentaba transmitir.

"Pero tampoco debemos perder de vista a Vlad. Hay que tener cuidado cuando se trata con alguien como él." Jeanne agregó.

"Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca, huh..." Scathach sonrió, "Parece que no has olvidado mis lecciones, Mi Discípulo."

"Nunca lo olvidaré." Víctor sonrió.