Capítulo 758 - Una Serpiente Atrapada entre los Lobos

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Habían pasado unos días desde que Víctor llegó a Samar, el planeta de los Hombres Lobo, y los cambios que su presencia había provocado habían comenzado a manifestarse. Fenir, el primer príncipe de los hombres lobo, destruyó sus pertenencias y toda su facción con un solo movimiento de Tasha y Volk.

Conspirar para usurpar el poder era algo que Volk apoyaba plenamente; después de todo, la competencia generaba progreso. Sin embargo, la forma deshonesta en la que Fenir condujo sus acciones, utilizando una organización completamente desconocida para ganar poder a cambio de utilizar a los Hombres Lobo como herramienta para esa organización, era inaceptable.

Ese no era el comportamiento que se esperaba de alguien que aspiraba a ser Rey.

Con solo un divertido juego de palabras, Víctor logró socavar la influencia de la organización Nuevo Amanecer en Samar, dejando a la organización extremadamente insatisfecha con su pérdida de poder.

Tasha estaba extremadamente enojada con su hijo mayor, pero no sólo enojada. Ella también estaba decepcionada. Y en cierto modo, la decepción era peor que la simple irritación.

A pesar de no ser uno de los más talentosos, Fenir era bastante competente en lo que hacía y, a menudo, apoyaba a Tasha cuando lo necesitaba. Era una lástima que se hubiera precipitado y hubiera hecho semejante tontería.

Los hombres lobo no eran subordinados de nadie. Eran personas independientes y poseían su propia soberanía. El despreciable acto de Fenir de buscar el apoyo de una organización desconocida a cambio de utilizar a los hombres lobo como herramienta no era más que una trampa para proporcionar a esa organización más influencia en Samar.

¿Y qué hay de Volk? ¿Cómo reaccionó? Pues de la peor manera posible. La única razón por la que no había matado a su hijo en ese momento fue porque Tasha lo detuvo y le dijo que se ocuparía de él.

Esas palabras hicieron temblar a Fenir. En cierto modo, prefería una muerte rápida a manos de su padre que caer en manos de su madre.

"Apártate de mi camino, Tasha. Ese cobarde ha cometido el peor acto que un Hombre Lobo del Linaje Real puede cometer. ¡Ha traicionado a su propia especie por codicia!"

"Ya dije que me ocuparía de él." Tasha respondió, sin cambiar su expresión. "¿No confías en mí en este asunto?"

"..." Volk no dijo nada. Se limitó a mirar seriamente a Tasha. Si hubiera sido antes, Volk habría dado marcha atrás y le habría confiado el problema a Tasha, pero esta vez no. ¿La razón? Tasha ya había socavado la autoridad de Volk dos veces en un corto período de tiempo. Y el Rey de los Hombres Lobo no estaba contento con eso.

Al comprender cómo funcionaba la mente de Volk, Tasha supo que no iba a dejar el tema. Esta actitud la dejó internamente revuelta.

'¿Por qué no confía en mí? ¿No he hecho lo suficiente por este maldito país?' Pensó Tasha.

Si hubiera sido antes, no habría pensado demasiado en ello. Después de todo, estaba acostumbrada a la actitud de Volk. Sin embargo, debido a las recientes visitas nocturnas de Víctor, donde los dos hablaban de todo, ella comenzó a cuestionar su valor ante los ojos de Volk.

'¿Por qué no me trata mejor?'

'¿Por qué siempre siente la necesidad de someterme?'

'¿Estar a su lado no es suficiente?'

'¿Por qué no confía en mí?'

Esos pensamientos que había escondido en su corazón comenzaron a aparecer con más frecuencia en su mente.

'Si fuera Víctor, no me trataría así...'

Sus pensamientos volvieron involuntariamente a las noches anteriores, cuando ella y Víctor hablaron por fin del libro escrito por un antiguo amigo. Víctor no sabía nada de esa amiga y simplemente había encontrado el libro en la biblioteca del Clan Snow y, al aprender a leer la lengua del Antiguo Egipto, comprendió que contaba la historia de Tasha desde la perspectiva de Yunet Semet, una mujer a quien Tasha alguna vez había considerado su mejor amiga.

Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora