Capítulo 617 - ¿Es eso lo que me enseñaron?

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Dos días, 48 ​​horas de lucha sin parar... Ese fue el tiempo que tardó Víctor en controlar su fuerza lo suficiente como para no causar daño a su alrededor.

Durante esos dos días, Víctor pasó el mejor momento de su vida y sintió que una parte de su deseo de pelear contra Scathach se cumplió.

Dios, amaba cada segundo de esa pelea. A pesar de que los dos no estaban usando todo su poder, y solo eran artes marciales y combate físico, amaba cada segundo.

Y quería más; quería pelear más, pero... No podía; algo había sucedido que había arruinado su diversión.

Su Padre, Leon, se había perdido en sus deseos y estaba deseando a sus Esposas.

Anna, que estaba extremadamente enojada con Leon, lo golpeó casi hasta la muerte debido a que era un prodigio [Aparentemente] en asuntos de Vampiros. Aceptó su naturaleza más fácilmente y, por eso, era más fuerte que Leon.

Y no solo eso, Anna, su madre, su querida madre, deseaba a su hijo y quería ser una de sus esposas.

Cuando Víctor se enteró de esto, no pudo evitar fruncir el ceño. Para él, saber que su madre lo deseaba sexualmente era increíblemente absurdo, y ese pensamiento no entró en su forma de pensar.

Sí, tenía los recuerdos y las experiencias de un hombre nacido en la Antigua Grecia, un hombre nacido de una relación incestuosa, pero solo porque tuviera esos recuerdos no significaba que los aceptara.

No estaba en contra ni odiaba a nadie que lo hiciera.

Sino más bien que no aceptaba que estos pensamientos vinieran de Anna.

Para Víctor, Anna siempre fue una figura de autoridad, una mujer que le enseñó cómo vivir su vida y le enseñó los principios básicos de la vida que sigue hasta el día de hoy.

Ella era la mujer que le dio todo, y literalmente le debía la vida. En la sociedad actual, pocos padres criarían a un hijo enfermo y soportarían ese peso con una sonrisa en el rostro.

¡Dios, ella era su maldita madre! Era jodidamente extraño pensar en ella de esa manera; él nunca tuvo esos deseos.

"Dos días..." La voz de Víctor salió como un gruñido, haciendo que los dos seres frente a él se estremecieran.

Victor estaba sentado en un trono de hielo, y frente a él, arrodillados estaban Anna y Leon.

"Dos malditos días... Solo me fui por dos días, y sucedieron tantos problemas."

"Víctor, esto no es tu-". Anna trató de decir algo, pero la voz fuerte y autoritaria de Víctor la interrumpió.

"Silencio."

Anna se estremeció visiblemente, el terror absoluto se filtraba por cada una de sus venas. Intentó levantarse y desafiar a su 'hijo', intentó hacer algo, o decir algo, pero... no pudo. ¡Sentía un terror existencial en su cuerpo, y ni siquiera podía mirar a los ojos rojos como la sangre del hombre que era su 'hijo'!

Quien estaba frente a ellos ahora no era Víctor, su hijo, sino Víctor, el Progenitor, el que les dio a los dos un 'renacimiento', el 'Padre' de su Raza.

Víctor se enfrentó a los dos Vampiros que tenía enfrente, Vampiros a los que amaba mucho, Vampiros que fueron sus padres, y las personas que lo criaron desde pequeño, que formaron el hombre que es hoy.

Víctor respiró hondo y contuvo su lado posesivo lo más posible; este infantilismo no ayudaría ahora. No estaba tratando con un enemigo al que pudiera matar sin remordimientos, sino con sus padres.

"..." Leon permaneció en silencio con la cabeza baja y una mirada avergonzada en su rostro. Sólo cuando la mirada fría de su hijo se posó en su cuerpo se 'despertó' de sus deseos; solo cuando su esposa lo golpeó casi hasta matarlo comprendió cuánto lo había jodido.

Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora