Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』

Capítulo 766 - Fenrir

Maya y Tasha observaban la escena con una mezcla de intensas emociones. Al ver a Víctor someter a Volk Fenrir con tanta ferocidad y facilidad, sintieron una ferviente excitación recorriendo sus cuerpos, una vibrante emoción ante la exhibición de Poder y control de un Verdadero Alfa.

Maya, especialmente, sintió que una llama ardiente de deseo se encendía en su interior. Sus ojos brillaban con una oscura lujuria y una sed insaciable de esa aura de dominio y superioridad que emanaba Víctor. Ansiaba estar a su lado, compartir el poder y someterse a su voluntad.

Por otro lado, Tasha experimentaba una excitación casi obsesiva al presenciar la inmensa fuerza de Víctor. Sin saberlo, su devoción por él se intensificó, y se sintió aún más atraída por su figura dominante e imponente. La escena despertó en Tasha un deseo incontrolable de ser poseída y protegida por Víctor, de entregarse completamente a él.

Porque sabía que aunque lo hiciera, él no querría subyugarla, no la trataría como si no tuviera importancia y valoraría sus esfuerzos.

Una mezcla de placer y deseo invadió a ambas mujeres al ver a Volk, un poderoso adversario, humillado y controlado con tanta facilidad. La visión de la sumisión de Volk ante el dominio de Víctor alimentó las fantasías de Maya y Tasha.

En ese momento, se sintieron atraídas por el lado oscuro e imponente de Víctor, seducidas por su Poder y su capacidad para someter a quienes desafiaban su autoridad.

'¡No!' Tasha sacudió la cabeza varias veces de un lado a otro.

¿¡En qué estaba pensando su estúpido cerebro!? ¡No podía hacer eso!

'¡Controla tus instintos, Tasha!' Ella no era un animal controlado por esos tontos instintos, ¡No lo permitiría!

Tasha miró a Maya con ligera irritación al ver que la mujer estaba completamente fuera de sí y dijo: "¡Maya!"

"¿Huh?"

"¿Qué es ese libro que estás leyendo?"

"... ¿Libro?" Maya habló, confundida. Se miró las manos y vio el libro que estaba leyendo. Su mente se quedó en blanco durante unos segundos; después de todo, a Tasha nunca le interesarían este tipo de libros. Pero entonces abrió mucho los ojos al darse cuenta de lo que Tasha estaba haciendo.

Miró a Tasha y, al ver la mirada seria de la Reina, Maya asintió para sí misma, comprendiendo que debía recuperar el control de sus emociones.

Aunque Maya sentía una creciente reticencia en su interior ante sus instintos y los intensos deseos que la dominaban al presenciar la escena del sometimiento de Volk por Víctor, era consciente de que sus impulsos estaban anulando sus pensamientos. Necesitaba controlarlos, pero luchaba por contener la fuerza abrumadora de esas emociones.

Por un breve instante, Maya cedió a los oscuros deseos que la atraían hacia el Poder y la dominación de Víctor. Sin embargo, no tardó en arrepentirse y reprocharse el haberse dejado llevar por sus instintos. Su mente consciente clamaba por control y racionalidad, reconociendo que no podía rendirse a esos impulsos incontrolables.

Víctor se encontró en una situación divertida. Sólo quería poner a Volk en su sitio para evitar que siguiera molestando e interfiriendo en sus asuntos. Sin embargo, la reacción de las dos mujeres que le acompañaban fue bastante interesante.

'Estos Hombres Lobo... Tienen mucha sed, ¿Verdad?' Pensó Víctor divertido. Entendió un poco las perspectivas de Maya y Tasha.

Maya, de una manera simple de entender, se parecía a Scathach. Siempre había sido superior, nunca había encontrado a alguien que le interesara de verdad, alguien realmente 'excepcional'. Por esta razón, cuando se encontró con Víctor, el Esposo de su nieta y alguien poderoso pero con una personalidad gentil y comprensiva hacia sus Esposas, Maya no pudo evitar interesarse.