Mis Tres Esposas Son Hermosas Vampiros『 4 』

Capítulo 768 - Fenrir. 3

"Borrarlo todo con un solo Rugido de Poder... Ese es el Poder de los Seres que poseen el Concepto del FIN", dijo Hassan mientras observaba el rastro de destrucción.

Los tres sabían que nada saldría de aquel camino de devastación. Todo estaba literalmente 'borrado'. Sí, la naturaleza circundante podría corregir el daño, pero nunca sería un renacimiento completo, sólo una superposición. Ese era el Poder de Fenrir - no, el Poder de los Seres que llevan el Concepto del FIN dentro de sí mismos.

Ante ellos, todo sería borrado.

Víctor nunca había sentido tanto peligro en su vida como ahora; instintivamente sabía que si aquel ataque le hubiera alcanzado, toda su existencia se habría borrado sin que él pudiera hacer nada.

Al conocer esta información, ¿Víctor retrocedió y dejó de luchar?

Por supuesto que no.

Víctor respiró hondo, y pronto el Poder Rojo empezó a circular a su alrededor.

"...¿Qué está haciendo?" Preguntó Maya.

"Tengo un mal presentimiento", dijo Hassan.

El Poder Rojo empezó a cambiar lentamente, transformándose en hermosas Llamas Violetas. Al igual que el Concepto de El FIN era peligroso, la apariencia de Víctor también empezó a cambiar visiblemente, transformándose también en algo desastrosamente peligroso. Escamas violetas oscuras empezaron a surgir en su cuerpo, y las pupilas de sus ojos violetas se estrecharon, pareciéndose a las de un reptil.

"E-Esto... Esto es..." Hassan abrió mucho los ojos, sorprendido. Era la primera vez que presenciaba personalmente un fenómeno semejante.

"Sí, Las Llamas de un Dragón", dijo Tasha, distanciándose aún más del lugar de la batalla.

"Amigo mío, no me culpes. Después de todo..." Víctor miró a Fenrir, que lo miraba seriamente.

"Tú empezaste." Las Llamas Violetas de Víctor estallaron en un imponente pilar de Poder que podía verse incluso desde la distancia. Toda la zona ardió únicamente por la presencia de esas Llamas.

La sonrisa de Víctor se distorsionó mientras abría la boca de forma imposible para su físico humanoide. Entonces, de repente, todo el fuego a su alrededor comenzó a converger rápidamente hacia su boca, desapareciendo en su interior en cuestión de segundos.

Los rasgos dracónicos de Víctor se intensificaron aún más y destacaron aún más. Dos cuernos emergieron de su cabeza, todo su cuerpo se cubrió de escamas violetas y sus manos, antes normales, se transformaron, luciendo garras ferozmente afiladas en forma de garras.

"No parpadees, amigo mío... o te quemarás", le advirtió Víctor.

Sin embargo, Fenrir no escuchó. Parpadeó, y en el momento en que lo hizo, Víctor ya había desaparecido de su vista.

Al final, lo único que Fenrir pudo oír fue el sonido de una explosión, seguido de un dolor agudo en el estómago.

Fenrir miró hacia abajo y se dio cuenta de que, en el instante en que parpadeó, Víctor había aparecido debajo de él.

Fenrir parpadeó de nuevo, y Víctor volvió a desaparecer.

Una vez más, Fenrir se encontró incapaz de comprender lo que estaba ocurriendo. Ya ni siquiera sentía la presencia de Víctor, como si fuera demasiado rápido para que Fenrir reaccionara.

Otro estruendo resonó, seguido de un dolor que atravesó la espalda de Fenrir.

Fenrir gruñó de rabia, comprendiendo lo que estaba pasando. Víctor se estaba aprovechando de que su cuerpo era demasiado grande, atacándole en sus puntos ciegos.