This love ❑ Pedri González. ✓

Extra I

Extra I
Barcelona 09:05
Sara

-Amor, deja de morderte las uñas.- Pedri me pega en la mano, quitando un segundo una mano del volante.

-No puedo, ¿Y si no te gusta la casa? Ay no, tuve que haberla escogido contigo. - me llevo las manos a la cabeza y escucho su risa mientras su mano se cuela en mi muslo.

-Lunita, mi vida, tranquilízate, me va a gustar. Además, lo que verdaderamente me importa es que es nuestra casa, donde pienso vivir contigo hasta que me muera, ¿Vale?- me mira de manera convincente pero aún me cuesta aceptar.

-No sé, chico bueno, es que…- me interrumpe apretando mi muslo, haciendo que mi piel se erice.

-¿Vale?- me mira desde arriba, lamiendo sus labios de manera lenta. Y yo, como buena sumisa que soy, asiento varias veces sin articular palabra, roja como un tomate.

(...)

Empiezo a jugar con la pulsera que me regaló Pablo cuando Pedri aparca frente a la casa.

Una gran valla de arbusto rodea la estancia, con una puerta de metal electrónica que me encargo de abrir con las llaves que me entregó el banco hace un par de días. Adentramos el coche de Pedri hasta el garaje y vuelvo a cerrar la puerta. Nos bajamos y sonrío orgullosa al ver la mansión que nos espera, con las paredes blancas y el tejado de un tono grisáceo.

-Hostia puta.- es lo único que pronuncia el guapo a mí lado, haciéndome reír.

-Vocabulario, guapito de cara.- lo escucho reír conmigo mientras yo saco las llaves de la casa.- ¿Entramos?- empiezo a mover las llaves en su cara y me encamino a la puerta cuando lo veo sonreír y asentir.

-Que no me iba a gustar dice.- añade nada más poner un pie en el parqué del interior.

-Bueno, mi amor, estás ante una casa con cinco habitaciones; tres baños, la habitación principal tiene uno propio; una cocina enorme, un salón igual de enorme y un comedor igual de enorme. También tiene en el sótano una sala de juegos que he pedido explícitamente que me decoren con cosas de la play, fútbol y demás. Tienes hasta un futbolín allá abajo, amor.- Le empiezan a brillar los ojos y yo sonrío satisfecha.- También tiene, en el tejado, un telescopio de los buenos, para cuando me da la venada de astrofísica.- suelto una risita que él comparte.- Y por último afuera, en el patio, tiene una gran piscina con una barbacoa a su lado y un campo de fútbol justo detrás. ¿Te gusta?- me muerdo el labio con duda mientras caminamos por las distintas estancias de la casa.

-¿Que si me gusta? Mi amor, parece que estamos conectados. ¡Es perfecta!- Se entusiasma y corre a abrazarme, levantándome del suelo de la cocina.- Vamos a seguir viendo las cosas.- entrelaza sus dedos con los míos mientras caminamos escaleras arriba para encontrar las distintas habitaciones.

Paso un poco de todas y lo llevo directamente a la que sé que es la principal. Nada más abrirla me recibe una cama King size con una colcha de color beige. También tiene dos mesillas de noche minimalistas de color madera clara. Tiene un gran espejo de cuero entero a un lado y, lo más importante, muchas lunas pegadas al papel de la pared. Quizá es algo infantil, pero al fin y al cabo es algo nuestro. Veo también dos puertas, una intuyo que será el baño y la otra es mi parte favorita, el vestidor.

-Mira, hay un vestidor y luego el baño. Podemos repartirlo como quieras, al final tú tienes más ropa que yo.- me encojo de hombros soltando una risa.

-¡Oye eso es mentira!-

-¿Mentira? Mi amor, hasta una Bratz te envidia.- vuelvo a soltar una risa.

Entramos al baño y sonrío satisfecha al ver lo que yo quería. Tiene un váter normal y corriente, un lavamanos conjuntado con las mesillas de noche, un plato de ducha enorme, de estos de piedra negra y con un cristal descomunal. Y, lo más importante, a su lado, el jacuzzi.

-Uy, interesante.- me giro a mirarlo y él me sonríe de medio lado.

-Es una Mikey herramienta que se utilizará más tarde.- se encoge de hombros haciéndome soltar una gran carcajada.

(...)

-Una, dos…- le agarro fuerte de la mano pero me sorprendo al sentir como me carga en su hombro antes de tirarnos a la piscina. Queríamos estrenarla hoy mismo.

-Te faltó el tres.- lo miro mal cuando salgo a la superficie, echando mi pelo hacia atrás.

-Tres son los besos que te voy a dar.- siento sus manos en mi cintura acercándome a él y suelto una risita, poniendo inevitablemente mis manos en su pecho desnudo.

-Ya, seguro.- ironizo.

-¿Te crees que miento?- levanta una ceja y yo sonrío de manera desafiante.

-Por supuesto que s…- voy a hablar pero me veo interrumpida por sus labios entrando en contacto con los míos de manera suave pero con ganas.

Me besa apasionadamente, pero dejando a un lado cualquier tipo de lujuria y solo centrándose en el amor que nos tenemos.

Seguimos así hasta que el aire nos falta y nos vemos obligados a separarnos con las mejillas rojas, las respiraciones aceleradas y los labios hinchados.

-Y todavía me faltan otros dos.- vuelvo a reírme, echando la cabeza hacia atrás, sintiéndome totalmente feliz.

-Te amo, chico bueno.- doy un pequeño besito en su nariz que lo hace sonreír bobamente.

-Te amo muchísimo más, Lunita. Gracias por dejarme ser parte de tu vida.- repite mi acción, llenándome de ternura.

-Que conste que el beso en la nariz ya contaba cómo beso, te queda uno.- decido picarlo mientras me intento no reír.

-Y una mierda.- aprovecho su distracción y me separo de él por completo, intentando nadar lo más rápido posible para que él no me alcance.- ¡Oye, vuelve aquí!- suelto una carcajada, rindiéndome cuando mis piernas empiezan a doler. Siento sus manos de nuevo en mi cintura, pero desde atrás, y su aliento en mi cuello.- Ahora el pago de los besos es mucho mayor, mi amor, y yo decidiré dónde dártelos.-

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Buenas nochessss.

Lo siento por las horas, me entretuve hablando con unos amigos 🥹.

Voten porfis.

Los cheruuu.
Se despide,
-G.