Capítulo dos
-La inauguración-
Barcelona 18:00Estoy muy, muy nerviosa. Hoy es la inauguración de la empresa y no sé cómo me va a sentar el hablar, aunque sea en compañía de Ori, delante de tanta gente. Y sobre todo, delante de ese y su novia la loca.
¿Lo bueno? Tengo un perfecto acompañante para esta noche llamado Pablo Gavi que nunca me deja sola.
Estoy sentada en una sala que nos han dejado a Ori y a mí, porque sí, ya estamos en el lugar, como si fuera un camerino. Hay dos enormes tocadores, un sillón rojo y un perchero con los vestidos.
Tengo a una chica maquillándome con un eyeliner simple con difuminado. Mis pestañas están completamente cubiertas por una capa de rímel y mis labios están en un pintalabios rosa mate.
Mi vestido es ese que me regaló Ori en mi cumpleaños número 20. Es completamente plateado, pero no por qué el vestido sea de tela de ese color, sino porque es un vestido completo de piedras, que me dan una también tonalidad morada. Tiene una abertura que hace que se me vea completamente la pierna izquierda. Tiene un escotazo que te cagas, es realmente precioso.
Y para acompañarlo mi gran pelo rojo ondulado, en ondas perfectas hechas por la peluquera. Lo llevo a un lado, haciéndome la mirada algo más seductora.
-Estás espectacular.- Ori me silva y yo suelto una pequeña risita. No puedo reírme mucho porque los nervios no me lo permiten.
-Tu el doble.- y no miento.
Ori lleva un vestido rojo que hace que su figura se realce. Su pelo largo negro y liso le resalta junto con sus grandes pestañas y su maquillaje dorado.
Me tiende la mano y yo se la doy cuando ya es hora de salir. Salimos juntas hacia la salida de emergencia para hacer nuestra llegada con las parejas.
-Hostia puta.- sí, ese es el comentario de mi mejor amigo al verme. Me hace una reverencia y me tiende la mano, yo suelto una leve risa.- ¿Me concedería el honor de entrar de la mano de usted señorita?-
-Encantada.- le cojo de la mano y me guiña un ojo para darme seguridad.
Sonrío disimuladamente al ver cómo Ori coge del brazo delicadamente a Balde. Vale, es la hora definitivamente.
Al entrar nos rodea un gran salón con lámparas de araña. Varias mesas delante de un escenario, donde se sentarán todos para escucharnos hablar.
Trago duro al escuchar a la gente aplaudirnos pero sonrío al ver a mis amigos esperándome en una de las mesas.
Cuando llegamos hasta ellos, me siento algo más tranquila.
-Están despampanantes.- Sira nos silva y se pone roja cuando ve que las personas más cercanas nos han escuchado. Ferran la abraza por los hombros y le da un beso en la cabeza, haciendo que pierda la vergüenza.
Miro a todos lados, orgullosa de lo que he creado y lo que crearé. Siempre fue mi sueño y siento que de verdad, por una vez en mi vida, mi yo de niña me está mirando con admiración.
Comienzo a aplaudir cuando llegan el señor Hernández y su mujer. Pero mis facciones decaen cuando detrás de ellos aparecen una Andrea con un precioso vestido dorado y un Pedri... Joder Pedri.
Lleva un esmoquin negro bien planchado. Creo que muy pocas veces lo he visto así de arreglado, pero esta es especial. Por mucho que me hizo, lo que siento sigue aquí, pero jamás dejaré que vuelvan a despertar.
De un momento a otro chocamos miradas. Lo que antes era una mirada triste y aburrida para el resto se convirtió en una mirada de incredulidad para mí. Sus ojos me recorren de arriba a abajo con ese brillo característico con el que me miraba antes...
Me obligo a apartar la mirada, él ya escogió y no está bien que yo haga esto. Ni para mí ni para él, ella me la suda.
(...)
Todos me aplauden cuando subo al escenario y me pongo delante del estrado. Me aclaro la garganta, no sin antes de asegurarme de que estaba lo suficientemente lejos como para que no suene alto, y comienzo a hablar.
-Mi nombre es Sara Pérez García, y tengo 20 años. No quiero venir a soltar el típico discurso de cómo funcionan las empresas ni nada de eso, porque creo que ya todos aquí sabemos lo básico. Pero, ¿Saben de qué no sabemos lo básico? De cuidar los sentimientos.
>> Yo era apenas una niña cuando comencé a descuidar los míos, pasé por mucho, muchísimo, pero quizá, si hubiese tenido una vida normal, no estaría aquí hoy.
>> Siempre valoro a la gente como lo que son, personas. Iguales y distintas en la misma medida. Mucha gente justifica sus malos tratos con traumas pero, en realidad, los malos tratos vienen por la persona que quieres ser. Yo soy un claro ejemplo de ello, he pasado por mucho, y siempre le sonrío a todo el mundo, hasta a los mismos que me hicieron daño.- cuando digo eso último miro a Pedri y él aprieta la mandíbula, bajando la mirada.- No entendemos la importancia de los sentimientos hasta que estamos en lo más hondo, cuando dices "¿Cómo salgo yo de aquí ahora? Pero sí, se sale, es duro, pero todo el mundo es capaz de hacerlo. Y quién no pueda es, en su misma magnitud, un valiente y un cobarde.
>> Siempre intento hacerlo todo bien pero, a veces, no sale como planeamos. Así que, en vez de convencerles de que mi empresa va a ser la mejor, prefiero decirles que sean ustedes lo mejor de sí mismos.- termino de hablar y escucho unos fuertes aplausos.
Bajo del escenario y me doy cuenta de que, por los nervios, me he comido todo el pintalabios. Camino lentamente, no sin antes avisarle a Ori, hacia el camerino.
Me siento soltando un suspiro y comienzo a buscar en los cajones de abajo el pintalabios, dios, ¿Por qué tienen tantos?
Oigo la puerta abrirse y cerrarse pero sigo buscando.
-Ori, ¿He estado bien?- le pregunto.
Pero la sorpresa me la llevo yo cuando siento dos manos apoyarse en el tocador a cada lado de mi pequeño cuerpo. Cuando levanto la mirada hacia el espejo, mi única visión son los penetrantes ojos de Pedri mirando directamente a los míos. Me tiene acorralada.
-Estás preciosa Lunita.- arrastra las palabras lentamente, y a mí se me eriza la piel al volver a escuchar ese apodo dicho de sus labios.
-Tu novia te estará esperando.- me obligo a hablarle con la cabeza bien alta, no me intimida.
-Ella no me importa.- habla con dureza.
-Pues a mí sí, no voy a permitir que hagas lo mismo que conmigo.- me paso la lengua por los dientes, aguantando mi impotencia.
-Ella nunca será ni siquiera un cuarto de lo que tú eres.- esto es el colmo.
-La escogiste a ella, así que ahora, largo.- me levanto empujándolo levemente, no quiero discutir ni hacerle daño, solo que se vaya para que se me haga más fácil olvidarlo.
-Me iré, pero quiero que sepas que no todo es lo que parece, y sobre todo, quiero que sepas que, desde que te fuiste, he mirado a la luna cada noche, esperando a volver a verte.- y sí, volvemos al principio, porque me deja ahí con la palabra en la boca y un sentimiento que no se explicar.
Porque del amor al odio hay solo un paso, pero, ¿cuántos pasos hay para volver al amor?
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Buenas mi peopleee.
Les quiero comunicar varias cosas:1- lo más probable es que esta noche a las 00:00 (hora Canaria), publique un cap en honor a mí cumple y el de lunis, 25 de enero.
2- Está semana la tengo súper complicada de exámenes y trabajos, así que puede ser que me pase uno o dos días sin actualizar entre cada capítulo.
3- Por esta misma razón, los días 30, 31 y 1 no publicaré, tengo todos los exámenes de mis asignaturas y son demasiado complicados.
4- Vestido de lunis en multimedia.
Espero que lo entiendan, solo será esta semana, no se olviden de la historia 😭😭🫶.
Voten porfis.
Los cheruuu.
Se despide su casi cumpleañera,
-G.
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This love ❑ Pedri González. ✓
RomanceSara Pérez, la joven empresaria, vuelve a Barcelona para inaugurar su nuevo proyecto. Pero allí se encontrará con aquella persona que no quería ver, pero sintiendo lo mismo que cuando lo vio por primera vez. ¿Conseguirá él volver a ganarse su amor...