This love ❑ Pedri González. ✓

XXII

Capítulo veintidós
-Hasta que nos quedemos sin estrellas-
Barcelona 17:30

-Osea, me estás diciendo que hay dos compradores para la empresa, ¿No?- comenta Aitana y tanto Ori como yo asentimos.

Estamos en videollamada con las dos hermanas. Hacía mucho que no hacíamos ninguna, entre que Ari está ocupada con la iniciación en su nueva carrera, medicina, y que Aitana está centrada en seguir con el curso de empresariales, intentando no socializar con nadie, no hemos tenido tiempo. Obviamente también porque nosotras con la empresa, Oriana con sus rollos de fiestas y Balde por un lado, y yo con Pedri y todo el lío en la cabeza que me está haciendo por otro lado.

-No me suena mal, es una muy buena oportunidad para que te libres de la idiota de Andrea y puedas denunciarla como se merece.- Dice Ari mientras apunta un par de cosas en su temario para el examen.

-Ya lo sé, es lo que quiero hacer, pero a la vez siento que no va a ser como me lo espero. Es decir, no me da malas sensaciones, solamente que no me da las que debería darme.-

-A mi me pasa igual, parece que hay gato encerrado.- Dice Ori, que está acostada a mi lado.

-Aitana, voy a avisar a tu hermana, tenemos que irnos a una reunión de tu padre.- la madre de mi amiga entra y ella esconde su móvil.

-Está bien mamá.- espera a que cierre la puerta y vuelve a mirarnos, para ese entonces, Ari ya ha colgado nada más escucharlo.- Nos vemos chicas.-

-Chauu.- tanto Ori como yo le lanzamos un beso y cuelgo la llamada.

-Tía, tengo que contarte algo, pero no se lo digas a nadie más, ¿Vale?- me siento al lado de Ori nada más escuchar eso.

-Está bien, dime.- asiento varias veces con la cabeza.

-En un par de años voy a tener que volar a Praga durante un año para modelar con mi tía. Tengo el contrato firmado desde hace varios meses antes de saber lo de la empresa y no puedo echarme atrás. Lo único bueno que le he sacado es que tenemos tiempo para hacer ropa de modelaje y promocionar algunas de nuestras piezas allá.- me explica y yo me quedo muda.

-¿Pero esto qué es? ¿Un año? ¡Me van a dejar sola!- hago un gran puchero y se me bajan los ánimos.- Pero espera… ¿Y Balde?- lo pienso unos segundos hasta que me doy cuenta y abro los ojos.- Ay no Oriana, no me digas que…-

-Sí, es la razón por la que me he estado alejando de él, no quiero que se encariñe más conmigo y le cueste el doble dejarme ir. Aunque en parte también lo hago por mi.- veo como se le aguan los ojos y a mí me parte el alma.

Me acerco a abrazar a mi amiga, que ya se ha convertido en mi familia, para que sepa que no está sola.

-Encontraremos la manera, ¿Vale?- la intento animar y, tras un asentimiento por su parte la obligo a levantarse a hacer unas palomitas para ponernos a ver películas de Barbie.

(...)

-No seas bobo Pedri, escoge.- le insisto al chico una vez estamos al frente de mi estantería.

¿Por qué estamos aquí? Muy simple. Hace aproximadamente una hora estábamos en su casa aburridos, sin hacer nada, y de repente el señorito se giró hacia mí y me dijo:

-Quiero que me prestes un libro para leer.-

-¿Cómo?- me levanté de la cama de un salto intentando analizar sus palabras.

-Sí, Lunita, mi amor, quiero leer un libro.- me explicó de manera calmada.

-Esto es nuevo, vale, ummm. ¿Qué género?- me levanté de la cama a pesar de sus súplicas para empezar a caminar de un lado al otro de la habitación, causando su risa.- ¿Qué? Es importante.- le digo mientras me freno en frente suya.

-Bueno, el que tú quieras está bien.- se encogió de hombros.

-Vamos a mi casa.- cojo mi bolso y lo vi levantarse extrañado.

-¿Ahora?-

-Sí, ahora.-

Y así es como estamos aquí ahora. Estoy intentando que escoja algún libro de romance deprimente, me causaría mucha risa verlo exagerar por ese tipo de libros.

-Hasta que nos quedemos sin estrellas.- Lee y yo sonrío. Es un libro algo viejo, lo tengo desde que tenía unos dieciocho años, y cuando lo leí lloré con ganas. (No sé si las fechas coinciden con el libro pero sino perdón 🥹. Att: la autora)

-Ese es precioso.-

-Pues este será.- analiza bien el libro y frunce el ceño.- ¿Por qué todos los post-its son azules?- yo me tenso totalmente ante su inesperada pregunta.

-No te va a gustar saberlo créeme.-

-Dime, porfi.- me hace un puchero y ustedes saben muy bien que ante eso nunca he podido resistirme.

-Están marcados momentos o frases que me recordaron a David cuando leí el libro.- le explico y veo como hace una mueca.

-¿Y por qué el azul?- me pregunta mientras me coge de la mano y nos lleva a sentarnos juntos en mi cama. Apoya nuestras manos entrelazadas sobre su regazo y comienza a acariciar el dorso de esta. Vale, quiere que me sienta cómoda a la hora de hablar.

-Porque era el color del corazón con el que yo me refería a él. En WhatsApp lo tenía agregado así, igual que todas mis fotos de Instagram de cuando tenía quince tenían a un lado un corazón azul. No sé, siempre me ha recordado a él.- me encojo de hombros. Es una parte de mi vida que no suelo contar con normalidad, así que agradezco su comprensión y paciencia.- Digamos que, cuando me hizo eso, lo único que vi fue azul, vi azul mi camiseta, vi azul grisáceo el cielo cuando empezó a llover en pleno verano, vi azul mis uñas, vi azul mi corazón.- voy a seguir hablando pero me interrumpe.

-Eres la persona más fuerte que he conocido, Lunita.- se nota que lo dice sin pensar, porque al minuto se pone rojo como un tomate.- Umm, no es mentira, no sé, has pasado por mucho y sigues levantándote día a día, es de admirar.-

A mi no me salen las palabras, solamente puedo hacer un puchero intentando no llorar. Hoy estoy más sensible de lo normal y parece que me afecta todo.

-Te quiero mucho.- esas son las únicas palabras que me salen.

-Yo a ti más mi amor, y no sabes lo mucho que espero poder demostrartelo todos los días el resto de mi vida.- me da un beso en la frente para después abrazarme, sacándome una gran sonrisa.

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Buenas nochesss.

Capítulo un poco corto porque es más un capítulo de transición para el siguiente.

Voten porfis.

Los cheruuu.
Se despide,
-G.