XXXIV

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Capítulo treinta y cuatro
-Cuadro-
Barcelona 23:00

Vale, os pongo en contexto.

Desde que era pequeña me ha gustado ser creativa, cualquier cosa que se me pasaba por la mente tenía que hacerla sí o sí. Mi madre decía que yo era una niña tranquila pero inquieta para crear cosas. Yo siempre decía que quería ser científica, según mi lógica, era el trabajo en el que más se inventaba y creaban cosas. Pero claro, yo tuve que salir mala en física. Lo siento pero las ciencias sociales siempre fueron una opción.

Y ahora heme aquí, nerviosa con el viaje que tenemos que hacer mañana. Acabo de terminar de hacer la maleta, la cual casi no acabo por intentar decidir qué es lo mejor para viajar a Hawaii en una ola de calor de invierno, llegando a los 30-35°. Lo mejor que se me ha ocurrido para hacer y calmar mi nerviosismo es sacar el caballete que me trajo mi hermano desde Tenerife y ponerme a pintar.

Este caballete lo tengo desde los quince años, cuando nos mudamos a una casa más grande y este venía con ella. Desde entonces me obsesioné con la pintura al óleo y los cuadros. Yo siempre he pintado bien, pero hasta ese momento nunca lo había probado.

Trazo varios puntos alargados con el tono verde para simular el césped y sonrío al terminar la pintura.

Escucho como tocan la puerta y me levanto, dejando la paleta y el pincel a un lado. Ahora que lo pienso, no es buena idea abrir así la puerta, llevo un vestido veraniego azul claro lleno de pintura de todos los colores, una cola alta y desecha y con mi cara igualmente llena de pintura. Pero bueno, da igual.

Abro la puerta encontrando a un Pedri con su maleta a su lado. Me mira de arriba a abajo y frunce el ceño mientras una sonrisa amenaza con salir de la comisura de sus labios. Él no sabe ese pequeño detalle mío

-¿Te ha dado la vena artística, mi amor?- suelta una pequeña risita y yo me pongo roja como un tomate.

-Siempre la he tenido, otra cosa es que tú no te hayas dado cuenta.- y no miento, siempre tengo una libreta en mi bolso en la que dibujo.

Se acerca hacia mi y me abraza por la cintura para darme varios piquitos que me ponen aún más roja.

-Cada día me enamoro más de ti.- coge un rizo de mi coleta con su dedo y juega con él, dándole forma.

-¿Quieres ver lo que he pintado? No está terminado del todo pero me queda poco.- lo cojo de la mano llevándolo conmigo una vez asiente, metiendo su maleta y cerrando la puerta.

Lo llevo hasta el balcón y le enseño el cuadro. Estba pintando la mítica imagen de Messi enseñándole al Bernabéu la camiseta del Barça con su 10. Me ha salido tal cual, estoy bastante orgullosa. Siempre se me ha dado bien pintar rostros y en este caso parece que el propio Messi este ahí metido en mi cuadro.

-Es impresionante.- Pedri tiene los ojos abiertos como platos.- ¿Por qué nunca me contaste que pintabas así?-

-No sé, no le tomo mucha importancia.- me encojo de hombros.

-Para la próxima me pintas a mí. Seré tu Rose, Jack.- me guiña un ojo y yo me río.

-¿Y quién te dice a ti que no lo he hecho ya?-

-¡Quiero verlo! Lunita, no seas cruel.- me hace un puchero y yo, tras soltar una risita, me lo llevo hasta mi cuarto para enseñarle los dibujos.

(...)

-ESTAMOS EN HAWAII, ESTAMOS EN HAWAII.- cantamos Ori, Valen, Sira y yo nada más pisar el aeropuerto.

-Joder, no me lo creo.- empiezo a dar saltos haciendo que, sin querer, mi vestido blanco se levante. Siento unas manos detrás mía, abrazándome y bajándome el vestido de manera posesiva.

-Lunita, mi amor, cuidado.- me guiña un ojo.

-Gracias, ni siquiera me había dado cuenta.- le doy un beso en la mejilla y todos comenzamos a caminar.

-Vale, ¿Y dónde dormimos?- pregunta Valen, colocándose su coleta alta.

-Esto también es sorpresa, preciosa.- Gavi le guiña un ojo y la pelirroja lo mira mal.

-Que no me llames así, pesado.-

-Alla paz, pueblo.- esta vez el que habla es Fer, que ha decidido venir con nosotros.

-Dejense de boberías, que parecen toletes, y vámonos ya.- empiezo a caminar, algo impaciente.

-¡Que no me insultes en canario que no te entiendo!- me grita Gavi, haciendo que todos los presentes soltemos una risa.

(...)

Estoy flipando.

Los chicos acaban de aparcar los coches en una cabaña de madera a casi pie de playa. Está rodeada de palmeras y flores. Es preciosa.

-No me jodas.- es lo primero que pronuncio al salir del coche.

-Te jodo, tía, te jodo.- Oriana viene a mi lado, emocionada y saltando por todos lados.

-Venga, a dentro, tenemos que organizar todo.- Ferran entra animadamente, contagiandonos a nosotros su alergia.

Dentro hay una especie de sala con un sillón de tres metros de color gris y, a sus lado, otros dos sillones grandes, solo que no tanto, del mismo tono.

Una televisión enorme y varias plantas adornan la estancia, así como una chimenea artificial.

Es un salón-cocina, así que cuando giro mi cabeza puedo ver una isla enorme, con butacas suficientes para todos nosotros y, a su alrededor, una gran cocina de color blanco. A su lado, una puerta que da a un patio precioso, con barbacoa y un espacio con puffs y demás para hacer una hoguera pequeña.

-Vale, somos nueve personas, hay cuatro habitaciones, una de dos personas, una de tres y una de cuatro, así que, si ellas quieren, las chicas irán juntas en la de cuatro.- explica Ansu.

-¡Perfecto! Sara es mía ahora, jodete.- Ori le saca la lengua a mi novio y tira de mi y de las dos chicas más hacia el cuarto.

-ACABAS DE EMPEZAR UNA GUERRA, ORIANA.- oigo gritar a Pedri y suelto una risita.

Nada más entrar al cuarto me sorprendo gratamente. Es enorme, con dos camas de matrimonio, dos armarios y una estantería llena de libros en inglés, los cuales voy a devorar sí o sí esta noche.

-¿Cómo dormimos?- pregunto.

-¿A la suerte?- pregunta Sira y todas estamos de acuerdo.

Ponemos la ruleta aleatoria del móvil y finalmente sale que yo dormiré con Valentina.

Empiezo a acomodar mis cosas poco a poco y la pelirroja a mi lado hace lo mismo.

-Oye, tú qué te traes con...- la llamo pero el ruido de la puerta abriéndose me frena.

-Señoritas, nos vamos a la playa.- un Balde sin camisa y con un balón de fútbol en la mano nos sonríe.

Ahora sí empieza lo bueno.

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Buenos díassss.

Perdón por no actualizar ayer, taba de fiesta HAJAJJAJAJ.

Este es un ejemplo de la casa de Hawaii.

Este es un ejemplo de la casa de Hawaii

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Voten porfis.

Los cheruuu.
Se despide,
-G.

This love ❑ Pedri González. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora