¿Qué fue lo que vivió en Londres que la hizo cerrarse a conocer amigos? Tenía miedo por eso siempre se ocultó tras la sombra de su hermano gemelo Nathaniel.
Ella amaba escribir entonces lo conoce a él Félix Graham de Vanilly y su destino empieza a c...
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Pov Lizzie.
Nathaniel no se apareció anoche eso me preocupaba un poco, sé un poco a las fiestas que asiste Alix y a veces el grupo de amigos de ellos dos; esperaba que hubiera pasado la noche en casa de Marc, en cambio yo había pasado una noche en vela leyendo libros puesto que me sentía intranquila con Graham aquí; sin embargo él no me prestó atención solo leía serio el libro de Michelle y el original que era el mío. Habíamos hablado sobre como fue que escribí mi libro y cómo fue que esa chica me robó mi manuscrito, pero nada más, todo muy profesional.
—Oye... Hicieron una mierda con tu libro. —Me sorprendí al oír diciendo una palabrota de su boca.
—Lo sé, recuerda que fue alguien que no supo adaptarlo. —Le dije suspirando tendiéndole una taza de café y un plato de tostadas.
—No es que no haya sabido, sino que le quitó completamente el mensaje que quería dar y lo convirtió en algo menos; quisiste dar un mensaje y esta gente lo convirtió en un libro para adolescentes calientes. —Graham te dije que lo sabía, ahora el asunto no es el libro sino que Michelle es una ladrona y plagiadora; debo escribir algo mejor que la supere. —Le hablé dejando caer mi cabeza en la cama, había sobrepensado de más.
—¿De qué va lo que estás escribiendo? Digo a lo mejor pueda ayudarte, no quiero quedarme con tus ideas, soy un lector y crítico no me gusta escribir novelas solo críticas. —Lo miré desplazando mi vista hacia la PC.
—No es que confíe en ti pero en estos momentos no tengo a nadie que me dé su sincera opinión. —Le hablé girando mis ojos hacia él—. Mañana te lo muestros, hoy solo va a ser un día largo. —Le hablé y él se acomodó la corbata de su traje.
—Voy a llamar a un taxi a ver si voy a mi casa y me cambio; nos vemos en la escuela Lizzie. —Me habló cordialmente, se notaba en sus ojeras que estaba cansado y yo sabía muy bien el porque, por estar revisando ambos libros al mismo tiempo.
—Te acompaño a la puerta. —Ya no me comportaba tan borde cerca de él, no era como si confiara en Félix pero... Pero ¿existía una mínima posibilidad de qué tal vez él era diferente? No lo sabía por eso no había querido enseñarle lo que tenía hecho.
—No olvides decirle a tu hermano lo que te pasa, el porqué de tu actitud tan borde a las personas o dejaré de ayudarte. —Me hablaba como si en algún momento yo hubiera solicitado su ayuda, pero podía decir que era liberador contarle a alguien mis problemas.
—Lo sé, tampoco es como si te la hubiera pedido. —Él elevó las ceja rodando sus ojos y acomodó un poco su cabello—, por favor Lizzie sé que quieres mi ayuda y por eso me dejaste, solo decídete rápido soy alguien ocupado. —Lo miré con algo de roña y esta vez fui yo quien rodé mis ojos.
Ambos llegamos al piso de abajo y cuando iba a abrirle la puerta para que se marchara... Mi hermano estaba a punto de meter la llave en la cerradura. Sus ojos se toparon con los míos y me aterré de momento a lo que fuese decir Nathaniel sobre Félix, tragué en seco mirando a mi hermano. No podía descifrar aquella expresión en su rostro solo nos quedamos los tres en silencio un minuto extremadamente largo.
