¿Qué fue lo que vivió en Londres que la hizo cerrarse a conocer amigos? Tenía miedo por eso siempre se ocultó tras la sombra de su hermano gemelo Nathaniel.
Ella amaba escribir entonces lo conoce a él Félix Graham de Vanilly y su destino empieza a c...
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Pov Félix.
No había visto a Lizzie en ningún momento de la clase, como si se hubiera esfumado por arte de magia o no hubiese ido a la escuela algo que dudaba mucho. No iba a tolerar que se rindiera tan rápido, siento que es un poco caritativo de mi parte jamás me he metido en los problemas de otros y menos de querer ayudarlos; pero ella con esos ojos siento que puedo quedarme a su lado y llegar a conocerla. Fui hacia la clase de mi primo al final del día, había quedado con él para ir a su casa y jugar ajedrez un rato, además de darle mi opinión sobre una de las canciones que escribió el otro día.
—Adrien. —Lo llamé buscando con la mirada a Nathaniel, tal vez él supiera el paradero de su gemela.
—¡Oh, Adrien te busca tu primo! —Una de las chicas de su clase fue la que anunció mi llegada, una chica de dos coletas que me miraba con una sonrisa.
—¿Qué? Tengo algo en la cara. —Le hablé a la chica mirándola directamente, ella pareció sonrojarse por alguna extraña razón el sentimiento de que esa chica me estaba mirando con otros ojos como si quisiera intimar conmigo.
—Es que sigo sin creer que sean primos son muy parecidos. —Rodé los ojos ante lo que la chica estaba diciendo, no era el reemplazo de mi primo para una chica como ella.
—Sí nos los han dicho —hablé con indiferencia para que se diese cuenta que me molestaba que me hablase de más.
—Félix ¿Ya estás listo? —Para la suerte de esa chica mi primo llegó con la mochila al hombro y una sonrisa de oreja a oreja.
—Sí, por eso vine a buscarte, tengo muchas cosas que hacer. —La chica parecía mirarnos, si seguía así iba a hacer grosero.
—Gracias Marinette, puedes decirle a los demás que me voy con mi primo. —Ella se despidió dejándonos solos y de ahí caminamos por los pasillos de la preparatoria.
No sabía como contarle a mi primo sobre mi reciente trato con la pelirroja, era extraño, hasta yo admitía que eso de quedarme toda la noche en casa de una chica sin hacer nada sonaba demasiado extraño y mas conociendo la actitud que tenía esa chica conmigo solo por ser de Londres. Parecía que a mi querido primo le había pasado algo novedoso y esperaba que me contase porque no estaba por gusto; hemos sido como gemelos desde niños y lo conozco mejor posiblemente que su padre, mi madre dice que soy demasiado inteligente y capaz de caulquier cosa que me proponga, así como mi sentido de observación estaba demasiado desarrollado.
—Oye Félix. —Adrien se giró para hablarme después de estar en el coche—. Si te gusta la misma chica que a tu mejor amigo que harías. —Problemas de amor, mi primo tenía problemas de amor y uno grande creo, nunca me ha interesado el amor pero si he leído novelas por aburrimiento.
—No sé ¿conquistarla? No creo que la amistad se rompa por una mujer Adrien. —Le hablé tratando de darle un consejo pero hasta yo creo que mis palabras sonaron demasiada frías.
