EPÍLOGO;

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POV Cameron

Era veinticuatro de diciembre, víspera de Nochebuena y mi cumpleaños. Era la primera vez en muchos años que celebraba Navidad o mi cumpleaños siquiera.

Después de varias discusiones, decidimos celebrarlo en la mansión de los Vittori.

—¿Vendrán los padres de Giovanni? —le pregunté a Carlo. No tenía tantos puestos en el carro, teniendo en cuenta que debía llevar a mis dos hermanos, al hijo de mi hermano, a mi madre, la novia de Andrea y a él.

—Sí, pero yo iré a buscarlos. Veré si Gio quiere ir.

—¿Entonces solo recojo a mi madre?

—Sí, solamente recoge a tu madre. Nos vemos en un rato. —Colgó. Posiblemente se acababa de despertar, lo noté cuando al contestarme bostezó y parecía enojado.

El día de mi cumpleaños solía despertarme temprano para aprovechar las primeras horas de la mañana yo sola. Cuando vivía con Bianca y Marco, los primeros en despertarse éramos yo y mis hermanos, ya que nuestros padres no se despertaban hasta el medio día. No celebrábamos mi cumpleaños, celebrábamos navidad, porque según Bianca, la navidad nos incluía a todos y no solo a mí.

Lo primero que solía hacer era ir al salón y prender la única televisión que teníamos, que era tan vieja que aún tenía antenas y era demasiado gruesa y pesada, además de que apenas se veían bien los colores. La habían comprado cuando llegaron a Estados Unidos, tal vez en 1997 o 1998. Mis hermanos y yo peleábamos por la televisión, así que me levantaba temprano el día de mi cumpleaños para poder ver la televisión tranquila.

Las cosas cambiaron cuando me echaron de la casa, porque Jenn horneaba mi tarta preferida junto a su madre y salíamos a almorzar para celebrarlo. Por otro lado, Alessandro solía invitarme a comer pizza con Andrea.

Eran casi las ocho, así que era hora de empezar a arreglarme para ir a recoger a mi madre y a Gabriella. Salí de mi cama con el pijama todavía puesto y fui a la cocina a prepararme un café.

Andrea ya estaba despierto y desayunando.

—Buenos días, Cameron. —¿Buenos días? ¿Se había olvidado de mi cumpleaños?

—Buenos días, Andrea. ¿Ya te bañaste? Tenemos que ir a buscar a Gabriella.

—Gabs está bañándose, baja ahora. —¿En qué momento había llegado Gabriella?— Pasó la noche aquí.

—Ah, entiendo.

—Por cierto, feliz cumpleaños... —Se levantó de la silla y me abrazó.

—Gracias. ¿Ya arreglaste a Ash?

—Son las ocho, Cameron. Es un bebé...

—A las ocho y media despiértalo y lo bañas, tenemos que salir de aquí antes de las nueve y media para recoger a mi madre.

—Bien...

—Y despierta también a Gianluca para que se vaya arreglando.

Mi hermano terminó su desayuno y resopló para subir a hacer todo lo que le había pedido. Había cambiado mucho en el último mes, ya no era tan malcriado, aunque aún seguía teniendo algunos comportamiento que no me gustaban, pero al menos discutíamos menos.

La puerta de la casa fue abierta. Inmediatamente me volteé y caminé hacia la puerta. Si alguien había abierto la puerta, tenía que haber pasado por los guardias de la cerca y tenía que tener llaves, así que podía ser Sky, o mi padre, o Giovanni, aunque lo dudaba, porque no lo veía desde el entierro de Leonardo.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora