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POV Cameron

Casi una semana después volví a Chicago. 

No sólo me había encargado de aquel militar, también me había tomado mi tiempo para vigilar a mi familia. Mi madre seguía en las mismas, por supuesto, así que no me sorprendí. No vi a mi padre en todo el tiempo, pero sí que escuché algunos rumores de que robaba en la ciudad. Andrea era el que más me preocupaba, pero dejé de darle importancia cuando fui al instituto y pregunté por él y no me dijeron nada malo.

Mucho más tranquila regresé a la mansión de los Vittori, claro que aún tenía ciertas cosas por hacer, pero de eso me encargaría más tarde.

Al llegar, Skyler me recibió en la puerta de la casa. Estaba sentada en las escaleras de la entrada cuando vio el auto llegar. Sólo se levantó y esperó a que llegara.

Me acerqué a abrazarla, pero lo único que recibí fue una cachetada bastante fuerte y sonora en mi mejilla izquierda que tuvo el efecto de una trompeta militar, porque logró despertar todos mis sentidos.

—¿Y eso por qué? —Me sobé la cara e hice una mueca de dolor.

—Eres estúpida, Cameron —Entonces se colgó de mi cuello y besó mis labios. No entendía absolutamente nada.

—¿Me golpeas y luego me besas?

—Sé a qué fuiste a Manhattan.

Creí que le había dejado claro a Giovanni y a mi tío que bajo ningún concepto le dijeran a Skyler sobre mi viaje, pero parecía ser que había sido en vano, porque ella se había enterado. 

Estaba segura de que habían sido ellos porque nadie más que ellos sabían de mis movimientos, y es que había empezado a ser más discreta desde que me había dado cuenta de que Dante y Matteo le soplaban todas mis acciones a la rubia.

—Quiero descansar el viaje, así que es mejor que entre y vaya a dormir. —Dije como excusa.

—Deja de mentirme, tienes unas ojeras horribles. Está claro que llevas unos cuántos días sin poder dormir.

—Y por eso voy a descansar. Hablaremos más tarde.

Le eché un vistazo antes de entrar a la mansión. Sus heridas ya no eran tan importantes, y la del cuello ya no tenía suturas, así que supuse que se las habían quitado recientemente. Me detuve antes de entrar a la mansión.

—¿Tú estás bien? —Pregunté sin mirarla.

—Perfectamente.

Continué con mi camino y subí al cuarto al que me habían mandado cuando había firmado mi contrato con Vittori. Me quité la chaqueta y los zapatos y los acomodé en el armario, luego me quité la camisa y el pantalón y también los guardé.

Me acerqué a la cama y destendí las sábanas para meterme por dentro de ellas y tratar de descansar un mínimo.

Dormí al menos cuatro horas antes de ser despertada por unos golpes en la puerta, que en realidad me salvaron debido a que me había quedado atrapada en una de mis pesadillas de nuevo.

—Pase. —Pronuncié con la voz adormilada.

Giovanni apareció por la puerta y se quedó en la entrada mirándome.

—¿Cómo te fue? —Preguntó con una sonrisa.

—Bien.

—Me alegro.

—Creí que había quedado claro que no quería que Skyler supiera del viaje.

—Tu tío se lo contó. Skyler estaba muy nerviosa y agobiada.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora