1;

5.2K 229 33
                                    

El día anterior había visto llegar un coche negro a la mansión, entrando al garaje de la casa, eso significaba, nuevo guardaespaldas.

Pero no llegó en un coche cualquiera, llegó en el Porsche Panamera negro de mi tío Giovanni, así que ese chico debía ser importante, supuse que era alguien que quería hacer negocios con mi padre, así que me aparté de la ventana y volví a mi silla.

—Ya lo hemos hablado, Skyler.

Era el sexto guardaespaldas este año, y todavía estábamos en mayo.

Estaba harta de que mi padre me pusiera a alguien detrás todo el tiempo, trataba de deshacerme de ellos, pero siempre ponía a otro en el lugar del anterior, claro que le sobraba el dinero como para poner hasta a mil hombres a mis espaldas.

—Ni siquiera Lucca pudo hacer su trabajo bien, si él no pudo entonces nadie podrá— repliqué.

Lucca, ese chico de unos 35 años que había sido mi último guardaespaldas. Era italiano. Piel morena y perfectamente bronceada, ojos castaños y pelo negro con un peinado militar, nunca lo dejaba crecer, siempre lo tenía rapado. Era muy profesional, habíamos intercambiado pocas palabras y lo poco que sabía de él me lo había comunicado mi padre.

El hombre aspiró el humo de su puro y lo apagó en el cenicero.

—No pienso discutir más contigo. ¿Recuerdas lo que le pasó a tu madre?

Obviamente, como no recordarlo. Hace unos cuantos años, mi padre debía dinero a un tipo y tardó demasiado en devolverlo, tanto que secuestraron a mi madre y la mataron delante de él, desde entonces yo tenía a alguien que me protegiera.

El primero que tuve se llamaba Alonzo, parecía un oso de lo grande y fuerte que era, me duró seis años, o sea hasta enero de este año, cuando le eché somníferos en su botella de agua y me escapé de casa para ir a ver las campanadas con mis amigos, en cuanto mi padre se enteró de que se había quedado dormido lo mandó al decine, un grupo de soldados de mi padre.

—Tengo 18 años, puedo cuidarme yo sola. He tomado un curso de defensa personal.

—Deja de empeñarte. Tu tío Giovanni me ayudó a encontrarte a alguien mejor que Lucca así que no seas desagradecida— ahora se dirigió a Luigi, su guardaespaldas, que estaba en la puerta del despacho— haz pasar a Cameron.

Asintió con la cabeza, y abrió la puerta.

Esperaba otro chico italiano alto, musculoso, de mirada seria, peinado militar, moreno y guapo, en cambio, por la puerta entró una chica un poco bajita, con el pelo recogido en una trenza, y mirada hacia delante. Su piel era ligeramente aceitunada. Llevaba unos pantalones y una chaqueta negros que no apretaban demasiado. Tenía el pelo castaño oscuro algo descuidado y sus gafas de sol no me dejaban ver el color de sus ojos.

Realmente creí que era una broma de mal gusto cuando la vi, porque parecía de todo menos peligrosa. Intenté ocultar una risa, pero terminé riéndome como si fuera una broma.

Mi padre no me dio importancia y se levantó y yo hice lo mismo, nos acercamos a una distancia considerable de la chica, que no debía pasar de los 25 años y mi padre comenzó a hablar.

—Skyler, ella es Cameron, tiene 22 años. Se encargará de escoltarte a todas partes. Está completamente preparada. Ha tomado dos cursos de defensa personal y fue la mejor de su bloque.

the girl in black; sapphic [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora