parte 13

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Imagina

Sesshoumaru estaba ahí, Inuyasha estaba en pánico pero, tan pronto escuchó la voz de mando del Alfa, se sintió a salvo, en calma.
Naraku había dejado sus horribles dedos marcados en su blanca piel, amoratada por sus violentas acciones. Sesshoumaru traía unas bolsas en las manos, se acercó hasta Inuyasha, pasando de largo dignamente frente a Naraku, le extendió las bolsas al Omega.

- Toma. Sostén esto. - dijo, se notaba muy molesto, su olor a café se sentía un poco cítrico, mientras que el olor a tabaco de Naraku se sentía un poco amargo, sus aromas estaban chocando. Sesshoumaru lo revisó, su mirada se puso casi roja cuando vió los dedos marcados. - Ve con tus amigos a casa, yo llegaré después.

- No, no voy a irme sin ti, Alfa.

- ¿Alfa? no me jodas. ¿Quieres decirme que no solo resultaste Omega sino que este tipo es tu Alfa? - Naraku, borracho es un lengua floja. Sin deberla ni temerla de pronto se encontró en el suelo sobando su quijada y revisando la sangre de su labio, el puñetazo había sido contundente por parte de Sesshoumaru, cuya expresión fría y sería no ha cambiado desde que llegó.

- No le vuelvas a hablar, no te le vuelvas a acercar, si le vuelves a tocar un solo cabello te juro que esto lo vamos a arreglar en el círculo y créeme no tienes oportunidad contra mí, ¿he sido lo suficientemente claro?

- mierda... - se quejó lamiendo su propia sangre. - te aprovechas que estoy ebrio. No te creas la gran cosa.

- Y tú, ¿no te estabas aprovechando de los betas y acaso no usaste ilegalmente tu voz de alfa en contra de un Omega? un Omega que no es tuyo, además.

- Pues no huele a que esté marcado así que es un Omega sin dueño.

- Creo que ya fui claro, si quieres arreglar esto en el círculo, ahí tienes donde encontrarme. - Sesshoumaru le lanza al piso una tarjeta. Bastó ver el apellido para que Naraku decidiera guardar silencio, al menos por ahora.

Inuyasha ya ha ayudado a levantar a su amigo caído. Sesshoumaru se quita el abrigo y se lo pone sobre los hombros. Retoma las bolsas y camina hacia el automóvil, dónde Inuyasha y Kohaku meten a Bankotsu. Sesshoumaru se mantiene en silencio, sigue muy molesto, sentía muchas ganas de matar a ese alfa.

- ¿a dónde? - pregunta, Inuyasha le da indicaciones. Todo está en un silencio incómodo.

- Soy Kohaku, por cierto. - dice en el asiento trasero mientras cuida la cabeza de Bankotsu en su regazo.

- Taisho Sesshoumaru, mucho gusto Kohaku.

- Mucho gusto, y este mareado es Bankotsu.

- Ya tenía el gusto.

- Gracias, por cierto.

- ¿Por qué me agradeces?

- Por salvarnos del maldito de Naraku.

- No hay problema. Algunos Alfa no deberían acercarse a esta zona sino se saben comportar.

- Tienes razón, y... bueno, ¿tú cómo diste con nosotros?

- ¡Kohaku! dios, perdónalo Sesshoumaru, no le hagas caso. - dijo Inuyasha apenado.

- Vine a traerle la cena a Inuyasha, no lo encontré en su casa así que me preocupé, fue fácil de localizar por su olor.

- ¿No son demasiados olores juntos?

- ¡Kohaku! ¿Para el interrogatorio? - recriminó Inuyasha.

- Tengo curiosidad. Nunca me dejaste preguntar a Naraku estás cosas cuando eran novios. - Era tarde para retirar sus palabras, Inuyasha se tensó al sentir la molestia de Sesshoumaru. - no, digo, o sea...

- Sí, son demasiados olores pero, Inuyasha es el único Omega en la zona, es fácil de ubicar. - respondió Sesshoumaru cómo si no hubiera escuchado lo último. Pero claro que lo había escuchado. El camino a casa de Kohaku fue corto, su hermana, Sango, ayudó a meter a Bankotsu y se despidió rápidamente, dejándolos a solas. Sesshoumaru iba a decir algo pero no encontró las palabras adecuadas, así que guardó silencio y condujo hasta los departamentos de Inuyasha.

- ¿No quieres pasar? - dijo Inuyasha.

- Estoy bien, cena y descansa. - le dijo serio. Inuyasha lo miró a los ojos eran de un dorado tan hermoso, aún tiene las marcas en su rostro. Este es su destinado, no puede dejarlo ir, no quiere esos silencios entre ellos. En un arranque de valentía lo abraza desprevenido. Sesshoumaru tarda en reaccionar pero al final le acaricia las orejitas.

- Pasa y cena conmigo, alfa. Quiero que pases y te quedes conmigo.

- De acuerdo. - Sesshoumaru entró, y comenzó a emitir un aroma muy agradable para Inuyasha.

- ¿Acaso estas marcando mi departamento?

- Eres el único Omega en este barrio. No quiero que otros alfas crean que...

- ¿que estoy disponible?

- ... - Su silencio no es efectivo cuando su olor lo dice todo, está intranquilo.

- ¿estás celoso de Naraku? - pregunta Inuyasha cruzado de brazos.

- ... - ese tono cítrico de nuevo, Inuyasha está aprendiendo mucho esa noche.

- No tienes de qué preocuparte, ya viste la mierda que es.

- si es tan mierda, ¿por qué estabas con él?

- porque... supongo que no vi lo que era al inicio, todas las relaciones parecen perfectas al inicio. - dijo y sintió un vacío en su pecho, todas significa que también está podía terminar mal, aunque aún no ha iniciado si quiera.

- supongo que tienes razón.

- ¿Te molesta que haya salido con otros alfas antes?

- No especialmente. No soy tu dueño Inuyasha. Solo que ese tipo me hizo enojar bastante. Ver sus dedos en tu piel me hizo perder la cabeza y mi lobo lo golpeó y retó.

- ¿Qué es eso del círculo?

- El círculo de alfas es el único lugar donde se nos permite luchar a muerte. Se tienen que firmar varios permisos y así pero básicamente es eso. Cuando dos alfas tienen conflictos tan fuertes pueden pelear en igualdad de condiciones en el círculo rodeados por otros alfa. No se busca la muerte sino la rendición del otro pero a veces mueren.

- ¡Pero qué horrible! ¡¿Cómo pudiste ponerte en riesgo así?!

- Ya te dije que mi lobo me dominó. Además, tú eres quien se puso en peligro esta noche. Y si yo no hubiera llegado, ¿que crees que hubiera pasado?

-... no es mi culpa, yo estaba con mis amigos, no hice nada para que se pusiera así. Estúpidos Alfa, ¿quién mierda se creen para usar su maldita voz de mando y paralizarnos? Sentí que no era dueño de mí mismo, carajo. - Inuyasha tenía tanto coraje atravesado en su pecho, apretaba dientes y puños y sus ojos se llenaron de lágrimas, mirando con horror los dedos morados marcados en sus brazos, se abrazó a sí mismo lleno de impotencia.

Sesshoumaru se acercó lentamente, hasta rodearlo con los brazos y consolarlo en silencio.

- La voz de alfa es para procurar al Omega, para calmarlo durante el celo, para ayudarlo en el parto, para defenderlo de otros alfas, solo los más patéticos Alfas usan su voz para lastimar y manipular. - dice suavemente, besando su frente. Inuyasha asiente en silencio y le devuelve el beso en los labios, suave y gentil.

- ¿Crees que él haya usado su voz en mi contra antes?

- Probablemente, y por ser Omega debió afectarte mucho.

- Sessh prométeme que nunca vas a usar tu voz para manipularme.

- te lo prometo. - Inuyasha lo miró a los ojos, lo besó, una y otra vez, y en silencio, lo llevó de la mano a su habitación.

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