parte 6

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Imagínate

Sesshoumaru está fumando a las afueras de la tintorería, siente ansiedad por apego, su lobo no deja de molestarlo, debe proteger al lindo Omega, aún si él no quiere. Ya pasaron dos días e Inuyasha no ha dado muestras de vida. ¿Tan malo le pareció? Se siente frustrado, ese sentimiento desesperado no es natural en él. Los supresores han ayudado, pero el sentimiento de querer verlo no se va.

Sólo voy a ver qué está bien y entonces vas a dejarme tranquilo- se dice a sí mismo, no lo puede evitar, está intranquilo e incómodo, al fin decide entrar.

- bienvenido - un beta lo saluda con una sonrisa en el rostro, Sesshoumaru busca con la mirada y el olfato pero no logra dar rastro de Inuyasha. - ¿le puedo ayudar en algo señor? - el beta le mira con curiosidad.

- busco a Inuyasha. ¿No vino a trabajar?

- ¿Conoce a Inuyasha? - el beta no esconde su sorpresa y confusión, su amigo no tiende a relacionarse con Alfas, y mucho menos uno de la élite como este. ¿Cómo mierda logró Inuyasha codearse con un Alfa de este nivel?

- Sí, ¿no está? - tanto como conocerlo... Conoce a su lobo eso sí.

- Inu se reportó enfermo, señor... - de inmediato la expresión de Sesshoumaru cambia a una llena de preocupación. - solo fue un resfriado no hay necesidad de preocuparse demasiado. - le dice a modo de consuelo. Sesshoumaru trata de esconderlo pero no es suficiente. Si este beta fuera Omega o Alfa podría adivinar sus sentimientos, por suerte es beta y a penas si puede leer su rostro.

- ¿Tienes su número? ¿Dónde vive?

- no puedo dar información personal de los empleados, lo lamento.

Sesshoumaru está dispuesto a pagar por la información, a intimidar y sacarle la información a ese beta como sea pero, en ese momento su teléfono vibra en la bolsa de su chaqueta.

- Alfa... ayúdame...ven...ven a casa...- la voz se oye quebrada, el lobo de Sesshoumaru aulla dentro de sí. Ven a casa, resuena en su interior, ven a casa.

Eso es suficiente para que su lobo se apodere de la situación.

- Me vas a dar la dirección ahora. - usa su voz de alfa y el beta se siente tan intimidado que le da la información sin chistar. - gracias.

Se retira después de una hojeada al papel, no está lejos, lo cual es entendible, después de todo está en la zona de la ciudad donde viven y trabajan los betas. Conduce un tanto desesperado, Inuyasha lo necesita, es todo lo que puede pensar.

Francamente, no puede pensar, su lobo está tomando el mando, ese instinto de proteger jamás fue tan intenso, su cuerpo se intoxica de adrenalina pura, como si lo preparara para luchar por su vida, o peor, la vida de su Omega. No importa cuánto lo racionalice, lo sabe en el fondo, Inuyasha es EL Omega, el único, para él.

Al fin llega al bloque de departamentos, huela a beta por todos lados, pero el aroma de Inuyasha es inconfundible. Sigue su olfato hasta el departamento en el piso tres, edificio H, número 801. Siente que su corazón se detiene al llamar a la puerta. Escucha un ruido detrás de esta, se acelera el corazón. Al fin se abre la puerta. Inuyasha está en estado Omega de nuevo, sigue usando su gabardina, eso lo hace volverse loco, solo quiere sostenerlo.

- alfa, viniste a casa. - Le dice abrazándolo fuertemente, haciendo que la gabardina se resbale al piso. Sesshoumaru se cimbra, suavemente le acaricia la cabecita con tan bellas orejitas.

- alfa vino porque Omega lo llamó.

- Alfa... Alfa... Inu es Omega. - dijo con ojitos llorosos.

- Sí, Inu es un Omega muy bonito.

- ¿Soy bonito para Alfa?

- Sí, lo eres.

- entonces, ¿Por qué Alfa nos dejó solos dos días? - recriminó con las mejillas infladas.

- Por qué Inu necesitabas tiempo para procesar lo que pasa contigo. ¿Hablaste con el médico? - Inuyasha lo llevo hasta la sala, de la mano, entrelazando sus dedos, se acurruca con él, se siente bien. Demasiado bien.

- Sí, Miroku me dijo que debía conocerte, Inu baka no quería pero lo he convencido. Alfa es bueno para nosotros. ¿Verdad que alfa va a cuidarnos?

- Creo que deberías dejarme hablar con Inu sobre eso, bonito. Mi lo o también te quiere pero, no podemos imponernos al otro. Sé que es difícil, pero...

- Promete que vas a cuidarnos y te dejaré con Inu. - dijo el lobo de Inu seriamente, mirando fijo en los ojos dorados de Sesshoumaru.

- yo voy a cuidar de ti, Inuyasha.

- Alfa también es bonito cuando está conmigo. - dijo dibujando sobre las mejillas y frente de Sesshoumaru con u a mirada muy cálida, Sesshoumaru se sintió confundido por la acción pero trato de mantener su lobo a raya. Le urge un cigarro. Inuyasha le da un beso en la frente. - ¡¿Cómo entraste?! - que poco duró su dulzura.

- tranquilo, tú me llamaste.

- ... - Inuyasha se aleja de sus brazos, contra su propia necesidad. Recuerda la plática con Miroku, recuerda regresar al departamento, sentirse encerrado y necesitado. - estaba investigando más sobre mí condición.

- lo dices como si estuvieras enfermo. Es lo que eres.

- si bueno, tomé tu consejo y fui al médico.

- ¿Y qué te dice? ¿Está todo bien?

- estoy bien... Pero mi lobo... Él no deja de sobrepasarse. No sé controlarlo. Ya lo has visto. Yo jamás me lanzaría a tus brazos por mi propia cuenta.

- ¿Tan poco atractivo te parezco?

- no...no es eso. Solo, juré que no me relacionaria de nuevo con un Alfa.

- ¿De nuevo? - Sesshoumaru se siente celoso, y su olor se potencializa.

- dios... Para por favor, tu olor me marea mucho. Ya es difícil verte a la cara con esta apariencia, y esas líneas en tu rostro, dios, harás que mi lobo salga de nuevo.

- ¿Lineas en mi rostro? - Sesshoumaru saca su celular, activa la cámara frontal y mira las líneas púrpuras en las mejillas, la aparente sombra en los ojos y la luna creciente en su frente, se queda sin aliento. - mierda.

- ¿pasa algo?

- ¿El doctor te habló sobre los destinados?

- ¿Destinados?

- yo... - Sesshoumaru miró la inseguridad en los ojos de Inuyasha, y decidió llevar las cosas con calma. - olvídalo, me llamaste y aquí estoy. Es obvio que nuestros lobos se reconocen y quieren conocerse más.

- supongo....

- ¿Y qué piensas?

- ¿Qué pienso de qué?

- sobre conocernos más.

- ¿Me estás invitando a salir?

- Yo... Supongo que eso estoy haciendo.

- no eres nada romántico. - se quejó Inuyasha.

- oye, intimide a tu compañero de trabajo para obtener tu domicilio, creo que soy bastante romántico.

- jajajaja - ah esa bella risa calentó la sangre en las venas de Sesshoumaru. - está bien, hagamos eso, salgamos, quiero conocer tu alfa.

- yo quiero conocerte a ti, Inuyasha. - el mencionado se puso de todos los colores posibles cuando la mano calida de Sesshoumaru le acaricio las orejas. Poco a poco se acercaron, se siente bien, estar envuelto en sus brazos. En los brazos de alfa.

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