parte 42

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imagina

Naraku estaba en casa, estaba preparando un ramen en la cocina, con un poco de rock de fondo, su vida ha cambiado desde el problema con Inuyasha, está tomando supresores de celo y se ha sentido mejor.

Aún si su propuesta a Byakuya era coquetería pura, y el detective no le ha concedido una cita oficialmente, si se han visto para tomar algo de vez en cuando, cuando el trabajo del detective se lo permite.

Es un avance, dice el terapeuta, estás invirtiendo tiempo en ti, mientras Naraku toma clases de yoga en vez de más boxeo, y de ikebana (arreglo floral japonés) en vez de poner más peso en el gym.

Ahora prepara algo no muy sano, un ramen, pero le agrega panceta y verduras, un huevo lo decora al final, se sienta a ver alguna serie policiaca cuando el teléfono vibra en su pantalón.

Tan pronto sabe la razón de la llamada deja de lado el plato y toma las llaves, llega corriendo al hospital.

- Perdón por llamarlo pero es el contacto que encontramos en el registro, el paciente apenas si habla, se nota muy asustado.

- ¿puedo verlo?

- adelante. - al entrar le hiela la sangre, Inuyasha está como antes, su cabello es negro y sus ojos marrones, no hay rastro de las orejitas ni del cabello plateado o los ojos dorados, su olor es como antes, a beta, se nota asustado, pero tan pronto lo ve corre y lo abraza. - Inu... - el alfa no sabe si está bien devolver el abrazo, ha sido un maldito con él.

- Nara, diles que me dejen tranquilo. El mundo se ha vuelto loco. - Naraku lo mira y trata de calmarlo con su aroma pero Inuyasha no parece percibirlo, tiene un golpe en la frente.

- Está bien, ven, sentemonos. Dime, ¿recuerdas qué te pasó?

- No, pero me duele la frente. - dice y se soba el chichón.

- ¿Inu, no te acuerdas de que eres Omega?

- jeh, estás de broma.

- No, Inu, trata de recordar. - Naraku no es tonto, puede percibir el olor a cachorros, revisa la nuca y ve lo obvio, Inuyasha es Omega de otro Alfa y ni siquiera lo recuerda.

- No sé de qué hablas. Sácame de aquí amor. - es obvio que Inuyasha no recuerda los últimos meses. Naraku da un largo suspiro.

- Descansa, hablaré con el doctor, ¿sí?

- Está bien.

Sale y toma el teléfono.

- Byaku, no me lo vas a creer...

Byakuya llegó media hora después, pero claro que no llegó solo. Sesshoumaru y Miroku vienen con él, a pesar de sus diferencias, Naraku notó la clara preocupación en el rostro del alfa, se nota que no durmió en toda la noche, pero en cuanto Sesshoumaru puso los ojos sobre él se le fue encima, el dúo de omegas que lo acompañaban intentaron sin mucho éxito detenerlo.

- ¡¿qué mierda le hiciste?! ¡te voy a matar! - amenazó sujetandolo de los hombros hasta estamparlo contra la pared, la espalda de Naraku crujió adolorido, sacándole el aire del pecho, un puñetazo en el rostro y terminó en el piso, el olor de alfa dominante de Sesshoumaru era difícil de tragar para todos.

- ¡Nara! - Inuyasha corrió hasta ellos y se interpuso frente a Sesshoumaru mirándolo con ojos llorosos llenos de rencor y miedo. - ¡basta no lo lastimes! ¡¿quién mierda te crees?!

- Inu...- Sesshoumaru tembló lleno de miedo, su Omega no lucía como siempre, su olor era muy tenue casi imperceptible y sus cachorros...- ¿estás bien? ¿y los cachorros?

- ¿te conozco? - preguntó pero su tono era de enojo, irritable, mientras ayuda a levantar a Naraku.

- no doy crédito... ¿es que no recuerdas a tu alfa? - Sesshoumaru está al borde de la furia irracional.

- ¿disculpa? me confundes con un Omega.

- no, no te confundo con un Omega, eres mí Omega, y yo soy tu alfa, ¿cómo puedes olvidarlo? - dice francamente triste el alfa, decepcionado.

- soy solo un beta cualquiera, y tú te ves como uno de esos alfas millonarios, es imposible que alguien como tú se fije en alguien como yo.

- pero...- antes de jalarlo, Miroku interrumpe a Sesshoumaru y se acerca a revisar a Inuyasha. A pesar del enojo del golpe, Naraku se aleja y va hacia Byakuya quién mira todo muy serio.

- hola, soy doctor, dime ¿te dolió mucho el golpe? ¿recuerdas qué te pasó?

- solo recuerdo que iba en un taxi y cuando íbamos a chocar me golpeé la cabeza. - Miroku revisa las manos.

- viste que iban a chocar pero,  ¿no metiste las manos?- preguntó el médico mientras lo lleva a su cama y revisa el estado de los gemelos pero tratando de disimular.

- tienes razón, no... no sé yo...- Inuyasha se sostuvo el vientre... - no sé porque pero protegí mi vientre... yo... - sus ojos empezaron a derramar gruesas lágrimas... - ¿por qué estoy llorando? - lleva sus manos temblorosas a sus ojos.

Sesshoumaru está ahí, mirando a su Omega sufrir, no sabe qué hacer, deja a su lobo salir, las marcas en su rostro relucen, su aroma a chocolate y café inunda la habitación, Inuyasha aspira el aroma, eso lo calma, su cuerpo lo recuerda pero su mente está nebulosa, cierra los ojos, lleva su mano a su nuca, puede sentir los surcos en su piel.

- ¿yo te conozco? - vuelve a preguntar a Sesshoumaru y este solo se limita a asentir. - sonará estúpido pero, ¿puedes darme un abrazo? - Sesshoumaru se acerca y lo abraza. Inuyasha hunde su nariz en el cuello del alfa, entonces siente una patada en su vientre. - por qué... ¿qué me pasó? ¿qué mierda soy yo? - dice y se aparta de golpe. - Naraku... Naraku... - busca al único que le parece familiar, al alfa se acerca solo para que se calme... - no me dejes, alfa. - Sesshoumaru no puede más, no puede soportar que su Omega llame alfa a otro.

- Inuyasha... ¿cómo puedes hacernos esto? - pregunta con un semblante de hielo Sesshoumaru, Inuyasha no entiende lo que pasa, no quiere que el alfa se vaya pero se siente muy asustado.

- yo no...

- si es a él al que eliges, entonces no puedo haver nada. -  Sesshoumaru saca una pequeña caja de su bolsillo y la pone en la mano de Inuyasha, se retira en silencio. Inuyasha abre la caja y mira el más costoso y bello anillo de compromiso jamás imaginado.

Mientras Sesshoumaru sale de la habitación errático, Byakuya lo sigue...

- ¿a dónde vas?

- No lo soporto, no puedo soportarlo, si me quedo ahí voy a cometer un homicidio y me vas a encerrar. - realmente parece ante los ojos del detective que Sesshoumaru está aguantando las ganas de separar la piel de la carne de Naraku.

- Inuyasha y los cachorros te necesitan.

- Pues no parece, parece que Naraku siempre va a ser el alfa que Inuyasha quiere.

- No digas sandeces, Inuyasha y tú son destinados.

- ¿y por qué le dice alfa a otro? ¿por qué parece beta? ¡ni siquiera recuerda a nuestros hijos!

- ¿y vas a dejarlo en manos de Naraku?

- parece cómodo ahí.

- ¡¿te estás escuchando?!

- ...- Sesshoumaru está al final del pasillo, con las manos en la cabeza, quiere irse, su orgullo está herido, pero su lobo no quiere irse, quiere estar con su Omega y sus cachorros.

- ¡Alfa!!!! - el grito por el pasillo lo hace dar la vuelta...

imagina al Omega llorando sosteniéndose el vientre y gritando por Sesshoumaru.

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