parte 22

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imagina

- a...alfa...al...fa...- Inuyasha está arriba, sube y baja sobre el miembro del alfa, está agotado, es el final de su semana, aún así, aún si hace unos minutos estaban tranquilamente acurrucados en la cama, el instinto le pidió un último nudo, Sesshoumaru no se lo negó, y ahora se hace cargo. - Omega está muy lleno...

- sí, mi bello Omega está muy lleno. ¿se siente bien?

- sí... sí... a Omega le gusta mucho el nudo de alfa...

- a alfa le gusta mucho la expresión de Omega justo ahora... - Sesshoumaru lo hace ir más rápido con una mano en su cintura y la otra lo hace bajar para besarlo, muerde un poco los labios, vaya que ha mordido ese cuerpo a su antojo.

Mordió el interior de los muslos durante la felación tras otra, mordió los glúteos durante aquellos besos prohibidos en la intimidad de Inuyasha. Mordió los hombros y la espalda, desesperado por morder el cuello protegido.

Un solo espacio no mordió, y eso era la muñeca y antebrazo que otro había mordido. Su lobo quiere morder ahí pero la poca consciencia de Sesshoumaru lo mantiene lejos de la zona. No quiere que el Omega reviva el traumático evento.

Inuyasha hace su mejor esfuerzo, dando ricos sentones en la verga erguida. Realmente quiere ser mimado y llamado buen chico. Quiere que lo elogie por tan buen trabajo. Se siente bien, va a un ritmo que le gusta, sin prisas, está muy lleno de Sesshoumaru, eso ya está satisfecho.

- Omega quiere venirse... ah...ah... alfa...

- Buen chico, déjalo salir para mí...- Sesshoumaru le da una mano con eso para verlo con esas mejillas rojas y esos jadeos profundos exhalar bocanadas de aliento y experimentar su orgasmo.

Sentir como su cuerpo se contrae y lo aprisiona tan delicioso, Sesshoumaru se graba en la mente tan erótico y bello recuerdo. Inuyasha ha terminado y no tiene fuerzas para moverse, pero Sesshoumaru aún no termina. Desde abajo mueve la pelvis con fuerza para penetrarlo, en medio de su orgasmo, tiene que sentir esa abertura en su cuerpo, el calor del roce de pieles, el ruido que hace su agujero lleno de semen mientras es vulgarmente usado es tan obsceno que no puede ser callado ni por sus gemidos ni por los gruñidos del alfa.

- Alfa malo...- dice Inuyasha agotado, no puede moverse, se siente entumido. - a Omega le duele...

- ¿qué le duele a mi amor? - otra vez esa palabra, Inuyasha la ha evitado desde que se la dijo.

- todo me duele, alfa malo, alfa insaciable.

- yo no fui el que pidió un último nudo, te dije que sería mucho para tu cuerpo. - Sesshoumaru enciende un cigarro y espera que Inuyasha se recupere, sobre él, no quieren que termine pero saben que pasará, están agotados, ambos, la calentura ha pasado y su mente está un poco más lúcida, Inuyasha se acurruca en su pecho, escucha el corazón de Sesshoumaru latir.

Pasa aproximadamente una hora antes que al Omega decida moverse.

- Tengo hambre, pero quiero limpiarme.

- ¿pido comida y nos damos una ducha?

- sí. Primero baño. - a Inuyasha ya no parece molestarle que Sesshoumaru lo cargue desnudo hasta el baño, es de tal lujo, la tina es tan grande y de tan blanca porcelana. Sesshoumaru lo deposita en la tina y abre el grifo templando el agua, vacía algunas sales de baño y un jabón líquido. Para entrar a su lado por su espalda. Lavar su cuerpo es parte del fin del ciclo. Inuyasha le permite hacer y deshacer, atrás dejó la inseguridad y el decoro. Solo es desnudez, limpia.

El Omega se retuerce un poco cuando le abre y limpia su desastre en su entrada. Ahí sí puede sentirse avergonzado pero lo deja hacer, tarda bastante, cuando dijo que lo llenaría lo tomó como un reto muy personal.

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