parte 20

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imagínate

Inuyasha respira entrecortado, jadeante y un poco más excitado de lo que creyó podría estar nunca. Al fin está pasando, en aquel nido tan bonito que hizo, oh que buen nido construyó sobre la cama de su alfa.

Sesshoumaru se ha tomado su tiempo para admirarlo en tan fina lencería, es tan delicada y sexy, que lo pone muy mal, está pasando un rato muy difícil no siendo brusco. Después de todo es la primera vez de Inuyasha como Omega.

- alfa... ¿te gustó?

- me encanta... tan lindo, tan buen chico...

- Omega ha sido bueno.

- tan bueno... - dice Sesshoumaru entre besos, sus manos están en la cintura, sus dedos pulgares se mueven suavemente acariciando las curvas, esa maravillosa zona que deja de llamarse espalda. Hace presión con sus dedos, la suficiente para que el Omega los sienta pero no tanta como para marcarlo. Es temprano para eso.

- Alfa...alfa... Omega quiere...

- ¿qué quiere mi lindo Omega? - baja por el cuello, restregandose contra este para llenarse de las feromonas de ambos. Huele tan bien, tan malditamente bien, que siente como su entrepierna se pone más y más rígida.

- Omega quiere ser tocado y mimado por alfa, porque he sido bueno...

- tan bueno...¿dónde quieres que alfa te toque bonito? - ah los sobrenombres, bonito, lindo, buen Omega, hacen que Inuyasha se moje. Toma la mano de Sesshoumaru, entrelazando sus dedos, su alfa sonríe y besa el dorso. Lentamente el Omega lleva la mano entre sus piernas...

- aquí... me quema... - le dice gimiendo quedito, Sesshoumaru se sonríe, sus ojos dorados tienen un brillo que nunca antes vio, las líneas en su rostro aparecen fuertemente enmarcando su cara. Inuyasha piensa entre la nube de feromonas que su alfa es demasiado guapo. Sesshoumaru mira con atención la parte inferior de esa lencería, es tan delicada, entonces nota que esta consta de una abertura, como si...

- bonito, ¿acaso escogiste está bonita ropa para ser follado en ella? - le dice abriéndole las piernas y algo más.

- ahhh... alfa...- dice avergonzado tratando de esconder su rostro entre sus manos mientras es observado así, completamente expuesto por su deseo. Sesshoumaru se reclamé los labios, y suavemente mete un par de sus dedos entre los labios de Inuyasha para que los humedezca. El Omega los succiona con desesperación. No sabe lo que va a pasar pero sabe que va a gustarle.

- Alfa va a cuidar bien de ti, relájate. - le dice a la orejita.  Lo primero que siente Inuyasha son esos labios besando su intimidad, esa lengua recorrerlo, está tan bien lubricado, huele tan dulce que Sesshoumaru no se resiste al sabor. A la par que mete el par de dedos dentro. Inuyasha se tensa un poco, resbalaron tan bien. - buen omega, estás muy mojado para mí. Estás tan estrecho, ¿estás seguro que podrás con mi nudo? - la sola palabra lo hace gemir...

- alfa me lo merezco... lo quiero... quiero el nudo de alfa... ahhhh - está hecho un desastre líquido. Que bueno que el alfa previno y pidió sábanas especiales para no arruinar el colchón. Mete tres dedos. Inuyasha mueve sus caderas y abre más las piernas, ya se ha puesto tan duro que la lencería le aprieta. Pero quiere tenerla puesta. Su alfa no está equivocado, quiere ser follado con esa lencería.

- estás empapado... voy a entrar tan profundo que vas a llorar...

- ahhh Alfa... si... si ... hazme llorar... con tu nudo... - Inuyasha está perdido, su mente está en esa nebulosa de feromonas de ambos. Sesshoumaru no está mejor, trata desesperadamente de prepararlo sin perder la razón, su lobo lo único que quiere es entrar y anudarlo, pero el quiere evitar lastimarlo.

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