parte 8

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imagina

Inuyasha no podía evitar el trabajo por siempre, no sin explicar su condición,  situación que lo llevaría al desempleo. Estaba convencido que podría seguir su vida de beta. Sin Sesshoumaru cerca, no tendría que cambiar su apariencia. A él lo vería el fin de semana, los nervios lo tienen muy emocionado, pero intenta no dejarse llevar demasiado.

La idea de ser Omega infiltrado en un barrio beta, con un trabajo de beta, ya lo tiene bastante preocupado, no quiere agregar las dudas sobre ser destinado de Sesshoumaru ni de todo lo que eso podría implicar.

- Milagro que vienes a trabajar. - bromea Bankotsu dándole un codazo a forma de juego.

- Sí, ¿me extrañaste?

- Algo, pero no tanto como el alfa que te vino a buscar, lamento darle tu dirección, no sé qué me pasó, pero sentí que sino se la daba me golpearía. - Bankotsu es el mismo beta, huele a suavizante de tela pero eso es entendible dado su trabajo. Inuyasha tomó una fuerte cantidad de supresores y trae una mascarilla, aún así los olores le golpean mientras dobla ropa.

- ¿Desde cuándo huyes a peleas? - Basta decir lo culpable que se siente de que el Alfa de Sesshoumaru intimidara así a su amigo.

- Oye, ¿estás realmente bien Inu? te noto diferente. No sé decir qué es. - Bankotsu iba. tocarle la frente para verificar que no tenga fiebre pero Inuyasha se aleja por instinto.

- Estoy bien, no cambies el tema.

- Ese alfa es de cuidado, algo en mi interior me dijo que no ganaría esa pelea. No se explicar. Dime, ¿lo conoces?

- Sí.

- ¿Cómo alguien como tú conoce a alguien como él?

- ¿qué quiere decir alguien como yo? ¿alguien como él?

- Bueno, nosotros somos betas, ese nivel de alfa de élite no anda por estos rumbos, no es amigo de betas salvo aquellos con dinero y poder, por ejemplo de algunos políticos y empresarios, ese tipo de alfa ya sabes, típico que tiene un montón de omegas buscando darle descendencia para asegurar su futuro y una vida cómoda. Él es ese tipo de alfa. Y tú solo eres tú, Inu el beta que dobla ropa. No te ofendas solo...- Bankotsu guardó silencio cuando notó que una lágrima traicionera rodó por la mejilla de Inuyasha ahogada en el cubrebocas. - Perdón no quise, oh por dios no llores... Inu...

- Está bien, tienes razón, ese tipo de Alfa solo se fijaría en un Omega para tener descendencia. ¿Así es como los ven no es cierto? Los alfas a los omegas, como bolsas fábrica bebés.

- Yo no quise decirlo así, es decir yo no lo conozco a él específicamente. Digo tengo amigos alfa que no son así. Es solo que ese tipo se ve demasiado para...

- Demasiado para mí, ¿eso?

- Ay Inu no quiero que te sientas mal. Ni siquiera te he preguntado la razón de conocerlo.

- Nada importante. - dijo y dio por cerrado el tema, ¿y si Sesshoumaru solo lo quiere para darle hijos? Un helado resentimiento le atravesó el pecho.

Continuó su trabajo, tuvo que mascar chicle con sabía a café para evitar el asco, solo quiere correr a casa y ponerse la ropa que huela a Sesshoumaru y sentirse un poco mejor.

Ya era hora de cerrar, ha estado muy callado con Bankotsu, de pronto ser beta no le gusta tanto. Le gustaría conocer a otros omegas. llamar a sus ex no ayudará en nada. No está listo para revelar a los demás su condición actual. Se siente solo, con nadie a quien acudir. Cuando están cerrando la tienda...

- Perdón cliente, ya cerramos. - dice Bankotsu, ese olor. Inuyasha se gira, es Sesshoumaru. Ya no tiene las líneas en su rostro. Inuyasha piensa que ha de tomar fuertes supresores también.

- Hola... - dice el alfa calmadamente. Inuyasha lo mira aún sorprendido.

- Hola...

- Te traje la cena. - le dice mostrando la bolsa de comida. Inuyasha se enternece, ¿cómo supo que lo necesitaba?

- Vamos entonces. - dijo caminando a su lado. - nos vemos mañana, Ban. - dice con un ademán, dejando al beta confundido.

- Inu, sobre lo que te dije hoy, no hagas caso. - le repitió, Inuyasha solo movió la mano en señal de despedida, ni siquiera se giró, y después metió su mano en el espacio entre el brazo y torso de Sesshoumaru, entrelazando sus brazos.

- ¿Cómo sabías que te necesitaba? - preguntó quedito sin apartar la mirada de los pasos que daban juntos sobre el camino. Es una noche fría de octubre, la luna llena majestuosa está en lo alto.

- Sólo lo supe. ¿Que cosa dijo el beta que te lastimó tanto?

- Nada. - dijo Inuyasha, agitando la cabeza como si eso desvaneciera las palabras en el aire. - No quiero hablar de eso.

- Está bien. Si quieres que lo golpeé avísame.

- Jajaja, gracias supongo. Él dijo muy sinceramente que sabe que no ganaría contra ti.

- No es el gran descubrimiento. La mayoría no ganaría.

- Tengo un Alfa muy dominante entonces. - dijo bromeando.

- Sí. - pero cuando Sesshoumaru afirmó que de hecho sí lo tenía como su alfa, Inuyasha detuvo su camino. Estaban ya en el bloque de departamentos, lo hizo seguirlo al parque comunitario y se sentaron en los columpios. - la comida va a enfriarse.

- Tengo microondas, puede esperar. Dime una cosa, he estado leyendo un poco más sobre Alfas y omegas. Y quizás es mi omefobia interiorizada pero, ¿exactamente por qué quieres que estemos juntos?

- Es una pregunta muy compleja de responder, en principio diría que quiero conocerte.

- ¿Crees en verdad que estamos destinados?

- Al principio no lo creí, pensé que tendrías problemas hormonales y que eso hizo que salieran tus orejas. Cuando te vi sentí algo, pero estaba mas preocupado porque no estuvieras sufriendo un colapso o algo. Cuando vi que te creías beta supe que algo estaba mal. Por eso te dije que debías ver a un médico. Pero, cuando estar contigo me hizo sacar las marcas, supe que no era coincidencia. Así que sí, creo que somos destinados.

- ¿eso es todo?

- No, no es todo, pero es un inicio. No creo estar obligado ni amarrado a ti, pero si el universo quiso que te encontrará, al menos quiero conocerte. Eso no quiere decir que a fuerzas debamos estar juntos. Pero, aún sino somos pareja, podemos ser amigos. Me siento bien cerca de ti, mi lobo quiere estar con el tuyo, y si te sientes mal yo me siento mal. Hoy por ejemplo, estaba manejando a casa cuando mi lobo me dijo que debíamos traerte comida y acompañarte a casa y lo hice. No porque él me gobierne sino porque lo escucho, tengo una relación sana con él, casi siempre.

- Yo no entiendo al mío, hacer lo que me dice me asusta.

- Comprendo, es nuevo para ti. Debes tener paciencia Inu. - dijo acariciando su cabello negro, que pronto se tornó plata, brotando esas bonitas orejas. Sesshoumaru se quitó su sombrero y se lo puso, a modo de tapar las orejitas. - lo siento.

- Está bien. - Inuyasha se levantó. - Vamos a cenar, alfa. - le ofreció una sonrisa, aún tiene muchas dudas pero hoy, hoy quiere cenar con el alfa algo rico en casa.

Imagínate

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