parte 38

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Imagina estar en un departamento de lujo...

El eco de chapoteo del agua de la tina va y viene entre los gemidos, mientras un Alfa entra y sale del cuerpo delicioso de un Omega, la marca en el cuello lo dice todo, no se han quitado las manos de encima por varias semanas, uno pensaría que, con el vínculo, el celo sería más llevadero y es verdad, pero este par simplemente están locos el uno por el otro.

- Alfa.... alfa... llename, estoy vacío... lléname... dame cachorros alfa... dame diez...

- Omega lascivo te voy a dar tantos cachorros que vas a estar tan redondo, todo por mí. Vas a darme lindos cachorros bonitos como tú, ggrrr.

Ya se ha vuelto casi una cosa de la pareja, pedirse crías en medio del sexo pero casi no tocar el tema fuera de la cama, o la tina, o la mesa, o el sofá, o donde quiera que estén cogiendo.

Sesshoumaru entra bien y profundo, le da lo que quiere, sentirse bien lleno y caliente, anudado, seguro que no irán a ninguna parte, que están juntos para siempre.

El Omega llora ante el nudo, jadea y lloriquea un poco, pero siempre vuelve suplicando por otro nudo y por más semen.

En pocas palabras, don un par de enamorados muy cachondos que se tienen unas ganas animales todo el tiempo. Suerte para el pobre cuerpo del Omega, que el alfa tiene una conferencia importante en la mañana.

¿que por qué es una suerte? digamos que su salud no ha sido la mejor hace unos días pero no ha querido distraer a su alfa con trivialidades.

....

Es la cuarta vez que se escucha la palanca del wc en el departamento de Sesshoumaru. Inuyasha sale con una mano en el vientre y otra en la pared, siente mucho asco y náuseas desde hace un par de días, hoy definitivamente ha faltado al trabajo.

Va a la cama y se sienta con delicadeza, solo moverse le requiere un gran esfuerzo, alcanza el teléfono que le conecta con el servicio. Odia usarlo, siempre le dice a su alfa que tiene manos, que no necesita que lo atiendan, pero simplemente no puede consigo mismo.

- a su servicio señor Takeda

-... - Inuyasha hace una pausa, todos ahí lo conocen ahora, como la pareja oficial de Sesshoumaru. Eso le hace sentir bien aún en su malestar. - sí, disculpa, pueden traerme medicamento para las náuseas.

- claro, puedo llamar al médico si prefiere...

- no es necesario, solo la medicina por favor. - tiene un brazo sobre sus párpados cerrados, mientras su mente trata de concentrarse en la voz de la chica al otro lado de la línea. - y unos sueros por favor.

- en seguida se los llevan señor Takeda, ¿Gusta que llame al señor Taisho?

- no molestemos a Sesshoumaru en esto, solo me duele el estómago, gracias. - después de la despedida, la chica cuelga, Inuyasha escucha los tonos y al fin, con sus últimas fuerzas, cuelga. No pasan más de tres minutos, cuando tocan a la puerta.

- ¡Pase por favor! - grita y ese solo esfuerzo le hace correr al baño a vomitar, lo peor es no tener nada en el estómago, sentir como se estruja dentro de ti a pesar de estar vacío.

- señor Takeda, ¿Se encuentra bien? - pregunta el chico que ha llevado su pedido, Inuyasha se enjuaga la boca con agua del grifo y hace una seña de que estará bien, como sino fuera nada. Desesperado toma las pastillas, un par, y las pasa con un trago de suero frío. Por un momento se siente mejor.

- Gracias... - dice y despacha al del servicio, se mete bajo las cobijas y se hace bolita.

Lo siguiente que recuerda es abrir los ojos y ver la cara de preocupación de Sesshoumaru.

- Alfa...

- Shhh... Estoy aquí. - dice sosteniendo su mano, es cuando Inuyasha lo entiende, ya no están en el departamento de Sesshoumaru, están en el hospital.

- Despertaste, me alegra. ¿Cómo te sientes Inu? - pregunta Miroku con su eterna sonrisa. Inuyasha nota que tiene suero por intravenosa y la firmeza en la mano que lo sostiene.

- Estoy bien solo me sentía mal del estómago, no es para tanto.

¿Hace cuánto tienes las molestias? - pregunta palpando el estómago y tomando nota.

- una semana. - dice Sesshoumaru sorprendiendo al par de omegas por lo mucho que le pone atención. Desde la noche del vínculo Inuyasha ha estado viviendo con él, viviendo la llamada luna de miel, no quieren estar separados, así que, naturalmente, Sesshoumaru lo ha observado de cerca.

- Ya veo, llegaste con deshidratación, ¿Sabes? Durante los celos ¿has estado tomando suficiente líquido? ¿Te estás alimentando correctamente?

- Sí, Sesshoumaru siempre se encarga de que no deje de comer ni beber agua y suero.

- Entiendo... - Miroku toma nota de cada comentario y revisa los signos de los aparatos. - te voy a hacer algunos estudios de sangre, de orina y un ultrasonido en el estómago para revisar.

- Estoy bien Miro, esto es exagerado.

- Puede ser, pero tu alfa es millonario y yo tengo que pagar mi nuevo auto, así que sé buen amigo y déjame ser exagerado. ¿Sí? - Inuyasha se sonrió y se dio por vencido. El propio Miroku tomó las muestras de sangre y lo dejó descansar un rato. Inuyasha sentía mucho sueño, al menos ya no quería vomitar. Sesshoumaru besó su frente y salió detrás de Miroku.

- Miroku, ¿Él va a estar bien verdad?

- hay que esperar los resultados...

- Déjame cambiar mis palabras, ÉL VA A ESTAR BIEN, ¿OK? No escatimes en nada, no veas otros pacientes, Inuyasha debe ser tu prioridad número uno...

- No sé si burlarme de ti por creer que me puedes intimidar a mí, por creer que mi amigo no sería mi prioridad máxima, o por lo tierno y perdido que te miras justo ahora, como cachorro sin dueño, estás loco por él.

- claro que lo estoy, es mi destino....solo él me importa.

- Vaya, mirándolos me dan ganas de hacer el vínculo con Kouga. En fin, si me dejas hacer mi trabajo más rápido te tendré los resultados, ¿Vale? Ánimo hombre, ya lo dijiste, es tu destino, ten fé.

- ... - Sesshoumaru volvió a su lado cuando Inuyasha ya dormía.

Al despertar, Miroku ya había llegado con el aparato de ultrasonido.

- El gel está un poco frío. - le avisó y comenzó a pasar el aparato, su sonrisa pronto cambió a una de sorpresa que alertó a la pareja. Miroku estaba serio, revisaba la imagen, al terminar salió de la habitación sin decirles nada. La pareja se miró.

- Alfa... - dijo Inuyasha por lo bajo.

- aquí estoy. Sesshoumaru sujetó su mano.

Miroku volvió a la media hora.

- perdón la espera, fui por tus resultados de laboratorio, Sesshoumaru puedes esperar afuera por favor.

- ¿Qué? Espero una mierda. No lo voy a dejar solo.

- Por favor. - insistió Miroku. Inuyasha se aferró a la mano de su alfa.

- Quiero que alfa esté conmigo, pase lo que pase, sea lo que sea, Miroku, él y yo estamos juntos para siempre. Sólo somos él y yo. - dijo Inuyasha con determinación. Miroku asintió.

- en ese caso, ya sé la razón de tus náuseas, la buena noticia es que no estás enfermo.

- ¿Y la mala? - preguntó la pareja asustados. Han pasado las mejores semanas de su vida y ahora algo parece obstaculizar esa felicidad.

- pues ya no van a ser solo ustedes dos. - dijo y extendió las imágenes del ultrasonido. - aquí se ve...

- ¿Qué estamos viendo? - preguntó Sesshoumaru.

- no tengo idea. - dijo Inuyasha.

- aquí y aquí... Son los corazones de sus gemelos. Van a tener cachorros, felicidades.

imagina la expresión de sorpresa de la pareja ante la noticia.

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