¡Meowscarada, la ladrona enmascarada! [Pokefilia] [Lemon] (+18)

¡El Súper-Entrenamiento Gatuno de Mel! + BONUS: Q&A 1

Me paré frente a la fachada desgastada del edificio. "Pero, esto no puede ser" me dije. Revisé las instrucciones que Sprig había escrito para mí sobre cómo llegar a la casa de Rem, y regresar. Salí después de ayudar a la señora mamá de Zack (me dijo su nombre pero me olvidé, ¡perdón!) a cocinar el desayuno, así no iba demasiado temprano a ver a Rem, pero hay un problema aquí...

Este edificio no tiene puerta. Ni ventanas, al parecer ni techo... Es como... sólo cuatro paredes, como un almacén al aire libre. ¿Tal vez por detrás del edificio? 

Ah, sí, hay una puerta doble de metal, pero detrás del lugar... ¿Aquí es donde vive Rem? Supongo que tocaré la puerta... 

El sonido retumbó, las puertas se sacudieron, pero nadie vino a contestar. 

- Ugh, si las puertas están cerradas, el dueño no está. Lean el carte--  Una voz familiar interrumpió mis pensamientos. - Zalamadre... ¿Reinita? 

- ¡Rem! ¡Hola! - Lo saludé sacudiendo la manito, es genial volver a verlo, jeje. 

Él tenía medio cuerpo metido en el suelo. Al parecer, como si fuera Bugs Bunny o algo así, salió de un hueco en medio de la tierra, que antes estaba cubierto por una escotilla de madera, sólo que no lo había visto antes. Curioso, que ambos vivamos literalmente en un agujero. 

- ¿Vives aquí Rem? ¿Todo el edificio es tuyo? 

- Nah, el dueño me deja dormir en el sótano a cambio que le ayude a mover cajas y que cuide el sitio mientras él no está. Es sólo un almacén de cajas, prácticamente un depósito de basura. No hay lugar para mí, así que duermo abajo. Temporalmente, hasta que me vaya a otro sitio. - Salió del agujero y se recostó contra la pared. - ¿Qué tal tú, princesa? ¿Qué haces por aquí? Te advertí sobre enamorarte de mí e irme a buscar hasta el fin del mundo.  - Dijo con una sonrisa. Ambos comenzamos a reír. Jeje, tan de mañana y así de coqueto. Ya veo porque a Sprig le caes bien al mismo tiempo que quiere tirarte por las escalaras.

- Jejeje, no es lo que parece, es que después de lo de la mansión... ¡Te movías muy genial! O sea, saltaste, así "fush, fush", de la pared al piso, casi no podía seguirte con la mirada, fue genial, y me estaba preguntando si podías... Ya sabes, ¿entrenarme? Ayudarme a aprender movimientos así de... Así de chéveres, ¿sabes? - Dije, explicándome como podía. 

- Ohhh, entiendo entiendo... - Dije, asintiendo con la cabeza. - Dime, reinita... - De repente se acercó a susurrarme en la oreja. - ¿Lo dices porque quieres seguir en el negocio de ladrona? - No sé si será por su tono de voz, o porque sentía el aire caliente de su aliento en mi oreja, pero me pareció algo... ¿Sexy? 

- O-Oh, sí, claro, j-jeje... Creo que sería genial tener ese tipo de agilidad. - Además,  ese día dijiste que si hubieras peleado contra mí en serio hubieras ganado... Quiero comprobarlo. 

- ¿Hm? Pareces un poco nerviosa Mel, ¿pasa algo? - Preguntó, genuinamente curioso.

- Jeje, n-no pasa nada. - Es sólo que la forma en cómo susurras es sexy, eso es todo. - ¿Estás ocupado? 

- ¿Yo? Nah... Es sólo que recién me he levantado, tengo que desayunar... Te invitaría a pasar, pero... - Se notaba algo incómodo, rascándose la barbilla y mirando a otro lado. 

- Oh, ¿quieres que te ayude a cocinar? Me encanta cocinar. 

- Ehh.... 'Tamare. - Susurró. - Bien, bien, pasa. Perdona por el desorden, no esperaba visita. 

La entrada era literalmente un agujero con una escalera de madera que nos llevaba a esta especie de sótano. Es un poco apretado, agobia un poco... 

- Déjame encender la luz. Otra vez, no te asustes por el desorden. - Dijo Rem.