Encuentro Primero: ¡Un juego en el gimnasio! (Parte I)

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Caminé junto a Rem en dirección a casa de Sprig y Zack (o sea, la casa es de la madre, pero no me acuerdo el nombre, ¡perdón otra vez, señito!).

- Supongo que aquí nos despedimos, Mel. – Dijo él, extrañamente alicaído, pero queriendo esconder esa tristeza con ese tono de "amante de telenovela que se va al final, dejando sola a la protagonista" – Ha sido muy divertido, la verdad. No sé si nos volvamos a ver, pero ha sido muy agradable conocerte, reinita. Chaucito.

Lo agarré del hombro antes de que se pudiera ir. - ¿Y tú adónde te vas, loco? Aún tenemos que ir a ver a Sprig. Yo también me voy a mi casa, pero tal vez podamos almorzar con ella y Zack, ¿no?

Él suspiró. – No sé, no sé. No me gusta, eso de, ya sabes, creo que sería algo bastante personal y toda esa huevada. Yo me voy caminando, adonde me lleve la chingada. Si me quedo con ustedes a comer, cuando me vaya, se pondrán tristes. Nah, no quiero eso. Lo que quiero es que digan "¿Qué habrá sido del huevón de ese Meowscarada?" y se olviden de mí, como un pensamiento que dura menos de un segundo.

- Tsk, ¿y por qué tan melodramático? – Le golpeé el hombro juguetonamente – No te me pongas deprimido, causa. ¿Te dan miedo las mujeres, o algo?

- Oe oe, ¿qué dices mamita? – Eso parece haberlo convencido, jeje – Ya, ta' bien, comeré con ustedes, par de michis. Si nos invita a comer, en primer lugar. Que estás muy convencida nos dará de almorzar gratis.

- Es mi prima, tranqui. – Le respondí y caminamos a la puerta. "¿Es tu prima?" le escuché murmurar detrás de mí. – Um, ¿oye Rem? Si no te molesta, ¿por qué dices que te dejas llevar por donde te lleve la chingada?

Él se encogió de hombros – Ah, ni idea. Yo camino por ahí. - Pateó el piso, levantando polvo. – Adonde voy, siento que falta algo. Quizás, caminando como huevón por allí, lo encontraré. Quién sabe.

- Creo que lo entiendo. Aunque tal vez, te falta dejar de caminar tanto. Quizás encuentres eso qe te falta si te detienes un momento.

Rem es muy parecido a mí. Yo tuve la suerte de haber conocido a Zonya, que ella me adopte, que Alex me de un trabajo, y ahora haber conocido a Sprig y tener una familiar de sangre otra vez... Por no mencionar a Luke, al señor Ricardo y a Dunkan. Pero, ¿Rem? ¿Rem tiene a alguien? No lo he escuchado mencionar a amigos, familia... Selene se quedó allá, y se despidieron como si existiera la posibilidad no se vuelvan a ver... Tuve tantas oportunidades y él no. Estoy en la calle, y aún así, estoy bendecida en comparación a muchos.

Un mundo justo, con igualdad de oportunidades para todos... La leyenda del lugar dorado y plateado que mencionó Alex. Un lugar que puede conseguir cualquier deseo. ¿Podría, acaso, conceder eso?

- Rem. – Lo abracé, atrayéndolo hacia mí con los brazos alrededor de su cuello, cual pareja de colegiales. – Te quiero. No olvides mi número, ¿eh? Llámame. O te llamaré a ti en medio de la noche para no dejarte dormir.

- Oh yara, ¿y esto? – Él se rio, pero no hizo nada para alejarme – ¿Ahora quién es la huevona melodramática?

Ambos reímos. Amo ver las sonrisas de la gente. Si la meta de Alex es noble, la seguiré, y lo conseguiremos, todos juntos.

Tocamos la puerta, y Sprig nos recibió alegremente. No puedo esperar a contarle toda nuestra aventura, jeje. Será interesante también para Alex y Zonya, cuando vuelva a casa.

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El Incineroar entró al gimnasio. Era un local humilde: Las máquinas estaban en buena condición pero evidentemente marcadas por el uso, algunas partes de la pared no estaban pintadas, las paredes de los baños tenían cochinadas escritas... Pero tenía carácter.

¡Meowscarada, la ladrona enmascarada! [Pokefilia] [Lemon] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora