El Octavo Golpe - Robar Tu Corazón (Parte II)

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25 de diciembre - Noche

- He estado siguiendo el entrenamiento de voz, ¿lo notaste? - Me recosté en el hombro de Stardust, trayendo el chocolate caliente a mis labios y bebiéndolo a sorbitos - Ahh... E-Es muy reconfortante esto, ¿sabes? Y... l-liberador. No había podido ser yo misma desde que m-mi familia se fue.

- Necesitaba un momento para relajarme yo también. - Stardust, es decir, Alexander, compartía la taza de chocolate conmigo. Estaba con la mirada perdida a la ventana, pero sacudió la cabeza y me miró a mí - Sí, lo he notado. Bien hecho, Nicole. - Una mano se posó en mi cabeza gentilmente. Por un momento me sacudí, recordando cuando mi hermano solía agarrarme de la cabeza y jalarme del cabello cuando me lo dejaba crecer demasiado para su gusto. Respiré tranquila cuando sus dedos me rascaron el cabello suavemente. - Los chicos realmente se están divirtiendo. Gracias por dejarnos venir aquí. Debió haber costado bastante.

- Jejeje, jahh... sí, c-costó mucho. El gatito ese, Rem, me ayudó bastante... Jeje, me gusta su nombre. Me recuerda a la chica azul del anime que vimos, ¿te acuerdas?

- Bastante. Ese fue en el que no me dejé de quejar al inicio pero al final no estuvo tan mal.

Los chicos están abajo. Sus nombres, Rem... Uh, Mel y Zonya, sí.

Estoy aquí con Alexander no porque no quiera verlos, sino que me pongo nerviosa estando con mucha gente... Me tranquiliza estar con él. Es como si... estuviera "recargando" mi batería social, jejejeje...

- Oye, Stardust... Eres como el hermano que siempre quise. - Un par de lágrimas me cayeron por las mejillas mientras me sostenía a él. Me abrazó de vuelta, dándome palmaditas en la espalda.

- Tú eres como la hermana que nunca tuve, Emil.

-Ayy... Como me gusta ese nombre, porque lo escogí yo... - Me limpié las lágrimas. Había algo que tenía que decirle a Stardust, también, pero sin que nos escuchen los demás - Eh, Stardust... ¿Recuerdas, um, que íbamos a conseguir el camión ese, en caso pasara lo peor?

Alexander asintió. Noté que tembló un poco cuando le mencioné eso.

- Estaba pensando... Y si... - Tragué saliva - Si estamos en una situación tan desesperada... ¿Podría... usar a "Candy"?

- No, por supuesto que no. - Me sorprendió lo rápido que respondió a eso. Y la firmeza de sus palabras... - Eso sería, el peor - No, el segundo peor resultado. A menos que estén a punto de matarnos a todos estilo cartel, ¿sabes? Con una pistola detrás de la cabeza y los ojos vendados. Ese tipo de mierda. Porque... A ver, Candy es un desastre para todo el mundo. Dudo seriamente que Gabriel y sus locos psicóticos esos podrán manejarla si las dejas salir... Incluso creo que tendrían que enviar refuerzos de la SUAT para poder tenerla bajo control si realmente tuviera una vendetta contra la gente por tenerla encerrada. - Dicho esto, se tomó casi toda la taza de chocolate. Me dejó para mí el fondo, mi parte favorita - Tengo que decir, Emil, siempre estás demasiado entusiasta de usar esa cosa, aunque sabes que no deberías.

- Jejejeje, ¿cómo no estarlo? - Me bebí toda la taza. De ver en cuando, veíamos en la ventana el cielo ser pintado en colores, explosiones de fuegos artificiales tardíos. - Um, por cierto, no uses la psicosis de manera despectiva...

- Oh, cierto. Perdón. No quise decirlo de esa manera.

- No te preocupes. V-Vamos con los demás, ¿sí? Stardust. - Le jalé de la camisa. Recuerdo que yo hacía eso con mi padre cuando era niña cuando quería llamar su atención, jejeje.

¡Meowscarada, la ladrona enmascarada! [Pokefilia] [Lemon] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora