El Episodio de Zonya

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Me levanto de la cama, las sábanas prácticamente se pegan a mí y no me dejan levantarme. Más bien, no quiero levantarme.

El día de ayer me quedé hasta tarde en la Iglesia, simplemente estando quieta allí, sentada, hasta que la luz del sol que entraba por las vidrieras se convertía en luz de luna.

Estoy exhausta. 

Intento levantarme, y mi cuerpo no me deja. Dejo caer mi cabeza contra la almohada. Tengo sueño, no he dormido bien anoche.

Reviso mi teléfono, sin nuevos mensajes. Reviso mi teléfono de trabajo. Alexander me mandó un mensaje. "¿Bien?" refiriéndose a si yo estoy bien. Le contesto "+Tiempo", porque necesito algo más de tiempo. Solemos comunicarnos así, con una o dos palabras. Así si alguien lee estas conversaciones, no podrán entender nada de lo que estamos hablando.

Suspiro y miro al techo de mi apartamento. Es bastante grande, lo conseguí hace un año, pero Mel sólo se quedó algunos meses hasta que decidió mudarse. Le había prohibido trabajar con Alexander mientras viva bajo mi techo, así que ella se mudó.

Debí parecer una madre pesada que no deja hacer a su hija lo que quiere.

Este apartamento es grande, pero Mel no está aquí.

¿Así que por qué lo tengo? Quizás aún creo que ella volverá.

No sé si tenga el corazón suficiente para rogarle que vuelva a vivir conmigo. Alexander tiene razón. Mel se ha vuelto tan fuerte e independiente. Estoy muy orgullosa de ella.

Si ella estuviera aquí, tal vez encontraría una forma de animarme y que salga de la cama. Pero también es bastante probable que pregunte por qué estoy tan mal, ¿y qué haré entonces? ¿Decirle "Oh sí, Mel he matado a cinco personas, los tiré en el incinerador y te he sostenido mientras estaba cubierta de sangre seca"? Nunca podría hacer eso.

Es difícil, proteger a Mel pero al mismo tiempo prepararla para lo feo que puede ser el mundo. Yo misma no estaba preparada para saber qué tan horrible se puede volver todo.

Me levanto y voy al baño, me lavo la cara y miro al espejo. El rostro que veo, no lo reconozco como el mío. Mi habilidad me esconde, en un instante la Ilusión hace que en el espejo vea el cuerpo y rostro de una humana. Pero ese tampoco es mi reflejo.

¿Cuál es el punto?

¿Puede Dios siquiera perdonarme?

...

¿Por qué no he sido castigada aún?

Ugh, si pienso demasiado en eso voy a deprimirme más de lo que ya estoy.

Abro el refrigerador, saco una cerveza negra y me la acabo de un trago.

No es bueno beber de esta forma. Pero me ayuda a no pensar en que soy una asesina y probablemente arda en el infierno después de que esto acabe.

...

Necesito otra cerveza, tal vez eso apague más mis pensamientos.

Termino dos latas, las tiro a la basura y vuelvo a mi cama.

Me doy cuenta de que no puedo pasar todo el día en mi cama, pero ¿realmente no puedo? Realmente, podría quedarme aquí hasta el fin del mundo. No tengo por qué salir, a menos que Mel venga de visita.

...

Sí, tengo que ponerme de pie.

Voy a la ducha y me baño, el agua cae sobre mí tan gentilmente. Es reconfortante.

¡Meowscarada, la ladrona enmascarada! [Pokefilia] [Lemon] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora