El Sexto Golpe: El cofre de la felicidad y ¡Revelaciones!

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Después de aquella noche, Alex fue tan amable como para invitarme a desayunar. Jeje, ¿Cómo no hacerlo, después de ensartarme como anticucho durante horas? Aunque a decir verdad, no creo que ninguno de los dos esté en condiciones de caminar mucho el día de hoy. Ambos teníamos un terrible dolor de caderas. El desayuno tuvo que ser seguido de un par de analgésicos para no andar miserables todo el día, jaja...

Pero, ¿saben? Incluso después de una noche así, y de un gran desayuno de panqueques con miel y jugo de naranja...

...

No puedo evitar sentirme algo triste. Intenté estrechar y extender esa noche lo máximo posible. Fuimos honestos el uno con el otro sobre nuestros sentimientos, él me explicó las razones por las que no podemos estar juntos, y yo entendí, pero... No lo sé, creo que no puedo evitar sentirme triste de que nuestro noche juntos, nuestro pequeño santuario, haya llegado a su fin...

Al menos por ahora. 

- ¿Te encuentras bien, Mel? Has estado algo callada hoy. - Preguntó Alex, sentado frente a mí. No sé si esto lo ha afectado igual que a mí. Ciertamente, luce más calmado que yo, pero el día de ayer... Me demostró que tiene un lado bastante sensible, y que tiene heridas de hace años que aún le duelen... Debe doler mucho, cargar con eso y no tener a nadie a quién acudir... 

- ¿ estás bien, Alex? - Pregunté, tomando su mano entre la mía. - Sé cómo se siente, estar solo... 

- ¿Yo? Bah, no es nada. Realmente no me afecta, de verdad. - Dices eso, pero estás tomando mi mano débilmente. Como si no estuvieras seguro de tus palabras. ¿Lo haces por ti, o para no preocuparme? 

- Lo dije de verdad, ¿sabes? Que estoy aquí para ti... Aunque no podamos ser pareja, no tienes por qué  cargar con tus cosas sólo. - Lo abracé por detrás, y le di un besito en la frente. - Incluso Zonya, ¿sabes? Estoy segura de que ella te comprendería, por su pasado juntos, ¿no?

- Ehh... - Alex soltó una risa nerviosa. - A decir verdad, creo que Zonya está peleando con sus propios demonios ahora. No creo que quiera verme a mí durante un buen tiempo... Debe estar lidiando con esto a su manera.   

- Mmm... Probablemente en una iglesia, sentada en la oscuridad mientras la luz del sol se filtra a través de los vitrales, convergiendo en ella. Ni siquiera el cura estará dentro de la iglesia, todo dramático... Algo así me imagino, jejeje. - Nos quedamos en silencio. Abracé a Alex, acariciando su cabeza. Estoy segura de que si él fuera un gato, estaría ronroneando. - ¿Qué harás ahora? 

Alex se dejó recostar sobre mi pecho, con los ojos cerrados. - Probablemente estaré aquí en la imprenta. Con los últimos días no he tenido tiempo para supervisar los proyectos de abajo, enfrascado en todo lo que sucede acá arriba... ¿Por? 

-  Con todo lo que ha sucedido... No puedo evitar pensar que podríamos haber evitado varios malos ratos si yo fuera tan fuerte como lo es Zonya... Entonces, pensaba ir al parque Kennedy, ¿lo conoces? Es un lugar donde hay muchos gatos, ¡y muchos Pokémon gatunos también! Tal vez pueda aprender un movimiento o dos, y entrenar un poco. El gimnasio es bueno para desarrollar fuerza y resistencia, pero es demasiado pequeño. Y la verdad... - Miré a través de la ventana. El día soleado, pero no tanto como para ser caluroso. - Tengo muchas ganas de visitar ese parque.  

- Hmm... Según sé, eso está un poco lejos... - Alex se puso de pie, y con una sonrisa, caminó hasta su estantería. Había una cantidad decente de libros allí, pero no podía leer de qué eran, porque la mayoría estaba en inglés y yo nunca aprendí inglés. - Tal vez quisieras algo para leer durante el camino. Dijiste que te gustó mucho "Colmillo Blanco" de Jack London, ¿no? - De entre todos los libros, sacó uno de tapa verde azulada, y lo dejó entre mis manos. 

¡Meowscarada, la ladrona enmascarada! [Pokefilia] [Lemon] (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora