CUANDO EL AMOR NOS DIO OTRA OPORTUNIDAD.

AMIGOS

OCEAN.

Invite a la banda al departamento luego de una de las tantas entrevistas que damos todos los malditos días. Juro que si tengo que ir a un show más me pegare un tiro al puro estilo de Kurt Cobaine.

Lo de Paula también me tiene al borde de un ataque de esquizofrenia. No asimilo nada de lo que ha pasado en las ultimas cuarenta y ocho horas y lo que menos necesito hoy es quedarme solo por mucho que ame la tranquilidad de mi cueva vacía.

—Green no seas cerdo y límpiate las migajas de la barba ¿Quieres? —Jay el baterista riñe al bajista.

Son las personas con las que más convivo. Ellos y mis demonios son lo más cercano a una familia. Sary y papá han hecho su vida un poco apartados de mí, porque no quieren tener que estarse cuidando las espaldas de reporteros y todo lo que conlleva esta vida. Excepto por el bar que es nuestro lugar neutro.

El timbre suena y me levanto del piano.

—Tu acosadora —dice mi mejor amigo Rob.

El único que se ha mantenido cerca por la banda y porque le encanta levantarme del piso cada que me aviento.

—No me jodas —siseo enfadado.

Esa mujer me tiene tan cansado como el resto del mundo y el hecho de que todos asuman que estamos juntos me pone de mal humor.

Abro la puerta y lo que aparece frente a mí me deja sorprendido.

—¿Paula? —.

—Hola Ocean —dice apenas en un susurro.

No puedo decir nada más por la impresión.

—¿Quién es? —escucho a Rob detrás de mí.

Cuando se percata de la persona del otro lado de la puerta me da un leve apretón el hombro que me saca de mi trance.

—Hola Paula —la saluda.

—Hola Rob ¿Qué tal? —.

Dirige su atención a mi amigo.

—Increíble. Verónica no creerá que te vi. Le encanta todo tu trabajo —le comenta él.

—¿Siguen juntos? Que increíble. Dile que cuando guste puede visitar la galería en Paris para una exhibición privada —.

Paula se muestra amable en todo momento, pero no pasa desapercibido el tono melancólico que uso para preguntarle si todavía sigue con su novia.

—Nos casaremos pronto. Si sigues por aquí eres más que bienvenida para acompañarnos —la invita.

—Sera genial. Envíame un correo con los detalles. En la página de la galería esta mi contacto —le hace saber.

—Genial. Creo que debemos irnos —informa Rob y le hace una seña a los demás para que salgan.

Todos se dan prisa un poco confundidos, porque planeábamos una noche de copas y futbol, pero supongo que Rob entiende la situación y se los explicara.

—Lamento presentarme así, pero quería hablar contigo —.

Una Paula aparentemente tranquila me observa esperando mi respuesta.

—Sí, perdón. Adelante —digo.

Me hago a un lado para que entre en el departamento y la conduzco a la sala de estar.

Se sienta observando todo el lugar a detalle y yo la observo a ella. Repaso su largo cabello oscuro, sus carnosos labios rosados, las ojeras marcadas por la ausencia de sueño que siempre ha presentado y sus impresionantes ojos verdes. La chica más hermosa que he visto, pienso.