CUANDO EL AMOR NOS DIO OTRA OPORTUNIDAD.

SUPER HEROE

PAULA.

Estuve todo el día metida con mi hermana en la tienda de novias. Ahogando mis penas en champagne costoso y fresas con chocolate amargo. Hasta que nos pidieron retirarnos y decidimos que nuestra pequeña fiesta debía ser llevada a la comodidad de nuestra casa. Extrañaba tener momento así con ella, aunque fueran a causa de los debates internos sobre mi futuro.

—¡Mierda! —vocifero cuando veo el auto de Jared estacionado en la entrada.

—No tienes idea de cuánto detesto a tu novio —dice mi hermana.

Volteo a verla y ambas nos echamos a reír. La champaña ha hecho su efecto.

—No es tan malo como parece —digo.

Ambas salimos del auto y entramos en la casa.

—Cariño, tu prometido te espera en el despacho de tu padre —me hace saber la señora Richards con cara de preocupación en cuanto nos ve llegar.

Asiento y salgo disparada hacia la oficina.

Entro y lo veo sentado detrás del escritorio.

—Desde el primer momento que te vi quede tan enamorado de ti. Eras una chica tan linda que iba por toda la casa haciendo rabietas y solo quería pintar. Me parecías tan única y con el paso de los días no paraba de pensar en ti. En la primera oportunidad que me diste lo eche a perder; pero ese día que te vi bajo la lluvia y te deje en ese aeropuerto confirme que debía ser mejor para merecerte. Me he esforzado tanto para que funcione, pero creo que no es suficiente —dice.

Me observa con aire melancólico.

—¿Qué pasa? —pregunto.

—Supongo que no has revisado tu teléfono —.

Me hace una seña con la mano para que lo haga.

Entro a Instagram y me percato de una oleada de comentarios, seguidores y etiquetas. Entro a una de ellas y leo detenidamente el pie de una foto mía entrado a la prueba del vestido con Ocean pisándome los talones.

"El bombón de Oc Lennox al parecer tiene un romance escondido con la hija de uno de los magnates inmobiliarios más importantes de Seattle y parece algo muy serio ya que fueron captados entrando a una tienda de novias."

—¿Qué? —susurro.

—No entrare en el juego. Lo único que diré es que tienes estos días para pensar con claridad que es lo que quieres. Si lo que te apetece es volver a intentarlo con el adelante, no te detendré. Sin embargo, si lo que deseas es una vida conmigo te esperare en el altar Paula —.

Se levanta y camina hasta donde me encuentro de pie.

—No es lo que parece —suelto.

—Claro que lo es. Lo chistoso es que nadie de ellos capto el momento exacto cuando se besaban. Un amigo paparazzi si lo hizo y en lugar de enviarla a los medios me la hizo llegar a mí. No seré quien te límite de conseguir todo aquello que quieres y tampoco me casare con alguien que no esté segura de querer pasar el resto de su vida conmigo —.

Se acerca y me da un beso en la frente.

—Te espero en el altar —.

Sale por la puerta y me quedo ahí con la mirada perdida.

—¡Paula! —grita Rouse.

Salgo de mi trance e intento llamar a Ocean, pero no me responde.

Veo a mi hermana entrando de prisa al despacho.