Han pasado cinco años desde que se dijeron adiós.
Paula volvió a Londres y en su viaje lejos de él consigo su mayor sueño. Ahora es la dueña de una renombrada galería de arte en Paris.
Ocean se dedicó a componer música para lamer sus heridas y en...
Me aplasta la maldita idea de verla caminando hacia él. Me consume poco a poco recordar su cuerpo desnudo sobre el mío y me destroza totalmente mirar la carta y el dije musical sobre la mesa. Ese par de cosas que le entregue junto con mi corazón cuando no era más que un niño idiota enamorado de la vida y loco por ella cuando todo era más fácil.
Una sensación de vacío se instaló en mi estómago desde que me entrego ese par de cosas y todo lo que pude hacer desde entonces fue tratar de anestesiar mi cuerpo y mi mente.
Compré todo el maldito wiski que encontré en la licorería y me encerré en mi departamento.
Un mar de llamadas de todo el mundo como si no pudieran al menos dejarme abundar en mi dolor. Me importa una mierda el contrato que firmamos para cantar en su boda. No la vería vestida de novia pronunciado las palabras que debió haberme dicho a mí. No puedo imaginarla sin querer prender fuego al mundo entero.
Marque el número de la única persona a la que podía tolerar si quiera.
—Hola amigo —escucho al otro lado de la línea.
—Se va a casar —suelto.
Estoy tan ebrio que nada me impide ser completamente honesto sobre todo con él. De decir en voz alta esto que me destroza poco a poco.
—Lo sé, nos hizo llegar la invitación y los medios no paran de hablar sobre eso. Sobre ti y sobre ella —dice.
—Es una mierda ¿no? —.
—Es algo complicado. Recuerdo todo lo que paso cuando se fue. Cuando fuiste a Paris —confiesa.
—Nos arruine... —.
—No digo que no la ames, solo que creo que la has estado amando de la forma equivocada. El amor es libertad —.
—Ya la deje ir... —susurro.
—Hiciste lo correcto esta vez, solo no te destruyas en el proceso. A veces no son finales sino nuevos comienzos —.
—Duele demasiado... —.
—El amor también se sufre, es un poco parte de todo —.
—Saldrá un muy buen álbum de esto —me mofo un poco para eliminar la tensión y que el nudo apretado de mi garganta disminuya.
—Quizá esta vez debas dejar tus sentimientos para ti —sugiere.
—Necesito sacarlo de alguna forma —.
—Imaginaba que ya estarías ahogándote en wiski caro —.
Observo el par de botellas vacías tiradas sobre la alfombra de mi sala de estar y las otras nuevas descansando sobre el piano. Me rio para no llorar.
—Supongo que nadie me conoce mejor que tú. Te dejare hacer lo tuyo. Nos vemos luego —me despido y cuelgo la línea.
Me entretuve en el piano más tiempo del que jamás lo había hecho. Un trago tras otro hasta que vi salir la luz del sol.
La misma canción se repite como un himno a lo que fuimos, a lo que somos ahora. Esa canción que yo ni siquiera escribí, pero que llevo marcada en la piel como un tatuaje imposible de borrar. Podría escribir tanta mierda sobre nosotros, pero nada tan real como lo que haces tuyo sin querer. Esa canción nos pertenece desde ese día que la vi en ese concierto creyendo que podía salvarnos a ambos. A veces puedo ser realmente estúpido.
Observo de manera pacífica y casi perpetua como el sol se acomoda en un punto tan perfecto que me parece la cosa más fascinante que jamás haya visto. Era eso o pensar en lo que no pude arreglar.
Un trago y otro hasta que mi conciencia vaga en lugares realmente oscuros.
—Recuerdo la primera vez que te vi y recuerdo todas las otras veces también. Eres como un álbum de fotos al que accedo cuando quiero sentirme lleno de ti. Navego en la profundidad de tu mirada —recito en voz alta.
Me tumbo en el suelo y me dejo ir.
—Nos casamos en nuestras mentes... —canto una y otra vez. Esa jodida canción me tiene condenado igual que las últimas palabras que escuche salir de su boca.
Sé que mi voz suena como la mierda, sé que luzco como la mierda. Así se siente cuando mueres por dentro supongo.
—En una hora vas a caminar hacia el altar y le dirás que si a esa vida que tanto despreciaste siempre. Una vida llena de nada —murmuro como si ella pudiera escucharme.
Tomo el teléfono y me dispongo a marcar su número. Si tan solo respondieras y me dijeras que todo esto es una puta mentira, que te vas a quedar conmigo por siempre.
Da un tono, luego otro y entonces lo siento.
Entonces así se siente, no solo moriría por dentro después de todo...
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QUISE HACER ESTE PEQUEÑO CAP SOLO PARA AHONDAR UN POCO EN COMO ESTABA OCEAN ANTES DE LA TRAGEDIA. SUFRI MUCHO ESCRIBIENDOLO, DIGANME QUE LES PARECIO EN LOS COMENTARIOS VA.
