CRIPTONITA

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PAULA.


—La dirección de Oc ¿Eh? —pregunta Michael cuando nos quedamos solos por la mañana en el comedor.

—Solo quería disculparme por lo que paso con Jared —digo.

—Pudiste enviarle un mensaje —.

—¿Qué quieres que diga? La curiosidad me estaba matando —.

Froto mi cara entre mis manos.

—Sé que he preguntado esto muchas veces y que es molesto, pero ¿Estas completamente segura de querer casarte con JJ? Mira hermana la verdad es que no te veo muy convencida de nada —habla.

—No entiendo el afán de todos en preguntarme sobre eso —suelto con fastidio.

—Las miradas nunca mientes y a él nunca lo has visto como a Ocean. La cara se te ilumina. Entiendo que te rompió el corazón cuando te pidió irte lejos, pero estaba pasando el peor momento de su vida. Su madre murió y tú sabes lo que es eso. No digo que tengas que perdonarlo inmediatamente, cancelar todo y correr a sus brazos, eso es complicado. Solo... piénsalo —.

Miro a mi hermano a los ojos.

—Nunca me busco —le digo y la voz se me quiebra, pero me recompongo de inmediato.

—Díselo. Habla con él —.

—Es tarde. Me voy a casar en menos de un mes —.

Respiro profundamente y me levanto de la mesa.

¿Estaba confundida? Por supuesto que lo estaba. El día de ayer fue una total confirmación de que aún tengo sentimientos por Ocean, pero también me dejo muy claro que ya no somos las mismas personas. El chico del que me enamore seguía ahí, pero ahora se convirtió en alguien oscuro. Su mirada está llena de dolor; y yo ahora me encuentro a menos de un mes de casarme. Mi prometido va dando espectáculos de celos y desconfianza cada dos por tres. Toda la situación me absorbe entera.

Suena mi teléfono. Miro la pantalla y veo una foto nuestra frente a la torre Eiffel el día que nos comprometimos.

—Hola —contesto.

—Cariño ¿Aun estas enfadada? —pregunta Jared.

—¿Qué sucede? —.

—He pensado que podemos irnos unos días a algún lugar los dos solos. Tu hermana puede encargarse de los preparativos de la boda o podemos contratar a alguien —.

—Ahora no. Me encargare de la lista de invitados. Hablamos más tarde —.

Cuelgo el teléfono.

Estoy tan cansada de su paranoia y ahora lo que menos me apetece es verlo. Honestamente ni siquiera quiero encargarme de nada de la boda, pero me ayudara a distraerme. Me mantendrá alejada del drama por un rato.


Llevo todo el maldito día con una jodida libreta en la mano revisando contactos y haciendo llamadas para conseguir direcciones y números telefónicos. Jamás considere que fuera tan necesario invitar a personas que no conoces a tu boda. Jared tiene una familia enorme y se necesita verdadera astucia para localizarlos a todos a tiempo.

—Odio las estúpidas bodas —suelto.

Me tumbo sobre la cama.

—¿Odias las bodas o tu boda? —pregunta Rouse.

—Tu no, por favor —siseo.

—¿Lo viste ayer? —me interroga.

—Si —respondo.

CUANDO EL AMOR NOS DIO OTRA OPORTUNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora