UNA OPORTUNIDAD

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OCEAN.

Paula es mi complicación más grande en el mundo. De un momento a otro volvió a entrar en mi vida y no puedo detenerme. Necesito estar cerca, muero por hablarle todo el día o buscarla, pero me he limitado a saber sobre ella a través de su hermano o la mía.

—Me parece increíble lo que hiciste con este lugar —dice Michael.

—¡¿Una cerveza?! —grita papá desde el otro lado de la barra.

Ambos asentimos.

—Es importante para él, para todos en realidad —comento.

—Tú y mi hermana están pasando tiempo juntos ¿No? —pregunta.

Lo miro fijamente a los ojos y levanta las manos en señal de rendición.

—No me mires así, no estoy en tu contra. Si fue una putada lo que le hiciste, pero tus razones tenías y lo único que quiero es que ella sea feliz —.

—Que amable —siseo.

Llega mi padre con unas cervezas y se sienta con nosotros.

—¿De qué hablan? —pregunta.

El y Michael llevan una buena relación y no solo por mi hermana. Ellos realmente se agradan.

—De mi hermana —contesta el rubio.

Mi padre me observa.

—Solo le preguntaba cómo va con los preparativos de su boda —digo.

—¿Su boda? —.

Frunce el ceño.

—Sí, se casa en unos días. De hecho, hoy está buscando vestidos con Rouse —le hace saber Michael.

Me parece algo tan irreal. Todavía no creo que la única chica de la que me he enamorado realmente esté a punto de casarse y lo peor es que no puedo dejar de pensar en eso. Ni en ella y el pequeño abrazo que le di. Antes tocarla era tan natural ahora se siente como algo imposible de conseguir. Un roce de su mano y mi mundo se trastorna ¿Cuándo di todo eso por sentado? ¿Por qué creí que podría olvidarla y seguir con mi vida?

—Todavía recuerdo al Ocean mortal hablándome sobre ella por primera vez —confiesa papá.

—Ella estaba tan obsesionada con él —continua Michael.

Ambos sonríen y me parece sobrar en este lugar. No me gusta escuchar como hablan sobre nosotros en pasado.

Bebo de un solo trago mi cerveza. Me levanto y camino hacia el congelador para tomar otra bebida.

Me quedo ahí en la distancia mientras ellos comentan sobre esa parte de mi vida que aun duele. Era tan joven y tan crédulo de que el amor se encuentra por montones. Mis pensamientos se pierden en esos momentos que a lo mejor parecen pocos, pero tienen tanto significado. Ese momento a la orilla de la playa, esa noche en el muelle, nuestro primer beso y cuando le confesé abiertamente mis sentimientos en este lugar. Recuerdo la carta que le escribí y que nunca supe si leyó.

—Tengo que ir a recoger a Sar, pero ten por seguro que estaré aquí el viernes —interrumpe Michael mis pensamientos.

Se acerca y deja la botella de su cerveza encima de la barra.

—Invite a tu hermana —le informo.

No quiero que les extrañe verla por aquí el viernes si es que viene.

—Dime algo que no sepa —se mofa.

Da media vuelta para salir del lugar.

—Todavía la quiero —.

CUANDO EL AMOR NOS DIO OTRA OPORTUNIDAD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora