Buenos tardes mis queridos, al fin jueves, como ya saben cierta reina de Manhattan ha determinado que los jueves son los nuevos viernes y siempre se pasa las tardes en algún bar exclusivo con un Metropolitan en mano. Este jueves no es la excepción, aunque si su compañía.
¡¡Exclusiva!! Finn Wolfhard bajando de su limo en la calle 42, ¿coincidencia? Yo no creo.
Le hizo una elegante seña al mesero para que le trajera otra copa, ciertamente no estaba del todo convencida con el plan que llevaba entre manos y manías pero ya era muy tarde para arrepentirse. Además, cierta vocecita diabólica no paraba de susurrarle que todos los que la traicionaron y timaron en el pasado debían pagar, debían sufrir por igual, todos en los que había confiado en vano debían cumplir su condena divina y reivindicarse con sus karmas. No podía símplemente sentarse a ver como Amy era la única quien sufría una consecuencia mientras Lucas vivía la vida de un rey ¡era injusto! Y sí algo sabía de sí ella misma y de su vicio por la venganza es que siempre repartía aquel plato frío por el igual porción. Ahora le faltaba cocción a dos platos para dos hombres cuya fraternidad no hizo más usarla como objeto de burla, subestimarla hasta el más reciente de sus días. Solo espera que Finn y Lucas tengan hambre, pues los va hacer comer cada una de las mentiras que pusieron sobre sus bocas solo para escupirselas en la cara.
La verdad es que desde el martes, cuando ganaron el campeonato y todo Lincoln era una celebración en honor a un chico que nada bueno ha hecho en su vida, pudo notar muy claramente que Finn, sin importar cuan atraído se sienta por ella e incluso se atrevería a decir cuanto llegue a quererla jamás podría priorizarla ante su amistad con Lucas. Ambos han hecho un pacto desde pequeños, ese que promete cuidarse las espaldas pase lo que pase y pese lo que pese, ninguna mujer se metería en medio, y por ello Finn pudo mentir sin mucho escrúpulo con tal de proteger a su eterno protegido. Por eso lo salva de cualquier situación incómoda o con consecuencias, por eso Lucas no tiene noción del peligro ni de responsabilidad pues sabe que haga lo que haga Finn saldrá a socorrerlo. Por esa misma razón el azabache es precavido y de tal impune reputación, no tiene necesidad de mancharla, sabe que Lucas no dudaría en jugar sucio por él y tomar el crédito por sus malas decisiones.
Era un lazo adorable, diría que hasta icónico, lástima que optaron por meterse con ella.
Y por esa razón había convencido a Finn de acompañarla a tomar unas copas, que se la debía, y claro que no tardo en caer como el más bobo. Para colmo ya llevaba dos metropolitan mientras intentaba que el candiense se tomara su tercer Martini de la velada, sin embargo el azabache estaba muy entretenido hablando de como lo sentía. No le importaba, no en ese momento al menos, quizás lo hizo en el exacto instante en el que pensó que mentirle y cubrir a su ex mejor amiga y a su ex novio pero ya no. No se sentía capaz de sentir algo más allá de dolor y rencor. Esa incesante sed de karma.
— Otro metropolitan y otro Martini para el caballero.. mejor que sea un escocés. —interrumpe llamando al muchacho de moño oscuro alrededor de su cuello, puede percibir la sorpresa y la pequeña negación en el rostro de Wolfhard. Ni siquiera ha terminado su copa.— Aquí es mejor pedirlo antes o para cuando lo traigan tendremos treinta.
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Gossip girl |fillie
FanfictionBuenos días Upper East Siders, para mi es un honor ser la mensajera de esta noticia que está a punto de cambiarlo todo...pero antes les propongo un juego. Adivinen quien gana el premio al traidor del año. ¿Millie o Finn? -inspirada en gossip girl...