they don't bark & they don't bite

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Cada año el primer sabado de la primer semana de clases los estudiantes de Lincoln tienen la tradición de una buena fiesta a la antigua. No es cualquier cosa improvisada, ¡para nada! Es ni mas ni menos que la fiesta de máscaras.
Con un dresscod estrictamente renacentista la fiesta no podía ejecutarse en cualquier sitio, por suerte nuestra queridísima reina de corazones esta a cargo y gracias a sus contactos pudo reservar  el exclusivo museo Morgan Library ubicada en el este de Manhattan, su arquitectura antigua y techo de cristal combinará a la perfección con los vestidos acampanados y corsé de encaje. Solo Millie Brown es capaz de conseguir semejante joya de Nueva York para un buen fieston, aunque ese concepto no concuerda con el historial de una señorita tan fina, en cambio, que se trate de una fiesta benéfica cuyos invitados aportan una gran cantidad a la causa es perfecto para su perfil.

¡Stopped! Toda la escuadra de Brown reunida en su comodo departamento en la 5ta Avenida. Y cuando digo toda, lo digo en serio lectores, incluso la recientemente tachada de traidora se encuentra allí. Justo al lado de la anfitriona.

Mi vestido será dorado, brillante, quiero parecer el mismo sol en persona. Mi madre le pidio en persona a Donatella que me lo hiciera a medida. —explica recostando su espalda en su gran cama, sonriente por la velada que le esperaba. Se habia encargado de el baile ella misma por una simple razón, quería que sea perfecto y nadie mas que ella podría lograrlo. Con sus contactos, su apellido y su buen gusto resultaba imposible que un evento de sociedad se echará a perder estando bajo su control total. Dicen que un buen lider sabe delegar, para Millie eso es una excusa de débiles que no soportan estar al mando de una situación en su totalidad. A ella no le molestaba estar en mil lugares a la vez, como ahora, por ejemplo, pues mientras su cuerpo se hallaba completamente relajado en su comoda cama rodeada  de sus mas cercanas amistades su mente estaba dividida en la llegada de las cortinas de terceopelo rojas a la recepción del museo, o en el cambio de luces por unas mas cálidas que hicieran resaltar su vestido entre los demás, o en sí su novio ya ha recogido sus máscaras de la tienda en las que las ha mandado a hacer en persona.— Lucas será la luna, con una máscara monisima que mande a hacer en conjunto con la mía. ¿No es una idea genial? —pregunta chillando de alegria mientras se endereza y busca la aprobación en el rostro de sus amigas. Para su sorpresa ninguna estaba sonriendo, feliz por ella.— ¿No lo entienden? La chica indiscreta siempre dice que somos opuestos, "el dia y la noche.."

— Lo entiendo, Mills, no es muy complejo. —asegura Sadie rodando los ojos, la pelirroja estaba de malhumor. Principalmente porque la traidora de Amy se encontraba entre ellas como si fuese de confianza, para colmo ubicada al lado de la parlanchina rubia en su comoda cama mientras ella estaba sentada al otro lado en un pequeño sofá individual de tono lila, si alguien debia estar al lado de Brown esa era ella, no Amy. No comprende porque sus amigas insisiten en integrarla cuando ya ha comprobado ser una traidora de primera. Por otro lado, Maddie estaba actuando extraño, silenciosa y para nada como usalmente se comportaba. Era obvio que algo estaba ocultando y duda mucho que Millie no lo sepa, se sentia cada vez mas ajena a sus amigas de toda la vida, como si estuvieran apartandola de su lado.— Pensé que lo que paso en la fiesta de Wyatt seria suficiente para abrirte los ojos, que terminarias con Luc...

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