Buenos días Upper East Siders, para mi es un honor ser la mensajera de esta noticia que está a punto de cambiarlo todo...pero antes les propongo un juego.
Adivinen quien gana el premio al traidor del año.
¿Millie o Finn?
-inspirada en gossip girl...
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Muy buenos días mis queridos lectores, otra semana de clases inicia y este no es un lunes cualquiera, claro que no, hoy se cumplen seis meses de relación entre nuestra Reina de Corazones y el "ex" Playboy de Manhattan. ¿Pueden creer que han durado tanto? ¡Son cinco meses llamandose novio y novia! Ciertamente estoy asombrada, lo juro. Quizás estuve equivocada al ponerle fecha de caducidad tan pronto a esa dispareja relación, quizás son para siempre.. quizás.
Pero de algo estoy segura, las damas de honor aún no parecen aceptar al posible nuevo miembro de la familia. Escuche por ahí que Maddie y Sadie están planeando asesinar al novio antes de la boda, yo que tú andaría con cuidado Lucas, ¿pero qué hay de Saint Amy? No dudo que ella lo acepta, que le agrada, desapropiadamente le agrada, seguro será la afortunada en atrapar el ramo. ¿Con quien se casaría? Eso no puedo decirlo, no en una fecha tan romántica. Mejor pasemos al lado del novio, hablemos del padrino. Claramente Finn vestirá sus mejores ropas y acompañará fielmente al afortunado, seguro soltara una o dos lágrimas al ver a la novia caminar por el altar. ¿Alegría o tristeza? ¡Puf! con ese joven nunca podré saberlo.
Mejor dejo de adelantarme, seis meses son muy muy lejanos a estar comprometidos. Y si algo sé de esos dos es que Lucas no se compromete con nada, y Millie solo lo hace cuando se trata de sí misma.
De todos modos ¡felicidades tortolos!
Su amor sigue dando de que hablar, y por ende continúa dándome de comer. Que su gracia sea la desgracia ajena los hace mi pareja favorita, lo juro. Tienen mi bendición para amarse hasta la muerte o la polémica, lo que los separe primero.
Con desgano apretó sus ojos y suspiro pesadamente. No pudo dormir en la noche y en el día lo único que hacía era pensar en como se había atrevido a cruzar la línea de una manera tan desvergonzada. Una cosa era soñar despierto con hacerlo, con poseerla y plantar en su mente la semilla de la duda sobre quién le correspondía y otra muy distinta era besarla justo en el frío hogar de su mejor amigo mientras este buscaba la aprobación de su sombrío padre. Lo jodio todo. Lo sabe, más por como su pecho se comprime a causa dr la culpa y sus ganas de asistir a clases se evaporan con la mera idea de verlos a ambos, esto incrementado por el post de la Chica Indiscreta que casi causó que su desayuno saliera disparado por su nariz. Lucas y Millie cumplían seis meses, y él la ha besado el domingo pasado. ¿Que tan retorcido sonaba eso? Lo suficiente para darle náuseas.
— Repitamos la situación...—invita su terapeuta dejando de lado su libreta y los apuntes en ella para prestarle completa atención al chico que parecía estar en medio de un ataque de estrés aguda. Demasiado para un joven muchacho de diecisiete años.— ¿Podrías.. recapitular los hechos, Finn? —repite al ver que no ha soltado palabra.
Frustrado decide sentarse en el cómodo diván de cuero rojo con sus codos pegados a sus rodillas y sus manos expresivas moviéndose de aquí para allá como si se tratará de un lunático explicando alguna teoría conspirativa.
