Capitulo 21

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Dieciséis días.

Harry llevaba siendo cortejado por Louis dieciséis días y, contrario a lo que muchos creerían, no estaba nervioso por lo que el fin de este conllevaba. El rizado no podía esperar para que el cortejo terminara y así por fin podría enlazarse con el castaño.

El alfa le había dicho que lo llevaría a comer a un lugar especial así que de nuevo lo esperaba sentado en su sala.

Había elegido un pantalón recto de tiro alto y una sudadera verde que antes pertenecía a Louis. No sabía que clase de lugar sería al que el mayor lo llevaría, pero cuando le pregunto como ir este le dijo que se pusiera lo que quisiera, así que eso hizo.

Pocos minutos después el timbre de la casa sonó y emocionado fue a abrir la puerta.

Como ya era costumbre se lanzó a los brazos de su alfa y este lo sostuvo con fuerza, se besaron con dulzura y luego se separaron a regañadientes por falta de aire.

—Hola, amor.

—Hola, Lou— El rizado correspondió el saludo del mayor y buscó con la mirada su usual ramo de tulipanes, emocionado de ver de qué color serían.

—¿Apenas llegó y ya estás buscando tus regalos?— Louis cuestionó divertido —Comienzo a creer que solo aceptaste el cortejo por los obsequios.

El omega frunció el ceño y divertido lo golpeó en el hombro —Tonto.

—Además me golpeas e insultas— Siguió reclamando con indignación fingida —Definitivamente me quieres por los regalos.

—Si te quisiera solo por eso no tendría que haber aceptado el cortejo. Seguro si te pedía cualquier cosa desde antes me la hubieras dado— Harry siguió el juego para luego besar al mayor.

Los dos sonrieron en medio del beso y al terminarlo no se separaron por completo.

—Eso es porque me tienes completamente loco— El ojiazul le dio un breve beso, que fue más como un pico —Desde el primer día que nos vimos y hasta el último de mi vida.

—No digas eso porque solo de pensar que un día ya no vas a-

Otro beso del alfa lo interrumpió cuando este notó que sus ojos comenzaban a enrojecerse y brillar, no necesariamente por emoción o alegría.

—Ya, omega. No pienses en esas cosas— Besó la punta de su nariz con cariño —Mejor vamos al auto, ¿si? Así te doy tu primer regalo.

El menor asintió más animado pero no se movió.

—¿Me cargas?— El omega lo miraba con anhelo así que no pudo negarse.

—Te tengo muy consentido— El castaño se quejó sin realmente sentirlo y su sonrisa lo delataba.

—No podría ser de otra forma— El rizado se aferró a su cuello cuando el alfa lo alzó de los muslos y comenzó a caminar en dirección a su Tesla.

La baja risa de Louis se hizo presente —No, no podría.

💐

En el auto el mayor le entregó un ramo de tulipanes con el centro de los pétalos de un rosa pastel y las orillas magenta.

Le dijo que el otro regalo se lo entregaría en el restaurante y él estuvo de acuerdo con ello.

Mientras más avanzaban por las calles de Londres más reconocía el área, pronto se dio cuenta de cuál era el lugar en el que comerían.

—Lou.

—¿Si, amor?— El mencionado le hizo saber que tenía su atención aún si no lo miraba.

—¿Vamos a comer en el mismo lugar que lo hicimos cuando visitaste la compañía de mis papás?

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