Paradise

Extra I

Harry estaba nervioso.

Habían pasado cinco años desde que Louis y él se enlazaron, cuatro desde que se mudaron a la casa que el alfa les construyó, tres desde que se casaron, dos desde que había terminado sus estudios y uno desde que se hacía cargo de la administración de su empresa y la de Louis.

Una semana desde que sabe que él y su alfa están esperando un cachorro.

Había creído que se trataba de un resfriado, o quizás la razón de sus mareos y vomito era el estrés que le generaba administrar dos grandes empresas.

Louis se preocupó y le dijo que reduciría su trabajo y haría que alguien más le ayudara en su labor ya que no deseaba que siguiera sintiéndose así. El omega tuvo que hacer menos horas de trabajo y apoyarse en Liam, que fue el designado a encargarse de la administración de Tomlinson's Industry, y en Leigh, la hermana de Louis, para la administración de S&C Company pues la omega terminó estudiando para lo mismo que el.

Si bien se sentía menos cansado gracias a toda la ayuda los síntomas no se redujeron, incluso cree que incrementaron así que decidió hacerse unos estudios creyendo que se trataba de anemia o algo parecido.

Grande fue su sorpresa cuando la doctora le anunció su embarazo e incluso le recomendó a una obstetra para hacer el primer ultrasonido de inmediato. Había llorado mucho y declinó la oferta porque deseaba ver por primera vez a su cachorro junto a su alfa, el problema es que últimamente Louis se encontraba muy ocupado así que estaba siendo difícil hallar el momento adecuado para decírselo

Aún así no cree aguantar un día más siendo el único que lo sabe.

Era sábado y había terminado de regresar todo su desayuno en el retrete, Louis estaba en Tomlinson's Industry y no regresaría hasta dentro de unas dos horas.

Luego de enjuagarse la boca y lavarse la cara se acomodo sus, ahora cortos, rizos y sonrió con emoción al espejo de cuerpo completo, se colocó de perfil y levantó su camisa, que era en realidad de su alfa. Intento observar algún cambio, aunque sea uno pequeño y aunque no lo encontró supo que en unos meses su vientre comenzaría a crecer.

Decidió despejar su mente en su lugar favorito de todo su hogar.

Si bien toda la residencia fue hecha basada en sus gustos y deseos, el jardín definitivamente era la mejor parte. El patio trasero estaba repleto de distintos tipos de tulipanes, pero abundaban los colores blanco y magenta.

Tomó una manta para picnic y se dirigió al exterior.

Tendió la manta bajo la sombra de un gran árbol y se sentó en flor de loto para disfrutar del cálido clima que el inicio de la primavera brindaba.

No supo cuánto tiempo paso ahí, creyó que habían sido tan solo unos minutos pero al escuchar la puerta de la terraza abrirse y luego unos pasos acercándose a él se dio cuenta de que estuvo ahí varias horas

Segundos después sintió como alguien se arrodillaba detrás suyo y lo envolvía en sus brazos.

Harry sonrió y ladeó la cabeza para dejar su marca más expuesta, Louis la besó y luego acarició el cuello del menor con la punta de su nariz.

—Hola, alfa.

—Hola, cachorro, hueles... bien. Dulce, más dulce de lo normal— El castaño sonrió mientras inhalaba más del aroma de su omega —Ahora que lo pienso las últimas semanas tu aroma es diferente. ¿Cambiaste de supresores?

El rizado se rió con nerviosismo y negó para luego recargar todo su peso en el pecho del alfa.

—¿Cómo te fue en el trabajo?