La lengua del mayor se adentraba cada vez más en su estrecha y lubricada entrada.El rizado sentía como la barba del ojiazul lo raspaba lastimando su sensible piel en el proceso.
Se encontraba sobre sus rodillas con el trasero levantado mientras el alfa lo separaba con sus manos y lamía frenéticamente su entrada recogiendo cada gota de lubricante.
Harry no creía poder soportar más esa posición. Sus piernas temblaban y si no fuera por el agarre del castaño ya habría caído tendido sobre la cama.
—L-lou, ya no puedo. Dios mío, ya no puedo— La voz del omega salió temblorosa y entre jadeos.
El mencionado se detuvo y se enderezó para voltear al menor dejándolo boca arriba.
El alfa tenía todo el rostro lleno de lubricante y su cabello estaba revuelto, su respiración acelerada fue bajando su ritmo y sin dejar de mirar al rizado recogió con sus dedos los fluidos del omega y los llevó al rostro de este.
Harry lamió los dígitos del mayor con ansias hasta no dejar nada de la dulce sustancia en ellos.
—¿Quieres que pare, omega? Honestamente— El ojiazul le sonrió con sorna.
—No, no quiero que pares— El menor respondió en seguida.
—Otro día me encargaré de hacerte correr solo con mi lengua pero ahora quiero anudarte— Louis se acomodo mejor entre las piernas del menor y este las abrió más —¿Crees estar lo suficientemente abierto?
—Si, lo estoy. Por favor anúdame alfa— A pesar de que él omega estaba desesperado por el nudo del ojiazul trato de no escucharse impaciente.
El mayor no hizo esperar a su omega y tomó del lubricante que aún resbalaba de este para esparcirlo a lo largo de su miembro.
Alineó su hombría en la entrada del rizado y lo penetró de una sola estocada.
Alfa y omega gimieron ante la satisfactoria sensación.
—Tan apretado, omega— El castaño jadeo y el chico sollozó en respuesta.
Después de unos cuantos segundos Harry levantó sus caderas para indicarle al mayor que podía comenzar a moverse.
Y vaya que lo hizo.
Comenzó lento pero profundo como la primera vez. Sacaba su miembro hasta dejar solo la punta dentro del omega y luego volvía a entrar duramente.
—Más rápido por favor, alfa— El menor pidió mientras enredaba sus piernas en la cintura del mayor.
Louis no respondió pero aceleró sus movimientos.
Cambio de ángulo algunas veces buscando el punto que hacía enloquecer a su omega y no tardó mucho en encontrarlo.
Harry soltó un largo gemido cuando el mayor dio con su próstata.
—¿Lo encontré?— El mayor lo miro a los ojos y cuando el menor tardó en contestar sonrió lentamente.
—Sabes que si— Harry no podía hacer más que disfrutar de las embestidas del mayor.
—Me encanta lo destrozado que te ves— El mayor aumento más la velocidad de sus embestidas ocasionando que Harry se aferrara a su espalda y lo rasguñara reabriendo heridas que le había hecho los últimos días —Tan agitado y cansado pero aún así recibiendo todo lo que tú alfa te da, ¿no es así, omega?
El menor asintió mientras lágrimas se acumulaban en sus ojos debido al placer que estaba experimentando.
—Te hice una pregunta y quiero que la respondas— El mayor le espetó en un firme tono de voz mientras tomaba sus caderas logrando que su miembro estuviera completamente dentro del rizado.
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Paradise
Roman d'amourDesde la primera vez que Louis vio a ese omega supo que era suyo, que era su omega. Desde la primera vez que Harry vio a ese alfa supo que quería que fuera el padre de sus cachorros, sabía que era su alfa. O Donde el hijo del nuevo socio de Louis e...