Capitulo 11

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De nuevo era lunes y el rizado despertó muy temprano.

<< Maldito reloj interno, podríamos seguir durmiendo en los brazos de nuestro alfa ¡Pero no! tenemos que seguir con la horrible rutina de escuela >>

Su omega se quejó en su interior.

<< No maldigas, Apolo. Además, podemos quedarnos aquí con Lou mientras despierta. No tenemos por que levantarnos aún >>

Apolo le dio la razón y Harry se quedó quieto aún sobre el alfa solo escuchando su lenta pero constante respiración. Pasaron pocos minutos antes de que el mayor despertara de la misma forma que él omega lo hizo y se removió un poco pero sin tratar de quitarse al menor de encima.

—Buenos días, Lou— El ojiverde lo saludo mientras levantaba la mirada para verlo fijamente.

—Buenos días, cachorro. ¿Cómo dormiste?

—Bien, ¿y tú?

—Excelente.

Como ya era costumbre se quedaron un rato más en el nido, el cual Louis no se había atrevido a deshacer pues no sabía si eso le afectaría al menor.

Solo necesitaron unos días para acostumbrarse el uno al otro. Al alfa ya no le molestaba la luz de la lámpara en el buró del menor y el omega ya ni sentía cuando el mayor se removía por las noches.

Cuando el castaño revisó la hora notó que eran las seis en punto y necesitaba saber cómo se encontraba Harry para planear su día.

Louis quería hacer una visita al centro comercial después de su trabajo para comprarle ropa al menor, pues este apenas sobrevivía con las grandes sudaderas de Louis y la poca ropa que sus hermanas dejaron (el mayor no podía permitir que su omega no tuviera ropa propia en su casa y planeaba arreglarlo), también deseaba conseguirle otro teléfono pues el suyo se encontraba estrellado de la pantalla y tal vez comprar alguna otra cosa que se le atraviese.

El detalle es que para hacer todo eso necesitaba que él omega estuviera ocupado pero no solo, así que había dos opciones, Harry podía quedarse ahí con Amelie si aún se sentía mal o iba a la universidad y luego el mayor pasaba por el.

—¿Cómo te sientes, cielo?¿Crees poder asistir a la universidad o prefieres quedarte aquí?

Harry lo pensó algunos segundos. El sábado y el domingo fue con Cara y esta le ayudó un poco a reconocer sus emociones, saber el porqué de estas e intentar controlarlas. Sabía que aún le afectaba y lo haría por un tiempo pero se sentía en condiciones como para asistir a sus clases.

—Me siento mejor, creo que lo suficiente como para regresar a la universidad.

—¿Estas seguro, cachorro? Sabes que no hay prisa.

—Lo estoy, en serio.

El alfa lo observó durante unos segundos para después asentir.

—De acuerdo, entonces apúrate porque entras en una hora y aún debes bañarte y desayunar.

Ambos se levantaron en una pequeña rutina que implementaron en los últimos días que el rizado ha pasado en casa del ojiazul.

En lo que Harry se lavaba los dientes Louis se cambiaba y mientras era el turno de Louis para lavar los suyos el menor escogía que se pondría después de su ducha. Como hoy tenían el tiempo contado en cuanto el alfa término bajo a la cocina a revisar que había para desayunar y el menor se duchó. Cuando ambos ya se encontraban cambiados desayunaron en el comedor y luego se marcharon.

Al llegar a la universidad el rizado se desabrochó el cinturón y volteó para despedirse del mayor pero este lo desconcertó al bajar del auto y rodearlo para luego abrirle la puerta.

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