Paradise

Capitulo 22

Finalmente era el último día de cortejo.

El alfa pasó a casa de Taylor para dejarle a Felix antes de ir por su omega; la rubia se había ofrecido a cuidar al gato pues sabía que ninguno de los dos estaría en condiciones para cuidarlo ese día ni el siguiente.

Luego de agradecerle a la alfa paso por Harry y lo encontró en un bonito vestido blanco que le llegaba a la mitad de los muslos, casi en donde el vestido terminaba unas medias verdes se asomaban y apretaban los muslos del chico haciéndolos ver más rellenos de lo que de por si ya eran, Louis tuvo que respirar profundo y actuar como si aquello no lo hubiera afectado, últimamente cualquier cosa relacionada con su omega lo hacía sentir así.

Luego de saludarse como era costumbre el castaño le ofreció al menor un ramo de tulipanes, el último del cortejo, eran diecinueve en total y todos de un intenso color rojo.

Era la única vez que el alfa repetía el color de la flor y cuando el menor lo cuestionó Louis solo dijo "Son iguales a los que te di por primera vez, incluso antes de cortejarte debidamente. Creí que sería adecuado terminar el cortejo con las mismas flores con las que empezó todo. Hoy termina el cortejo,  pero comienza nuestra vida como compañeros".

Luego de eso Harry lo besó con intensidad y le repitió lo buen alfa que era y como era tan afortunado de ser su omega.

Ambos subieron al auto del mayor y este comenzó a manejar.

Ahora, Harry no estaba seguro de a donde se dirigían pero confiaba ciegamente en el alfa, a su alrededor poco a poco las casas fueron disminuyendo en cantidad pero aumentando en tamaño.

Se habían alejado un poco del centro de Londres, estaban al menos a treinta minutos de este, y el omega notó que se trataba de un área de condominios, por no decir mansiones, también observó que había bastante distancia separando cada uno de estos y que tenía extensos jardines.

No estaba seguro de que hacían en ese lugar pero esperaría a que su alfa se lo explicara.

Pocos minutos después el auto se detuvo frente a un portón negro que colindaba con cercas del mismo color, dentro de el área delimitada por estas se podía apreciar una gran extensión de pasto con varios árboles alrededor, pero solo eso. 

Antes de poder preguntarle algo Louis bajó del Tesla y lo rodeo para abrir su puerta, el menor acepto la mano que este le tendió y salió del auto.

El chico miraba a su alrededor con curiosidad —¿Que hacemos aquí, Lou?

El mencionado no le contestó, en su lugar rebuscó en su saco hasta encontrar unas llaves negras con un moñito color rosa y se las tendió.

Aún confundido Harry las tomó esperando alguna explicación.

—Te dije que luego de cortejarte iba a hacerte una bonita y gran casa como tú la quisieras y a tu medida— El alfa lo tomó de la cintura y lo volteó hasta que quedó enfrente del gran portón —Esto, omega, es el lugar en el que vamos a construir nuestra casa.

Louis lo abrazaba desde atrás por lo que no pudo notar por completo la reacción del menor, aún así supo por su olor que fue una muy positiva.

El omega tardó unos segundos en reaccionar y lo hizo con un agudo chillido, en seguida se volteó aún en el agarre del mayor y lo miro con ojos grandes.

—¿Es en serio?

—Por supuesto que si, cachorro— El castaño lo acercó más a él y lo besó con adoración.

Cuando por fin se separaron ambos sonreían en grande.

—Se ve gigantesco, alfa— El rizado se volvió hacia la propiedad y la miró con emoción.