Capitulo 20

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El cortejo llevaba cinco días de los diecinueve en total y Harry estaba emocionado por ver de nuevo a su alfa.

Luego de despertar el segundo día del cortejo Louis lo había invitado a desayunar a un bonito restaurante para luego llevarlo con él a la empresa. Ese día el regalo había sido otro ramo de bellos tulipanes color durazno y cuatro entradas para el concierto de una de sus bandas favoritas para él y sus amigos.

Sus padres felicitaron a la pareja ese mismo día en una comida improvisada como celebración y les desearon un ameno cortejo.

Cuando sus amigos se enteraron de que estaba siendo cortejado por el alfa castaño todos lo felicitaron y al ver que Taylor no parecía para nada sorprendida el rizado la acusó de saberlo antes que el, la rubia ni siquiera trató de ocultarlo y aunque él chico trató de parecer enojado por unos minutos, terminó abrazado a ella agradeciéndole que ayudara a su alfa.

Hoy Louis pasaría por el a casa de sus padres y lo llevaría a la suya para que se quedara ahí todo el fin de semana.

Harry tenía todo preparado aunque no era necesario pues tenía gran parte de su ropa en la casa del alfa.

Bajó a su sala a esperar que el castaño llegara y cuando tocaron el timbre de la residencia tomó sus cosas y se dirigió a la puerta.

Cuando abrió esta se encontró con su atractivo alfa ya cambiado y sin su traje.

A pesar de ir en una sudadera negra y unos joggers del mismo color el castaño se veía peligrosamente caliente.

Así que no pueden culpar a Harry por lanzarse al alfa y comenzar a besarlo con intensidad.

Si bien empezó como un dulce beso poco a poco fue tornándose sucio, sobretodo cuando el alfa bajo ambas manos de la cintura del rizado a su cadera rozando su respingado trasero.

Se separaron cuando comenzó a faltarles el aire y por fin se saludaron correctamente.

—Hola, alfa— El menor aún tenía los brazos alrededor del cuello del ojiazul.

—Hola, omega— Apretó el agarre en las caderas del rizado mientras volvía a besarlo como antes, solo que esta vez el beso duro menos debido a que el alfa pudo percibir como el aroma de Harry se endulzó —¿Solo por un beso, cachorro?

Louis sonrió arrogante y él omega le golpeó el pecho sin demasiada fuerza mientras arrugaba la nariz.

—Cállate— El menor trató de separarse medio avergonzado pero el alfa no se lo permitió dándole un pequeño beso sin aflojar su agarre.

—No te enojes, amor— Harry siguió intentando liberarse del mayor —Mejor dame otro beso para luego ir a casa y así puedas ver tu regalo.

Fue entonces que él omega dejó de forcejear y le prestó toda su atención.

—¿Puedo saber qué es, alfa?

El ojiazul sonrió más admirando el brillo curioso en los ojos de su omega y le besó la nariz.

—No.

El menor frunció levemente el ceño y lo miro casi suplicante.

—¿Es porque te dije que te callarás?— El castaño asintió adoptando una expresión más neutra.

—No es así como deberías de tratar a tu futuro alfa.

—Ya eres mi alfa y tu no deberías burlarte de tu omega por reaccionar a tus besos y tu fuerte olor.

Harry lo besó y segundos después se separaron para que el mayor los dirigiera a su auto.

—Tienes razón, amor. Solo por eso vas a obtener la mitad de tu regalo aquí— Louis abrió la puerta del copiloto, sacó un ramo de tulipanes, esta vez rojos del centro y blancos en las orillas, se lo entregó y el rizado lo recibió con una bonita sonrisa.

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