VI

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El cuerpo no le respondía, intentaba y batallaba contra sus propios demonios internos para poder moverse

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El cuerpo no le respondía, intentaba y batallaba contra sus propios demonios internos para poder moverse. Era doloroso. Lo más que pudo hacer fue abrir los ojos, escuchaba el sonido de las llantas del carruaje golpear las rocas en el camino. ¿Dónde estaba? ¿Dónde estaba su príncipe? Sollozo sin poder preguntar en voz alta lo que tanto deseaba conocer.

—Es esto inaceptable. — Kyungsoo movió sus ojos hacia la voz masculina desconocida. —Era mi maldito día libre, pero no... el estúpido rey debía ordenarme hacer no sé qué cosa. Estoy verdaderamente harto.

El relinchar de los caballos le puso los bellos de punta a Kyungsoo, seguramente le habían drogado, aunque el olor del lugar no era similar al del reino Fuego o Tierra. Recordaba que el rey le dijo que volvería a sus tierras, ¿no era todo demasiado extraño?

La carroza se detuvo abruptamente, los caballos chillaron y aquel hombre que no dejaba de quejarse en voz baja de un momento a otro simplemente no volvió a musitar palabra alguna. El pulso de Kyungsoo se aceleró, sentía miedo y la sensación helada del ambiente le dio la razón.

—Vaya... es un gran botín. — Un hombre río fuera del campo visual de Kyungsoo. —¡Chicos, tendremos un buen banquete esta noche!

—¿Es comida? — Otra voz desconocida se unía a la conversación. Kyungsoo cerró sus ojos asustado.

—Algo mejor, una mujer.

Las risas y gritos de festejo le pusieron nervioso, sus ojos estaban llenos de lágrimas con terror de imaginar lo que esos hombres podrían hacerle. Con pánico de lo que el rey Fuego pudo hacerle a Chanyeol y sobre todas las cosas enojado con toda esa serie de injusticias en la aristocracia justificadas en algo tan abstracto y desconsiderado como era la política. Se supone que las políticas deben ser en pro de las personas, en beneficio de los miembros del reino no para hacer que un príncipe se case por obligación, no para que se formen conflictos bélicos dentro y fuera de los límites de la frontera.

¿Quiénes eran las personas que lo estaban secuestrando? ¿Acaso todo fue parte del plan del rey? ¿Moriría luego de ser violado? No quería, deseaba desenvainar una espada o usar poderes mágicos y defenderse. Era imposible, y gran parte de la culpa de que existieran personas violentas que cometieran crímenes en contra de la población era por la ineficacia de los mandatos imperiales.

—¿Puedo divertirme mientras la llevamos con el amo? —Preguntó una voz gruesa.

—No veo el problema.

Kyungsoo abrió los ojos de golpe, él solo quería ser tocado por el príncipe Chanyeol. Su cuerpo, su todo le pertenecía a ese bello ser cálido no a un idiota secuestrador.

—Chanyeol...— Logróarticular. —Chanyeol...— Cerró sus ojos, ¿realmente funcionaria? "Mi príncipe,ayúdame". —Chan...

 —Chan

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Boy Concubine || ChanSoo [Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora