Boy Concubine || ChanSoo [Terminada ]

XXI

El sonido del tacón de los zapatos perturbaba la paz en los pasillos del palacio real, algunos miembros de la guardia se miraron entre ellos. No estaban acostumbrados a recibir visitas, y menos de féminas humanas pues los mensajeros solían ser criaturas míticas. Si ella estaba ahí lo único que podía significar eran problemas que afectaban a los herederos, la corona.

—Necesito comunicarme con el príncipe. — La voz fingidamente melodiosa y suave solo les produjo una serie de arqueadas a algunas criadas curiosas.

—¿Cuál es el motivo de la visita?

—Asuntos reales del reino Fuego.

—Le haré saber al príncipe que existe una enviada con información relevante, sabrá que es mi obligación registrar sus pertenencias. Además, deberá dejar de utilizar magia oscura para cambiar su aspecto físico, este es el reino Luz. —El hombre alto y fornido miró con severidad a la mujer.

—¡Xiujan! —El mencionado agacho la cabeza, el príncipe a su lado no era alto, fornido o que engendrara miedo con su apariencia física, pero en cambio su temible temperamento podía poner de rodillas a cualquiera en el campo de batalla. —Sin preguntas, ella es una invitada especial. Por favor, despeja el pasillo no quiero oídos de terceros.

—Como ordene mi príncipe, Baekhyun.

Byun Baekyun, príncipe del reino Luz se encontraba en una disputa interna entre ser o no el heredero del reino pues él prefería más los asuntos de estrategia y conquista que los de política y etiqueta. El reino Luz había sido bendecido con más que suficientes hijos varones que podían tomar la corona, el rey Min era quien le generaba mayores dolores de cabeza al intrépido príncipe que lo único que deseaba era rebanar cabezas y buscar venganza por la muerte de su amada madre.

—Reina Sana. —Mencionó con coquetería Baekhyun quien no había tardado ni un poco en girar su cuerpo y guiar a la mujer hasta la mesa de banquetes. —Es una grata visita la suya, por lo que puedo notar su cuerpo físico no se encuentra en su totalidad en este sitio.

—Príncipe. —La mujer recupero su forma habitual, su sonrisa torcida hacía juego con el color carmín de sus labios y las manchas de sangre de algunas concubinas de su hijo en su fino vestido blanco. —Sabes como es mi esposo, no puedo dejar el nido sin que se percate. Me tiene vigilada.

—Al parecer su majestad el rey sabe que tiene en su castillo al ser más oscuro y maligno que ha pisado Redsone. —Baekhyun tomo una pequeña manzana totalmente dorada de la mesa y la mordió con una sonrisa. — No me mal interprete, reina. Estando en el trono de su esposo yo haría exactamente lo mismo, es usted una completa víbora asesina.

—Oh, príncipe. —La mujer antes que ofenderse río suavemente, sus mejillas subieron y con un leve movimiento de sus dedos algunas serpientes se arrastraron por la mesa de banquete devorando todo a su paso antes de volver al cuerpo de su ama. —Aunque me halagan sus palabras, mejor dejemos la adulación para otro momento.