Boy Concubine || ChanSoo [Terminada ]

XXVIII

El amplio campo de flores de fuego se balanceaba con el viento, Kyungsoo mantenía oculto su cuerpo entre finas capas de tela negra las cuales hacían juego con la lluvia de estrellas en el cielo. En su rostro resaltaba una preciosa sonrisa, y en su mano izquierda un lujoso anillo de fuego rojo y fucsia, el cual brillaba de acuerdo al amor que el rey sentía hacía él.

Tras el anuncio oficial de la boda entre el aclamado rey de Fuego y el príncipe del reino tierra (como habían decidido revelarlo al público), se escuchó de punta a punta en todo Redsone. Muchas personas se sorprendieron, otras se alegraron y otros pocos se preocuparon pues el futuro del reino Fuego sería incierto al no poseer herederos. La explicación de la corte real es que el rey aún era joven, y seguramente alguna de sus concubinas estaba encinta.

Chanyeol no le vio problema a ello, solo abrazó a Kyungsoo toda la noche y le entregó su semilla varias veces a lo largo de los días posteriores a la coronación. Sin preocuparse por ser silenciosos, pues ahora era bien conocido que el rey era un pasional amante en la cama y que el príncipe al cual aún desconocían sus facciones físicas sacaba lo mejor del rubio.

Las estrellas en el cielo titilaron, el olor particular de flores hizo que Kyungsoo cerrara los ojos y ladeara la cabeza. El rey fuego le abrazó por la espalda y no tardo en encajar su rostro en la curvatura del cuello del dragón, el bajito sonrío y emitió un pequeño tarareo de felicidad.

—Te he extrañado mi amor —, dijo Chanyeol —. Mi padre dejó vuelto un desastre el reino, aunque es maravilloso que tenga el apoyo de personal tan inteligente.

—Mi vida, yo también te he extrañado, pero me siento tranquilo al saber que al terminar tu trabajo siempre vendrás a mis brazos —, murmuró Kyungsoo. Dio media vuelta y paso sus brazos por los hombros del mayor —, estoy orgulloso de que como líder confíes y escuches las opiniones de los demás miembros del consejo.

—No solo de ellos amor mío —, asintieron al mismo tiempo. Chanyeol había abierto las puertas de su gobierno a personas de distintos sectores para que desde su experiencia brindaran ideas, comentaran problemáticas y propusieran mejorías que incentivaran la economía local y de exportación entre reinos.

—Lo sé, mi amado rey es el mejor.

—Todo es gracias a ti.

Kyungsoo se apoyó en la punta de sus pies para poder besar los labios de Chanyeol, el alto sonrío pues había solo rozado las telas que cubrían el rostro de su amado. El dragón río al darse cuenta, pero Chanyeol solo le levantó la fina capa y devolvió el gesto. Sus labios se rozaron, casi como con timidez y luego de un largo suspiro comenzaron a succionar sus labios. El chasquido producto de la saliva era audible para los dos debido a la soledad y tranquilidad del jardín de flores de fuego. Aquel lugar que con tanto esfuerzo Chanyeol había sembrado para Kyungsoo, ese mismo al cual solo ellos tenían acceso.

La lengua del rubio busco refugió en la boca de Kyungsoo, y este sin dudarlo le permitió el paso. La succionó, jugueteo con ese húmedo musculo y con una pequeña sonrisa continúo satisfaciendo los deseos de su rey. Chanyeol era bastante dominante, su amplia mano apretándole el trasero, y con su semi-erección rozándose contra su prometido. Todo un coctel ardiente que el encantaba a Kyungsoo.