XII

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La combinación adecuada de calor, combustible y oxígeno era lo que le da habitualmente vida al fuego-normasone* aquel mismo que pobladores fuera del reino Fuego utilizaban para cocinar sus alimentos, pero lo cierto es que la receta era muy distint...

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La combinación adecuada de calor, combustible y oxígeno era lo que le da habitualmente vida al fuego-normasone* aquel mismo que pobladores fuera del reino Fuego utilizaban para cocinar sus alimentos, pero lo cierto es que la receta era muy distinta en el caso de Chanyeol. No solo el color, sino el poder variaba de sus sentimientos, deseos y preocupaciones.

La llama que rodeaba su cuerpo se tornaba en colores violeta, verdes, azules y rojos cada que recordaba el agradable aroma de su princesa Soo. Una explosión de belleza que protegía a la princesa Tierra de cualquier fuerza externa que intentara lastimarla, y a él le hacía más fuerte, casi invencible. Cuando estaba enojado o preocupado estas tonalidades eran similares a los del óxido de las armaduras. Si su padre le tomó por sorpresa separándolo de la princesa es porque no contaba con la intervención para nada agradable del reino Médico, esos hechizos maliciosos.

Pero justamente en ese momento en el cual se encontraba corriendo de un lado a otro intentando encontrar a su princesa el color de ese hermoso fuego era casi nulo, solo quedaba un rastro de hollín y destrucción con cada paso que daba. Estaba perdido sin la mujer que le daba motivos para esforzarse como ser humano, no como príncipe, sabía que el trayecto podría ser muy difícil y que rebelarse ante su padre le metería en un gran apuro... Estaba dispuesto a enfrentarse a los reinos necesarios mientras supiera que ese ser especial le sanaba las heridas.

—¡Solo cálmate! — Gritó Sehun que intentaba seguirle el ritmo a Chanyeol, a pesar de estar volando a su lado a la máxima velocidad que le permitía su poder nunca había visto en acción al príncipe Fuego en el campo de batalla. "No quiero jamás tenerte de enemigo." Se repetía constantemente el príncipe Viento. — Te dije que solo recibí una pequeña señal en esa dirección.

—Una pequeña señal es mucho mejor que la nada. Estoy enloqueciendo sin la princesa Soo. — Chanyeol chasqueo la lengua, podía jurar sentir que alguien ajeno a Sehun estaba cerca de él. Como si le estuvieran observando desde las sombras. Se detuvo de inmediato, sus ojos viajaron hacia el cielo. —¿Qué tan bueno eres peleando?

El color de las nubes no le agradaba, esperaba que todo el desastre que estaba por iniciar entre reinos no despertara a los "dormidos". Los reinos dormidos eran aquellos que no estaban circundantes al reino Fuego, cuyas cualidades mágicas se acercaban a las divinas. Entre ellas estaba el reino Luz, alejado en un territorio protegido tras las montañas anhelo casi llegando al reino Médico. Los pobladores eran muy silenciosos y existía una regla que impedía que algún heredero se involucrara con externos al reino.

—Esta corona sobre mi cabeza no es gratuita, debí superar una ardua batalla con cien gigantes para ser digno del reino Viento. Mi destreza esta tan bien pulida que mientras te escucho, soy capaz de identificar exactamente la distancia entre nosotros y una barrera mágica. El viento recorre todos los reinos, incluso los que parecen extintos. — Sonrió orgulloso Sehun. Chanyeol solo peino con gracia su cabello rubio hacia atrás invocando un fénix de fuego. El príncipe viento se quedó mudo, al parecer su fanfarronería no sorprendería a Chanyeol y él se daba cuenta que tal vez el viento no estaba en cada rincón de Redsone, no solo eran los reinos dormidos sino aquellos que traspasaban la barrera mágica dimensional.

Boy Concubine || ChanSoo [Terminada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora